Tan feliz como una escalera que sólo aspira a llegar a la terraza,
tan comentable como un beso,
tan contable como una anécdota...
Tan desconocido como una pelota,
tan presidente como tu canción...
Tus manos iban a ser una cámara celeste.
Tu corazón una bóveda, tu mirada una comezón, una cosa que zarpulle,
algo que viene a faltarme la ortografía,
que conozcas la opción de guardarme.
No hay estrella que te catalogue.
No hay lágrima que te emocione.
Sos la única curva de mi fotografía...
Sos una idea que se quiebra fácilmente...
Entonces.
Puedo dejarte en la duda.
Soltarme del cielo que me imaginé, y ponerme a contar antenas.
Escaleras ajenas de comunicación distinta.
Quedarme callado.
Ver que mi puerta se corrió de lugar.
Solamente soltarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario