sábado, 11 de agosto de 2012

Llegar Alto

La tragedia es cotidiana, la comedia una mentira,
la familia se disuelve en nadas, la mesa un lugar de paso,
la palabra es movida como el viento,
el aliento de una generación se me desploma
y mis palabras vuelven a ser el alma de mi época.

Estoy encendido y todo se me apaga.
Tengo que escribir para defenderme.
Te tengo que defender a vos que ya estás durmiendo,
a vos, indefenso compañero o compañera.

Mientras tenga el aliento, mientras me duela el estómago frente a la injusticia,
mientras sepa la verdad que mi corazón atesora y pueda amarla,
ella a mí y yo a ella; habrá poesía.
Mientras pueda verla al cerrar los ojos. Habrá poesía.

Hay versos cuando mis ojos nacen a la luz de su estación de tiempo
decidido en mis manos como Guardia por su Rey,
vigilante como Siervo de su Señor
muriéndome anónimo y en la nada de haber sido elegido en esta muerte.
Ocasión que no transforma mi tiempo morir en la emboscada.

Pero hay vida, hay chances todavía y tengo tinta en mi teclado,
me pongo nervioso porque un cable me llega al alma
intercede por mí un dolor de panza indecible
he sido tomado por la liturgia, he caído en beber en el soneto
he sido testigo de la maravilla y la creación es poca,
y el sol y la luna y las manos humanizadas de los animales del bosque

aquí, materializados, son genuinos,
apócope de un mundo que termina
misión de ahora
eufemismo, poesía, poesía,
suelto mi mano, dejaré caer al mundo su poesía.

Quizás hoy no pase nada,
quizás la humanidad lo sepa pronto;
quizás nunca;

hubo un nombre sin trascender que trascendía
dio su sueño, su fortuna, su amor
a cambio de una palabra en verso y una rima
a cambio de un ideal tan perfecto que todo lo lleva a la ruina

por creer primeramente en esta oración del alma
porque la bala no mata, matará en tanto, la idea que la envía.

Sufre mi horizonte de playa con su ruido de descanso enajenante
porque se acaba este día y soy un momento de pasión como tu eres,
yo hablo y tu hablas a la vez,
está el espejo incoloro,
reflejándome
como si nada y todo fueran ciertas,

puntas ejerciendo peso muerto,
tirando de mis brazos en nuevos compendios de frutos secos
como si dijeren que soy suyo y al resistirme,
mi hombro se disloca en la defensa,
de morir por lo que debía vivir.

Estamos viviendo tiempos en los que deberíamos morir.

Así eres, Musa, que me quitas todo y el descanso
que vienes por Miserere y por la Rambla,
que conoces Essex y la Mancha
que tienes el tiempo suficiente de mi ojos
conociendo aún más que el tiempo,
Musa, que pastoreas mis sueños a lugares con Amor.

Preciosa y digna, hija de Dios y hermosa compañera,
que realiza cada beso en disidencias que hacen cierto al amor,
precioso al canto, bella agua que desliza la lluvia del cielo hermoso,
claro y doloroso amor que limpia mi alma,
como si el hisopo fuese el Verbo con algodón de Palabra.

Palabra que se mantiene en el aliento magnífico del aura
hálito, suspiro que en la noche reposa mojando el vidrio
deuda paga, poesía que se termina
marca del dedo que se señala en la autoría
de ser en mi tiempo acaso inalcanzable
sabiendo que apenas es un nombre que apellida

calle hermosa,
Musa,
rellenando compañera,

mañana que dedicarás tu cuerpo
tu cuerpo de nubes y noticias nuevas,
tu emoción que encierro en cúspide de nubes,
no me alcanzarán porque no pueden,

todos están bajando cuando mis palabras suben.

Todos estarán ignorando lo que con vos supe.

Gracias,

porque reconstruyes mi corazón y entonces,
tengo ganas de construir el tuyo.
Beso la palma abierta de la mano que ha dado una ilusión,
ilusión que es esperanza en decirlo de este modo,
condición que me abraza en la decisión fiel
de creer con mi vida
defendiendo como un peón en este juego
en el que nunca me han dicho jaque,
en el que nunca nadie dice mate
en el que nunca nadie
nadie

nunca nadie

podrá hablarme por encima de mi Dios.

Mientras que al cerrar los ojos tenga un semilla de amor
habré de tener un bosque en las manos para darte.

Viéndote en lo mejor de mis tiempo,
salto de piedra en piedra,
esquivando la muerte que sueltan las palabras,
deseo verte feliz,
allí, en ese Llegar Alto,
que tendré algún día.

Que veré con una sonrisa,
de rodillas.
Hermoso. De rodillas.

1 comentario:

Marijo Hooft dijo...

Hay frases sueltas que tienen vida propia, en su conjunto no se llegan a apreciar con plenitud. Me encantan, entre otras:


-Mientras que al cerrar los ojos tenga un semilla de amor
habré de tener un bosque en las manos para darte.

-porque reconstruyes mi corazón y entonces,
tengo ganas de construir el tuyo.

-Preciosa y digna, hija de Dios y hermosa compañera,
que realiza cada beso en disidencias que hacen cierto al amor,
precioso al canto, bella agua que desliza la lluvia del cielo hermoso,
claro y doloroso amor que limpia mi alma,
como si el hisopo fuese el Verbo con algodón de Palabra.


-porque la bala no mata, matará en tanto, la idea que la envía.


-Sufre mi horizonte de playa con su ruido de descanso enajenante

-muriéndome anónimo y en la nada de haber sido elegido en esta muerte.

-Estoy encendido y todo se me apaga.
Tengo que escribir para defenderme.
Te tengo que defender a vos que ya estás durmiendo,
a vos, indefenso compañero o compañera.