El tiempo perdido, el que se va a ningún lado, el que simplemente se llama "antes",
el ayer sin pena ni gloria, el pasado sin nombres, las condiciones que no convencen,
los proyectos abandonados, los confundidos, las carreteras, los eternos equivocados...
Aquellos que se someten a lo artesanal y entregan su artesa al vacío,
viendo leudar sin lágrimas todo un semestre de masa propia perdida,
todo un milenio, todo el futuro.
(Porque un poco de levadura leuda toda la masa, ha visto).
Alguien que es anónimo;
Me dice que sueño, y que si me abrazo al sueño, soñando, entraré a lo eterno del sonido,
otro me dice una media verdad increíble, que es tan mentira que pasan a los anales de las imaginaciones,
y yo, andando de a pie, con mi Rocinante de lado, eludiendo la estúpida caravana de evaluaciones,
digo que, me gusta leer las palabras que hablan por si solas...
Me gusta ver escrita la palabra Soberanía, Cielo, me gusta la palabra Política,
me gusta la palabra Reino. Me gusta la palabra Palabra.-
Me gusta, no sé por qué, a veces no lo entiendo.
Me gustan otras tantas, Perdón, Amor, Pasión, Poesía, Ejemplo.
Las palabras perdidas se van con el tiempo,
al mismo lugar, se amuchan en los lugares polvorientos,
donde habita la envidia, el odio, el ruido.
La molestia eterna. A lo que más le temo, al Olvido.
Me olvido de tantas otras cosas... Escribo.
Solamente escribo. A veces los quiero, a veces, me olvido.
Me gusta claro, he dejado una conversación pendiente, es con un adolescente.
Es el movimiento noveno,
el sonido del cañón, aquel llamado que reclamó mi patria, y todas las personas de la vereda.
Yo mientras tanto me convierto.
Hablo por parábolas, sin gritar se calmó el viento,
me miran, los miro. Me ven, los veo.
Ellos, pocas veces me entienden,
mientras tanto, no hago oídos sordos y los entiendo.
Salvarme es lo que quiero,
salvarme del olvido siempre,
salvarme del rencor eterno.
Tengo una sorpresa hermosa para hoy,
hoy deshice una mentira, vencí al mundo, aproveché mi tiempo.
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