jueves, 31 de mayo de 2012

Mañana de escudo

Uso la palabra viento,
la palabra médula,
la palabra usaste.
Usaste la palabra escudo
delante de un niño movedizo que corre
brincando entre los montes
buscando significados.

Usaste la palabra escudo,
y el heraldo interno,
mi guerrero antiguo,
mi soldado,
miró el horizonte buscándote,
frunciendo el ceño,
anhelando marchar para encontrarte.

Matar en el camino de encontrarte.
Los soldados matan.
Para eso están.
Parece obvio. Pero no es tan obvio si lo pensás.

Leemos que la muerte posó sobre aquel campo,
que vino con el humo, las moscas, la violencia,
la astucia del maligno cumplida de momento,
las puertas del infierno,
recuerdos de una guerra y en medio de la tierra,
siempre hay alguien que la abre,
y siempre serán pocos los que cierran.

Y guerras, terribles, hubo muchas, o tantas como flores,
guerras ricas, aunque hubo guerras pobres.
Hubo guerras de familias contra familias sin escudos,
hubo guerras de pobres libertarios contra ricos cogotudos,
hubo dos bandos.
Hubo cinco bandos.
Hubo desbandes. Y multitud de estandartes.

Hubo divisiones.
Tajos profundos, que si lo pienso, son el escudo que nunca alzó Jesucristo.
Pudiendo levantar un arma, levantó su cruz. Y la siguió.

Pero la sangre, el coágulo humano de su lastimadura,
no fue precisamente su armadura...

Entonces... ¿Cómo entiendo cómo funciona Su cobertura?

Su escudo es una fe superadora.
Su escudo es uno de los pocos amores que nunca empeora.
Lo usa un musulmán y funciona,
busca un ateo, y este escudo también reacciona,
una guerra de vientos, y el escudo, de memoria,
te cubre, te abraza, te cuida, te enamora.

Es escudo, es familia, es historia.
Es amiga. Es amigo. Es tu bronca.


Su escudo es de un amor que venció al mundo,
su escudo dejó callado a Einstein, inspiró a Newton,
habló de noche con los admiradores de las estrellas,
cuidó a la madre joven que murió de hambre,
besó al niño guerrillero mutilado de Nigeria,
cubrió a los asesinos, perdonó a los inocentes,
esta mañana se hizo un hueco,
y a mí y a Vico nos golpeó la puerta...


Uso la palabra viento,
la palabra médula,
la palabra usaste.
Usaste la palabra escudo
delante de un niño movedizo que corre
brincando entre los montes
buscando significados.

La palabra escudo,
como yo la uso,
no tiene significado.




Es escudo, es familia, es historia.
Es amiga. Es amigo. Es tu bronca.

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