sábado, 5 de mayo de 2012

Conformes (Poesía 100)

No estoy conforme, pasé la frontera, 
guardé la documentación en el bolsillo,
miré para atrás como cuando fumaba,
pero me miré las manos limpias,
ya no me calma el alma un cigarrillo,
el sol se puso sobre la ciudad desconocida,
de frente, gigantesco, aterrador, miró el desierto.


Los anteojos de sol, las zapatillas, las ganas de correr,
enmendarme al asfalto como una lapa, sobreponerme,
tomando la distancia que el hombre necesita.
Sanar heridas estructurales,
permitiéndome que se me propongan nuevas alternativas.


Dejé la necedad del siglo veinte...


Abandoné mis emociones a la suerte,
las solté con el fragor de una locura,
de la euforia racional, de la consciente.


No está demás decir que se me llama,
me dice: "Ey, rocanrol, ¿venís a verme?",
le digo que cambié, que ya no puedo,
el cambio de mi mirada la divierte.
Yo no quiero que se observe ni se mire,
ni se sufra condiciones que proyecten.


Las manos, contra la tela del jean acariciante,
que suben y bajan frotándose magnéticas,
mi pelo, que crece felizmente, con rulos,
que vienen de luces de historias épicas.


Nosotros, partidos,
con la documentación correcta.
Partiendo hacía lejanos lugares comprendidos,
del monte preservando lo que aprendo,
entonces desechamos lo vivido.


Estimo por basura,
por género ordenada,
cuánta cosa dije o hice,
que no usé para agradarle...
La entrego porque quiero dormir suave,
la entrego en el momento de entregarte.


Me guardo el corazón y los papeles, deseando
no encontrarme con el brillo,
de la luz que menean en los labios,
los que muerden delicados cigarrillos.


Fugado.
Como todos los que pasan,
distancia de anunciar lo que he anunciado,
prefiero comprobar que no han querido,
que al bobo, que al mirar, no vio a su lado.


"De sentirme a tu lado, me hará mucho mejor!"
La Renga.







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