Ahora escribo sobre la noche, que me encuentra esperando al día,
mediante las palabras que solamente vienen a cambiar a Bien mi vida.
Soltando perdón y Bien. Cambiarás tu vida.
Hoy me enteré que el León viene en camino. Que no se puede detener.
Entregué en sacrificio mi corazón y al estar limpio,
multitud de regalos me entregaron.
Regalos que son concebidos en lo profundo del alma.
Regalos que vienen como propiedades del espíritu.
Regalos tontos.
Regalitos.
Quizás tu sonrisa impresa en la retina para siempre.
Quizás una mano que me acomoda el pelo.
Quizá un libro, que viene a darme multitud de besos...
Quizá lo que necesité siempre...
Perdonar al tiempo.
Y con la proa encarando el vendaval que hay en la prosa,
me someto a ir buscar lo irreprensible,
y me alcanza con ser un poeta más,
ocupando de este modo en poesía como un profeta,
el derecho de mi lugar en la historia.
Clamando para que me respondan.
De rodillas para que me perdonen,
encontrando la verdad escandalosa...
Él que viene pronto, nunca se detiene para pensar otra cosa.
Haciendo el Todo en Todo, frente a lo que amo,
en inclinación de palmas,
para que una promesa de honra me bendiga,
y mi corazón se sane,
y esta salud que construye una Familia,
sea del lugar de donde proviene Todo.
Y para que todos vean como sufre,
el caudal de ahoras que llegaron tarde,
para que se rompan los que rompen rotos,
para que callarse, sea calle en calle...
Y la mente, sin tribulación y liberada.
Y el corazón, sin dolor y sin heridas.
Y el cuerpo, sin la memoria del uso.
Y la fragancia limpia sin olor al mundo...
Y completamente libre.
Enteramente en la verdad.
Así, sin corrupción y en Tu promesa.
Así, luchando siempre, viviré ahora.