Hay barro, hay mucho barro,
algunas piedras pequeñas
se arman y desarman en globos de creación
no puedo perdonar
no sé hacerlo.
No puedo olvidarme de algunas cosas
no sé entrar y salir liviano de este trance
estoy abandonado de nuevo
adentro mío,
un castigo o un momento de odio es fuego.
La soledad, es soledad siempre,
quiero irme de mí tristeza
andar la otra tecla,
quitar este enfermo que hay dentro mío
no volver al lugar del odio
no recurrir nunca al grito.
Sin embargo,
vuelvo siempre, camino en otra dirección pero giro,
camino siempre y siempre giro.
¿Hasta qué te abandonó? no lo marqués en mis brazos,
y el odio sea el odio de las cosas que habré odiado.
Entonces muera un poco,
en una muerte sin juicio prematuro.
Para que la muerte sea la verdad verdadera.
Una ventana sin sol,
cielo sin nube.
Oscuridad que es real en los rincones,
del no saber con certeza dónde puedo.
Dónde voy.
Porque el odio es real en mi vida.
Porque el odio es la otra cara del amor.
Te odio.
Porque es más fácil y es más real.
El odio también existe.
El odio es toda la verdad que nos duele de parte de Dios.
El odio es parte.
El odio tiene lugar.
El odio no puede ser vencido.
La prueba es la felicidad.