domingo, 27 de mayo de 2012

Siete caprichosos.

Si algo faltaba para aislarse un poco más, era taparte los oídos,
era ocupar el silencio de tu alma con la ingratitud depredada de tu naturaleza de vacío,
icono, porque te gustó bailar, pero ya nadie sigue tus pasos,
como si buscaras ser anónimo, y resultaras ser ultra violento.


Estabas herido, ayer allá te sanaste.


Pero a unos mil seiscientos kilómetros se levantan gastados,
o no se levantan, porque hubo fiesta en la calle,
en una extraña sincronía,
entre la voluntad de los hombres,
y la solicitud del premio de los cielos.


Se parte el pan con la mano, la ropa húmeda, 
estalló el grito de un bombo diciendo,
alguien se inclina orando,
no vuelvan a discutirlo, miren lo soplan todas las gargantas,
es la historia de la Crisol que está pidiendo,
un momento,
un tibio rincón conocido entre un tango y un cuarteto.
Agradecido.
Siempre.


Pude conocer a la dama de negro,
no es mi realidad, pero de Murga es mi mejor recuerdo.


Se parte el pan, y hay muchos compañeros.
Por eso la tinta de almizcle y caramelo se prepara,
y en siete años más repito, los Caprichosos no se comparan.
(Con los brazos levantados.)


Explotó luminoso en el cielo de mi memoria,
pero no hubo heridos.
Hubo divertidos, hubo emocionados,
hubo conmovidos.
Hubo aparecidos. Y desaparecidos.


Anduvieron los duendes burlones de los conventillos,
los fantasmas del barrio de Flores que mandó de Dolina,
estuvo el aplique brillante, el plato lustroso,
el hielo, la jarra, el chiflido, los focos, la noche, la luna,
mi canción, tu pulso reo, y los amigos más firmes que ví.
Siempre un desubicado suelta el humo. Yo no ya.


Estuve dando vueltas de memoria por ahí,
haciendo otras cosas, ¿crecí, o no crecí?.


Dicen que el paso de nuestras vidas nos lleva a la eternidad,
que aquello que hagamos ahora afecta o mejora nuestra libertad,
y qué hermosa, con cuidado semántico de usual es mi adjetivo,
sí sé que es hermosa es porque la tuve, sé lo que digo,
sí sé que es hermosa es porque la tuve, y sé porque vivo.


En otro canal de historia, en otro canal caminé con la generación de ahora,
no hacen Murga, es cierto, ellos no me verán bailar, y no caminan todavía todos juntos,
hay que ir y volver por la calle para seguirse los pasos,
me duele el corazón y desespera saber que si no vamos todos juntos,
caminamos con destino hacia el fracaso.


Pero ustedes que me conocen saben de lo que hablo.
Ustedes saben que un viajero cambia el curso del ocaso,
ustedes saben que un siervo con corazón de león propone el cambio.
Ustedes son siervos y leones. Ustedes son Caprichosos,
no se conforman con un no, no se conforman, van por todo.


Feliz año nuevo.
Feliz año.
Feliz.


Antes enfatizaba gritando.
Ahora enfatizo y repito.


Feliz.
Feliz año.
Feliz año nuevo.


Es más sencillo.
Es como mi sonrisa cuando pienso,
que me pongo junto al Gordo y el Gonza,
un bombo lustrado con platillo.
Y Tincho me marca con la viola el estribo.


Arriba las manos.
De mis entrañas salieron sueños de ese color.
Son míos también. Aunque ya no los conozco.


(...¿Van a decir que está mal?
¿Me van a decir soberbio?...)


Felices siete años caprichosos. Sigan creyendo.


Las muchas aguas no podrán apagar el amor,
ni lo ahogarán los ríos.
Cnt 8.7

El de la foto soy yo. YO SOY EL QUE SOY!














1 comentario:

Unknown dijo...

Sos un grande! Gracias