jueves, 17 de mayo de 2012

Sobre la vida y la esperanza

Entre Rubén Darío y la pared.

CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA 
(Fragmento interesante)


A José Enrique Rodó
(Dedicatoria original, qué tan importante sea. José querido.
Amigo del poeta.).





"Yo supe de dolor desde mi infancia,
mi juventud... ¿fue juventud la mía?
Sus rosas aún me dejan la fragancia...
una fragancia de melancolía...

Potro sin freno se lanzó mi instinto,
mi juventud montó potro sin freno;
iba embriagada y con puñal al cinto;
si no cayó, fué porque Dios es bueno.

En mi jardín se vió una estatua bella;
se juzgó de mármol y era carne viva;
un alma joven habitaba en ella,
sentimental, sensible, sensitiva.

Y tímida, ante el mundo, de manera
que encerrada en silencio no salía,
sino cuando en la dulce primavera
era la hora de la melodía..."



(Para que se conozcan.)

No sé dónde poner los ojos para seguir la métrica,
un arco iris es un pacto y un dibujo

no sé sí mirar en las profundidades, no sé si pagar e irme,
si esconderme a morir en esta cueva.
Si salir a dar la buena batalla.
Brindar la pelea.
Dar la pelea.

Estoy muy cansado de andar sin manta.

Me cubren los hombros las palabras del profeta,
sus besos no me tocan, sus besos me convierten en ausencia,
en Córdoba, las algarrobas dulces, y los olmos crecidos,
desquebrajan las veredas del paso en la Cañada.
Yo me acuerdo de estar sentado en esa vía.
Detenido, en movimiento o escribiendo.

Hoy me preguntan qué hago, a qué me dedico.
Soy un buscador de universos, cómo te lo cuento,
de qué forma te lo explico.

Soy educado entre los ministros de las palabras,
que me dan lo que no pudieron transformar entre ellos,
y me dicen Guillermo, esta tarea es más grande que tus hombros.
Me miran quebrarme humillado. Saben que voy a poder.
No porque yo lo sepa. Sino, porque como dice Rubén, Dios es bueno.

Estoy muy cansado de andar sin abrigo.

Por eso insisto en que si sos vos me digas.
"Soy la voz". Y si no ya no me hables.
No me confundas. No me digas nada más.
No me hables.
No hables.
Hablá.
Por favor: Si sos vos, hablá.

Porque la búsqueda nos llegó hasta acá.
El clamor genuino, el parto, el dolor es hasta acá
estoy diciéndote que tengas piedad de mi alma,
que si veo rincón en tus manos, de todo el globo,
para mi espalda le des descanso.
Que no me hagas sorber el rocío ni batir las manos.
No quiero aplaudir.

¿Es una de esas noches en las que,
nos parece,
que nada de lo que hacemos se merece un aplauso?.

Me sacudo la ceniza de los hombros. Estoy harto.

"La semilla de las ideas falsas germina y crece 
hasta convertirse en relaciones sociales
injustas y perniciosas que producen sufrimiento".

Somos de aquellos jóvenes que eligieron
tener la responsabilidad de combatirlo
hasta vencer.

 *: Vishal Mangalwadi - 
VERDAD Y TRANSFORMACIÓN - Pag.193

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