Vino a visitarme el equilibrio y yo no estaba
trabajó dándole forma a mí energía,
luz que a veces se apagaba
luz que a veces se encendía
estaba el equilibrio de la cordura
con el pensamiento desordenado del hombre triste
verdad que a veces nos salió oscura
verdad que a veces no descubriste
pero estaba el equilibrio adentro mío,
mi lado que estaba muerto, y mi lado que estaba vivo,
y yo me moría un poco,
y a veces estaba vivo...
Se sentó como un jugador de fútbol en el piso de laja sucio
haciendo contra fuerza con los dedos de los pies hacia los muslos
trabándose la postura, sin balancearse
mirándome con lástima, a mí, al brillante desequilibrado
poesía que hace propenso de locura a los despiertos,
poesía que ocupa en arte al corazón de algunos desocupados.
Invierto el rol, le pido que se acerque a besarme los labios cortajeados,
ella es él, yo soy yo, aquellos son nosotros y nosotros finalmente ellos
suelta la bocanada de humo y se arrima
se lanza en vuelo cortado, besa las nubes, se agita
rompe el esquema, se contrae,
desaparece.
Balance de justicia de palabras duras,
vocación oscura la de los exhortadores,
prefiero besar al enfermo que pedirle a Dios que se mejore,
pero el efecto, la causa y la reacción, el equilibrio,
la concreción, la coherencia,
la paz.
La espalda de una persona,
la contra cara de la felicidad
el puño cerrado, la mano abierta
el sol bañado de lluvia en una mañana mas
el juego interminable de la vida
el desmembrarse de los imperios de otrora
la realidad que no me llama y no me dice
dale querido, ya es hora
no quiero no puedo no tengo
quiero puedo tengo
hago
más o menos
equilibrio.
Amé las cosas del daño elegante
mis misiles fueron fuegos artificiales
y la chimenea de la fábrica de color
cerró sus puertas.
Declaró quiebre intencional con muerte en las protestas
y el silencio de los carneros de siempre de mi corazón
bloqueó las puertas
permaneciendo en situación de toma.
Invadiendo como siempre,
los sectores débiles.
Debería hacer algo un poco más sustancioso en mi vida
que dormir y despertar,
que soñar y escribir,
que pensar y cambiar.
Debería vivir mi vida con equilibrio,
de blanco a negro mil grises,
de negro a blanco,
¿qué dices?
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