La fe es la perspectiva del amor.
Estas empiezan a ser las últimas palabras que encierre en este lugar
por eso creo que nos hará muy bien empezar a elegirlas,
una a una y a conciencia
comprendiendo que afecta al corazón
y algo se moviliza en el alma
preparando al espíritu para lo nuevo
que sigue desconocido.
Quiero que sea una oración de cotidianidad
sin arrogancia ni mampostería;
que se logre la belleza cruda
del que esculpía en el mármol
que no tenga retoques
ni magia posterior
ni imágenes que agreguen sugerencias,
que esté desnuda en la inmensidad de internet
conociéndose a sí misma bella enteramente,
sólo por sentir el amor con la que la estoy creando.
Y que los niños, jugando, me adhieran lo sensible que no está
quizás en lágrimas muy saladas de la adolescencia que se perdió
quizás en cosas que no tuvo tiempo de llorar porque tuvo que resolver,
y en cosas en las que se tuvo que buscar la solución mientras se lloraba.
Sólo se le tiran piedras al árbol con fruto, anotó Ayelén,
yo no la conozco y ella no me conoce,
e igual la leí, y sin conocerla me hizo muy bien...
Me acordé de cuando se agitan las ramas de las copas y se escucha el golpe seco,
me acordé de los nogales y sus metralletas de besos en la tierra contra el viento,
vi el vibrar a los manzanos rionegrinos cara al pueblo, soltando frutos puros
soltando lo mejor de sí, como cuando el hermano se acuerda y te da un beso.
Así lo viví.
Lo viví seleccionando el gramo que te haga diferencia.
Lo viví mirando el tiempo desde que me detuve
lo entendí porque soy de la savia, lo sé porque soy de un árbol,
conozco mis ramas vivas, reniego de mis ramas secas
soy loco como un quinoto, que es un rayo dado vuelta de amarillo.
Puedo entonces hablar de lo que quiero
en horas que no te digo nada
en segundos que te dije todo.
En vueltas que al barco ajeno le dio campana
haciéndose imposible reverencia alguna
milagro, o recupero, o cosa programada...
Encierro en las paredes de un gran departamento
poesía necesaria que se ha inutilizado
herida como un gamo que alcanza su disparo,
herido como un vientre feliz del nacimiento
un sólo sentimiento, un sólo rocanrol
un sólo cielo arriba y al cielo un solo sol.
Así.
Sensible al momento ajeno de buscar su hora,
su próxima palabra, su final premeditado,
se sueña con la letra efe, poniendo fin a esto,
que es todoloquetienees y es todoloquetengoo...
Buscá palabras para que rime contigo
dame la mano,
y andemos a la meta.
Al llamamiento.
Estas terminan de ser las últimas palabras que encierre en este lugar
por eso creo que nos hará muy bien terminar de elegirlas,
una a una y a conciencia
comprendiendo que afecta al corazón
y algo se moviliza en el alma
preparando al espíritu para lo nuevo
que sigue desconocido.
La nueva dimensión del habla.
Espero tus palabras.
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