lunes, 21 de mayo de 2012

Olas que son triángulos en cuadrados.

La ola no dura nada,
se forma,
se viene,
se arquea,
se modula,
ondula,
se desgrana,
y se va.
Así son tus ojos.
Rápido rayo láser.


La ola no afecta a la piedra,
la besa,
la cubre,
la acaricia,
la agita,
la desgasta,
suponiendo,
superponiéndose.
Así son tus manos,
un electrocardiograma.


La ola abraza la costa,
la desea,
la admira,
la posee,
la conoce,
le hizo daño alguna vez.
Como vos a mí.
Como mi idea a mí.


La noche se desarma sobre la costa de mi ciudad.
Es enorme,
está llena de curvas,
como un pintura al aire libre,
como la negación,
o el silencio.
Que se dobla de rodillas exclamando.


Está llena de honra.
Como una ola.
Que dura poco.
Y me cambia la vida.


Y me bendice,
me recrea,
me inspira,
me sonroja.
Me seduce.
De nuevo.
Como una ola.


Una ola,
como una película en el cine,
como un abrazo de noche,
como esperar el momento indicado,
la palabra justa,
el momento preciso.
Como vivir en el tiempo exacto.
En el que fui creado.
Cómo hoy.
Tal vez como mañana,
en dónde el día.
Nuestra día.
Volverá a ser fantástico.


Mañana Pablo se cubrirá de acrílico, se ensuciará las manos,
Juan en tanto, hará una línea profunda entre la Biblias y lo comprendido,
Graciela tendrá su espacio de enseñanza y oración,
Germán podrá acariciar una planta dándome este extraño significado,
Micael será como una ola que viene o va embelleciendo la tierra,
Joaquín me va a amar y yo a él.




Y su risa, su tos, o su falta de conocimiento serán mi milagro escondido.


Todos seremos mejores mañana.
Cada padre amará a su hijo.
Mañana seremos olas.
Lugares comunes que no encajan.


Triángulos en cuadrados.
Círculos sobre trapecios.
Elementos.
Elementales.


Olas, que se dispersaron invadiendo el viento,
sonrisas, de amigo, en el mismo espíritu.
Porque eso es lo importante.
Imitadores.
Verdaderos.





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