sábado, 24 de marzo de 2012

Elegía del comportamiento de los príncipes.

Me cansa oír la multitud de golpes que da la piedra cayendo al ruedo,
me aburre amontonar polvos sobre las superficies límpidas con luz de dedos,
dibujando, de forma circular, en acciones, una y otra y otra imagen....
Hasta reducir la imaginación y el cero.

Me divierte lo que la gente piensa de mí o cree que siento,
porque digo amar y malinterpretan, porque saben que la mente hace mucho,
pero mucho, mucho tiempo, que hace lo que el corazón no puede,
creer y, creer y verle...
Tratando de ver sí es o no es que los comportamientos anuncian las emociones,
que no tengo, salvo para con algunas personas, que intentar meterme a su campo,
mientras corro, por todos ellos y me les escapo... Otra vez me les escapo.

¿Pero, es porque soy inteligente simplemente?
O porque hay una preparación que hizo de andamio para ver desde lo alto...
Veo desde lo alto los detalles del piso... ¿Será cierto que tengo lo que digo que tengo?
Aún cuando el mismo se manifieste, en comportamientos,
que van desde lo real hasta lo auténticamente imprevisto...
Soy lo que digo que soy, ¿pero, cómo impacta en mi entorno y en mi vida el nombre Jesucristo?

(Porque no soy una reunión o un ministerio,
o un grupo de siempre iguales,
sino una transformación en sí porque...
Lo deseo, ser transformador y tengo urgencias,
sin pretenciones ni ambiciones personales...)

Me pregunto y me pregunto, si los príncipes discuten o se enojan,
si llevaron pueblos a la guerra de los siglos, a problemas que hoy no tienen aún solución.
Humana.
Y si eso viene siendo la voluntad equívoca de las generaciones de viborantes...
Aún cuando repriman su anuncio en cólera y vaya y venga simple mi multitud de palabras...

Me da asco que se crea que por que digo amar genere hambre,
de concretar cosas que no siento ni deseo tener con nadie.
Me da asco que las personas entiendan que soy lo que no,
pretendiendo volver mis objetivos aquellos movimientos que no fueron mis principios.

Y es bueno. Porque el Príncipe de Paz determina más principios,
que la boca más soberbia y ordinaria,
y aún con su extrañeza me conduzca a un nuevo sueño y esta noche,
haya estado a la altura de sus ojos y al mirarla,
fui certero al coincidir con mis negocios, sin meterme como rata en una trampa.

Y me tomo dos segundos y la honro,
como puedo, como sale, con el alma, porque veo,
porque escucho y porque oigo...
Porque tengo, lo que tengo, porque es propio.

Nadie va a sacar y poner de mi vida a antojo,
eso no lo quiero.
Eso no lo quiero.
Quiero entonces.
Quiero...

Me desato y me concreto a lo concreto.
Es muy tarde...
Pudiera ser un simplemente,
total que se pierda para siempre,
ahí yo no me meto.

2 comentarios:

fe. dijo...

"(Porque no soy una reunión o un ministerio,
o un grupo de siempre iguales,
sino una transformación en sí porque...
Lo deseo, ser transformador y tengo urgencias,
sin pretenciones ni ambiciones personales...)"
Ya lo creo que si...:) se te quiere

gisele dijo...

Me da asco que se crea que por que digo amar genere hambre,
de concretar cosas que no siento ni deseo tener con nadie.
Me da asco que las personas entiendan que soy lo que no,
pretendiendo volver mis objetivos aquellos movimientos que no fueron mis principios ....... ;)