Alegría, cómo tomo tu lugar y te reparto,
cómo golpeo las puertas, entrando cuarto por cuarto,
avisando que llegaste a la tierra disfrazada de otoño,
y que esta mañana, hablaste muy temprano desde el puerto...
Alegría, llegaste con la nostalgia que tienen los que volvieron,
pero sin gran bienvenida, llegaste deliciosamente callada, sonriente,
caminando y haciendo de color lo que era tenue, lo muy opaco.
Y mi corazón de panal de miel alborotándose hasta el cielo.
Es que ha venido, ha llegado Alegría, es un hecho,
es una ley, o mejor, una segunda ley,
es hermosa, y la Alegría vino a mezclarse con todos,
vino a contagiar al pueblo.
Y todos pueden sentirse como yo me siento...
Qué estabas haciendo afuera Alegría, por qué tardabas,
si tenes las manos que saben de amasar harina,
disfrutando los músculos regañados de las manos abiertas,
con piel que se marca mostrando sus arterias cansadas pero hermosas...
Y me honra tu nombre, Alegría, Alegría...
Porque sos parte de todos, universal y escondida,
porque a veces venís y estás poco,
y a veces parece que estuviste toda la vida...
Pared que sabe del valor de los ladrillos, pared que nos une,
pared completa y prolija, gran pirca, así sos Alegría.
Sos la pared que levanta, encierra y construye una familia.
Hoy Pampa adentro cumplen años, y sabe de qué se trata la Alegría.
No pasa en Mar del Plata. Pero pasa en todas partes. Así.
Para compartirte sos de hermosa y de Alegría.
En la tarea cumplida, en el abrazo íntegro, en el cuidado,
en los besos de los novios que siguen enamorados,
en las canciones que nos dicen que hace mucho les gustábamos,
en esas cosas que me hicieron despertarme esta mañana,
y escuchar tu llamado, para ir a buscarte.
Hoy de otoño, bienvenida Alegría.
Un punto de referencia para vivir la vida!
"De mañana sácianos de tu misericordia, y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días..." |