Si fueras de granito entonces tendría entre mis manos una roca;
entonces te vería como deshabitada por dentro,
te admiraría desde el piso, te vería en las montañas que no vimos juntos,
te diría simplemente; ¿Dónde estás?...
Porque la multitud de piedras que hacen permanecer a la montaña,
me ven andar sin vos por este planeta tan lleno y no me reconocen...
Si fueras solamente un poco de viento, llevarías de mi soplido al otro lado,
secarías las angustias lagrimosas de otros miembros, consternados, apócopes, apocados,
vendrías empujando fragancias y olores, o camiones volando, huracanada, enojada,
o distinguida brisa para el rostro surcando lo marino, o frío de verano que refresca,
o amor que le propone al espíritu, como andar de despacio entre este soltar de vidas,
para que la multitud de vientos que me soplan sin el tuyo me detengan por ahora...
Si fueras, en tanto, el nudo de la madera, estarías viva hecha en el bosque,
o aún más viva en tu servicio mueble, trasladando las figuras del interior del árbol,
donde al pecho se abra una boca del momento de contar una historia nueva;
alternado abiertamente, dejando que todos digan y hablen, y todos sientan, o se apoyen,
para que tu resistencia crezca en los exteriores de una canción desconocida,
y se esfuerce locamente por mantenerse de pie y unida en la presencia del fuego o del viento,
sin que me hablen o me digan que no te conozco, porque te ví, hace toda mi vida...
Si aún fueras por Dios, una pieza de la melodía, que rasguido de cuerdas se harían naturalmente,
los que vienen a conocerme porque no me conocen, mientras que pretenden,
los que solamente lo pretenden, y se detienen a preguntarse las preguntas que el sonido no se hace,
sonido invisible, o aire, y ondas que navegan dando un vibrar en las espaldas;
para que los tímpanos resuenen en un eco que se mueve por las trampas de palabras,
y me pierdo, porque el sonido me aturde, y la multitud me pregunta si aún me llamo;
si soy este grito volando, si soy esta porción sin tu nombre.
Si fueras de granito entonces tendría entre mis manos una roca;
entonces te vería como deshabitada por dentro,
te admiraría desde el piso, te vería en las montañas que no vimos juntos,
te diría simplemente; ¿Dónde estás?...
Porque la multitud de piedras que hacen permanecer a la montaña,
me ven andar sin vos por este planeta tan lleno y no me reconocen...
Aún si no existieses, por si fueras, repetidamente gritaría cuánto quiebro,
porque busco la canción que no encontraste, en poesía gutural o de la tierra,
y si sólo guardo para vos una emoción, si soy simplemente una estación,
que para tus pies de siervas, conservó tu Dios, y a través de Él toda la época,
muchas veces lo que escribo es la oración, muchas veces lo que escribo es solo hierba...
¿Pero cómo me va a entender la multitud, con mis palabras,
si mi piso, que hoy es de Agua Marina me soporta,
cómo vendré a ser yo, si mi yo es el poco esto que ves...
Si hay que analizar...
Si hay que pensar...?
Pensando Pedro se hundió en las aguas,
hablando Cristo calmó la mar.
Si fueras un poco más. Si fueras.
Yo sería. Y sería. No quizás.
"Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado.
Hazme saber el camino por donde ande, porque hacia ti he elevado mi alma..."
Hazme saber el camino por donde ande, porque hacia ti he elevado mi alma..."
1 comentario:
"Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado.
Hazme saber el camino por donde ande, porque hacia ti he elevado mi alma..."
♪♪ quiero escuchar tu dulce voz, rompiendo el silencio en mi ser ♪♪ (conoces esa cancion?)
Publicar un comentario