Para todos los que saben
que la libertad no es una estatua...
Qué disconforme el humano, qué ciclotimia,
qué charla de angustia libertaria en la nada de mi presencia,
cuánta falacia y mentira en las hojas de los libros,
cuánta palabra en la boca de los que no dicen nada
cuánto vacío es el fondo de un horizonte que no se acaba
si la libertad saca chispas de fuego inmortal
sobre el ideario de obtener lo muy preciado
aún cuando la vida es un hilo de pueblo contra acero
o vientre contra punta
o espada contra espada...
Cuánta razón tiene el odio de odiarse a sí mismo
cuántos abrazos le negué al suicida
cuánta palabra vana de mi boca como vergel
cuánto papel, por Dios, cuánto papel...
Hablarán de libertad, balbuceando sus discursos
dicen que nos atrae como autómatas
pero: ¿quién es cuerdo y se libera a si mismo,
quién es el mental no dudoso que obtuvo el palmar?
no me engañen el alma, que estoy surcando el planeta
quítense los rostros falsos, las pantallas que se caigan, sáquense la careta
esta montañita de binarios digitales,
de electricidad sencilla y prostituta
que se goza sirviendo al de los pañuelos rojos,
al de los multi medios, y al de los multi miedos
y al que habla del Dios no conocido
y yo, pequeño, indefenso,
como el brote de un nogal a la vera de un camino...
Todos me pueden pisar
pero yo crezco y me animo...
Nadie me observa al pasar
pero yo existo y escribo,
escribo como quiero que sean mis nueces
rellenas de sabor que alegre a las tortas,
escribo sobre mi corteza
preferidamente en libertad como pañuelo
leo sobre los que tuvieron éxito creciendo
porque creyeron ser libres
y lo fueron.
Y veo que al crecer, cuando se abandone la altura del suelo,
un hacha vendrá a buscarme no permitiendo ser lo que sí seré.
No permitiéndome hablar públicamente de lo que digo
o porque los sistemas se encargaron de evitarme
o porque este bosque es muy frondoso
e hicieron que se logre insoportable el ruido...
Todo en torno a mi se está callando
porque en la altura conocí el viento recio
y el nido de los pájaros,
conocí las alas poderosas que engañan al tullido soplo
conocí las ramas finas que silban dando señas
acumulando utopías, estableciéndome en códices lejanos,
haciendo temblar murallas el paso de un ejército,
al paso de los caballos y de los carros...
Así vengo.
Poniéndome en pie porque tu eres necesario
quién te alineará sino el cuello de la camisa y la corbata,
quién pensará en Jenofonte, en Heráclito o en Horacio,
quién dirá poesía aunque moleste.
Quién protegerá al dueño verdadero del aplauso,
yo alistado a voluntad,
festejando equivocado un día propio
veo que todo lo que tengo en realidad
son estas canciones de libertad...
Y te pido,
que me ayudes a cantarlas...
Mañana amado rincón de poesía que me supe conseguir
cumplís tu primer año,
un año diciendo lo que querés decir
un año sin que nadie te ponga liquid paper
sin que nadie te meta el dedo en el oído.
En libertad.
Porque te moriste por obtenerla,
en libertad. Porque la supiste conseguir...
ceramicaensuenos.blogspot.com.ar Si la prensa y los libros se callan haremos hablar a las paredes. |