que los celos desaparezcan diluídos en la seguridad de encontrarte,
cada día como una suave brisa, que es el retoño más precioso de tu tierra...
Qué desafío tu corazón que retorna siempre a la poesía,
como si no lo transformase el mal, como si fuera ajeno al dolor de la espera,
precisando una curación de flores, con mate dulce, tibio, en las manos de la primavera...
Como si las mariposas dieren un paro colorido, cortándote las rutas de vuelo,
entre la oración y la pascua, entre tu libro y el mío, entre tu te quiero y mi te quiero.
Para que precises de mi canción de rasguidos desafinados,
porque no puedo tocar la guitarra, y me frustro, y la combato.
Porque cuando ella me toque.
La música, tendrá sus letras. Mientras tanto.
Lee, estudiá, formate. Porque mañana habrá que armar ilusiones transitorias,
construir inmuebles pasajeros, decidir sobre postales o alamenas,
y ser graduados en profesionalidades.
Mirar con los anteojos caídos los errores furiosos.
Y vos y yo.
Encantados en un mc donald´s.
El único mc donald´s que hace bien es el cerrado.
Que desafío desafiarte a resistir la contentísima manera de educarnos,
mientras un momento se transforme en otro,
como si los noctámbulos fueran los que se quedan quietos.
Quiero cumplir toda la promesa,
vivir en el tiempo de la recompensa.
Para el refrigerio de poner la mesa.
Habrá que comer.
Algún día.
Inocencia.
Toda tu simpleza me basta. Quiero que sigas leyendo. |
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