La gente me pregunta si entiendo lo que piensa,
la gente me dispersa, me llena de canciones, el Yo y Sus emociones,
tan altas y loables, y Vos, lo imaginable, lo triste, lo dormido,
lo tibio, conocido, lo cálido, encendido...
Voy volando hacia el perfume que contiene tus lugares más hermosos,
tu precipitación más alta, tu incógnita, tu diaria,
y Vos, tan legendaria, tan brusca, tan valiente,
me come lo impaciente, me vibra lo rebelde,
me sube, me promueve, te busco aunque te encuentre...
Pero estoy muy ocupado pensando en mi mismo,
muy ocupado en hablar de lo que hago y lo bien que sale todo,
porque al fin conocí el momento de mi vida, y qué sorpresa,
entonces la Soberbia se me instala, me sangra por la boca,
me ruge y me contesta.
Pero entra un Pastor y me dice que Dios viene a Bendecirme.
(Sergio Toujas en su amor sabe que no miento)
Precisamente en una Estación de Servicio. Dios mandó un Siervo a Servir.
Y yo sonreí.
Porque la casualidad es la broma del Señor,
entonces una bomba sucumbe y las bocinas, me sacan de mi mismo,
me llevan a Argentina,
al Boca y Campeonato, al célebre sistema,
los dedos y la crema, la Boca, la enramada,
(... Vigilias, anidadas, el claro de la Luna,
más linda que ninguna, más super que la pista,
me vuelvo un trapecista, me cuelgo en tus umbrales,
palabras celestiales, Domingo muy preciso...
Preciso otro Domingo...)
Me voy... Me hice conmigo.
Muy Clonaa, muy movido. Motivo...
domingo, 4 de diciembre de 2011
Noviembre del 2000
Me perforo al oírme cansado como los niños,
Tan absurdos como imaginarios, tan envueltos...
Tan hermosos como cansados, tan estúpidos como reaccionarios...
De mis brasas el germen, de mis brasas la vida...
Yo dispongo a mí que hacer de los relojes...
Son del viento del amanecer, tan cansados...
Tanto oímos que reiteramos los errores, que nos suceden,
Cosas innegables, trágicas, dulces, orgasmos, sonrisas,
No estamos sino en el infierno, la distorsión...
El sonido de un motor lejano, tu voz violenta,
Mis manos, tu hipnosis, mi llanto, tu rebelión, mi canto...
Tu mate, mi poesía, tu cuento, mi historia...
Innegablemente historia de voz, de grito de vidas...
Estallar es acobardarse, sentirse inferior, escaparse...
Al humo de las cabelleras rasposas, áridas, inmunes,
Y a la vez un contrabajo se desplaza en el espacio impune...
Nadie juzgará tus actos, yo sí, yo nací para juzgarte...
Yo nací para quien necesite la mano que se abruma,
Que se abruma a la hora de liberarse...
Escribo a los niños, quienes son irrefutablemente mi puño,
Ellos que serán mis hijos, mis hermanos, mis nietos,
Ellos serán mi voz, mi grito, mi independencia, mi poesía...
Me imprimo a tus ojos, cual la Biblia del Norte,
Escribo por quienes lloran, le escribo a quien le importe...
Pero, fundamental a los niños de aquí y de allá.
Los morenos, negros, blancos, amarillos, rojos, de flores,
O acaso los niños no son de todos colores...
Amo, cuando cantan ignorando el porvenir,
Quiero, que crezcan haciéndole el amor al destino,
Sufro, cuando los veo golpeados, y más sentimiento atino...
Y son tantos que yo no lo soy, aún soy niño...
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