jueves, 26 de abril de 2012

Nada excepto el hombre que lloró por Lázaro.

Son un tango y todas las tardes de lluvia,
pero vos sos la televisión prendida,
la hornalla y el fuego amarillo,
sos la condición de mi alegría permanente,
sos una chinita,
cantando himnos pasados cerca de mi oido.

Sos la ilusión que danza en el futuro,
sos la manos del niño,
contracción y dicción que depara aventuras,
futuras discusiones que prometen,
formación y romper las estructuras.

Nada se para frente a la envidia,
nada.
Nada permanece frente a tanto deseo de muerte.

Nada excepto el hombre que lloró por Lázaro.

Nada ni nadie salvo el Hombre que no tenía dónde dormir.
Nada menos el que quería lavarte los pies.

Porque se te subían las cosas por los pies,
Y te mataban la cabeza... Porque querían matarte,

las cosas que te matan se arrastran para conquistarte...

Sos un rockanrol y toda la tarde mirando el arco iris,
sos la pantalla de mis ojos prendida,
la hornalla y el fuego amarillo,
sos la luz que me explota transformando mis retinas.
Sos la condición de mi Amor permanente,
sos el Todo que se llena en Todo,
canto tu nombre y vos me mostrás Clair de Lune,
y yo me rindo, porque no puedo negarte.

Hoy la poesía ganó por goleada,
hoy salimos a la exaltación,
hoy estuvo Él con Nosotros.

Y vinieron los amigos,
saludó una persona que admiramos, con autoridad,
nos mandó en orden hacia el más, hacía la acción.

Y los desconocidos que necesitan amigos,
bienvenidos vinieron,
a decirnos que vamos por la senda correcta,
para que todos se conozcan con Él, y nosotros con todos.

Los que están y los que no están,
alegremente o solos.
Pero pronto unidos.
A través de la poesía que surge de buscar,
al que nos Amó.

Y conocí hace poco, una persona que no para de regalarme combustible.
Y ayer, me regaló un pedazo de nube,
entendió a mi corazón y supo que las palabras son fuente de malos entendidos,
pero que si el Verbo está en Nosotros,
el orden es natural.
Y es divertido.

Nada excepto el hombre que lloró por Lázaro,
puede decidir qué vamos a hacer mañana,
sabiendo que esta noche próxima,
en vientos furiosos vendrá a tu morada,
dejando un perfume de lirios claros,
un perfume de tan inestimable valor,
que es necesario ofrendarlo.

El perfume que viene de Él. 
El perfume conduce a encontrarlo.

Chinita +

Rob Bell - Flames


Rob Bell. Flames.

Vivo en un planeta que desconoce que el amor,
fue conocido, porque el que lo conoce,
conoce al que lo creó,
y quién creó el amor,
pensó un orden de las cosas.
De todas las cosas.

Es un auténtico placer,
poder compartir este regalo de conocimiento.
Es maravilloso.
Es desde el amor.
Desde el Creador.