martes, 14 de agosto de 2012

para que hagan toda labor...

La lluvia es la tierra soltando amor
la lluvia es un cambio precipitado que va despacio
la lluvia es el golpe de timón del cielo.
La lluvia del día preciso, la del día indicado.

Las nubes son un ejército de pueblos porvenir,
son nubes con luz fluida, con voz propia,
la nube que me toca a mí y la que te toca a vos,
la que me hace gritar con fuerza tu nombre en el vacío.

La luna es esta pantalla con su hoja de piel tan virgen,
con su cara gastada de pedirnos perdón alguna vez,
con la espalda llena de latigazos que le pegaron,
la luna, la luna que ha sido vendida, un día que Dios estaba enojado.

La condición adversa, el día más difícil, la palabra más odiada,
la situación poco propicia, la voluntad quebrada,
es la condición natural de mi poesía,
será por eso que uso siempre la palabra: Dale.

Dale. Hoy llueve en todos lados, no solo sobre tu casa.
Dale. Hoy las nubes cubrieron todo, nadie estará viendo nada.
Dale. Hoy la luna no era de nadie, y alguien amando la regaló.
Dale. Porque quedan quince días hasta la madre que te parió.

La lluvia. No se detuvo. Pero yo sí.
La noche está mejor con tu sonrisa lejana, incluida.
La paz es lo que espero para nosotros, no solamente para mí.
Quizás es hora de ir creciendo hasta mañana.

Quizás es hora de poner la violencia en donde va,
como la potencia de esta fuerza acumulada.

Quizás es hora de decirle "dale, pegame la patada..."
que si esta noche me volteas, es muy poderoso este Todo que me para.

Seguí intentando voltearme.
Mira que voy muy despacio
pero la realidad está muy precipitada...

La soltaron la otra noche.
Es palabra y ya no para...

y los ha llenado de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de arte y de invención, y de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar, para que hagan toda labor, e inventen todo diseño.

Éxodo 35