jueves, 31 de mayo de 2012

Lineas verdes

Después cuando en la primera adolescencia,
aprendí que unir palabras era bueno,
supe consumir horas de viento,
y al mar dedicarle un verso,
un beso a la canción,
un verbo al carrusel, fruncido el ceño.
Una oración al cansancio,
un nuevo documento de identidad para mis sueños;


Y tuve mucha luz al comprender,
que fue porque pisaron los brotes del pasto,
que años atrás por el ancho del campo,
un profeta descubrió todo un camino.
Quiero atravesar toda Samaria,
con multitud de vendas, de aceites y de vino.


La distorsión es luminosa,
el agua es contra el vidrio.
Vé, y haz tu lo mismo.


Pasaron cuatro hojas del tiempo en que maduro,
así construyo el día, bendigo mi futurom
lo que aparentaba a tiempo,
es poco de saberte y no buscarte.


¿Sabrás que para escribir tu nombre
preciso mucho más que estar seguro?
¿Sabrás que soy cobarde o soy un torpe,
que a veces aunque crea, igual lo dudo?


¿Creerás que de esta duda armé  a la fe,
que de una nube se empaparon tus vestidos?
¿Creerás que me preocupa el agradarte,
porque te pensé hasta el punto en pensar en lo que digo?


Espero que te resulte esta promesa,
lo pienso mientras paso por tu casa
es bueno comprender por qué es de noche,
se aproxima el futuro, la semana pasa.


Machado, Rainer Rilke o Garcilazo,
Neruda, Benedetti o Pizarnik,
Walt Whitman con la prosa sobrequilla,
y verte desde siempre y hasta aquí.


Tus pies de lona fugaz, tu risa clara,
control que estorba, así te visitaba;
dispuesto a someterme,
te cuento cómo se ve desde esta noche,
de lluvia no brutal,
en donde otra vez, Jesús nos ama.


Con Él hablando de regeneración,
como suplanto la memoria de si fuera yo,
[...por otro,]
quizás profesionalizo todo,
un poco más cerca de vos.

Digno de alabar, Él es Santo,
cuando nos rodea con Su amor inmerecido
¿qué hermoso no?

Sobre la verdad y el hombre. Reconciliado.

Tengo por secreto un almohadón,
también un caramelo media hora,
me asusta comprender lo que pasó,
sucede que están probando nuestras obras...

Me encantaría hablarle de la Cruz a Luca Prodan.






Mañana de escudo

Uso la palabra viento,
la palabra médula,
la palabra usaste.
Usaste la palabra escudo
delante de un niño movedizo que corre
brincando entre los montes
buscando significados.

Usaste la palabra escudo,
y el heraldo interno,
mi guerrero antiguo,
mi soldado,
miró el horizonte buscándote,
frunciendo el ceño,
anhelando marchar para encontrarte.

Matar en el camino de encontrarte.
Los soldados matan.
Para eso están.
Parece obvio. Pero no es tan obvio si lo pensás.

Leemos que la muerte posó sobre aquel campo,
que vino con el humo, las moscas, la violencia,
la astucia del maligno cumplida de momento,
las puertas del infierno,
recuerdos de una guerra y en medio de la tierra,
siempre hay alguien que la abre,
y siempre serán pocos los que cierran.

Y guerras, terribles, hubo muchas, o tantas como flores,
guerras ricas, aunque hubo guerras pobres.
Hubo guerras de familias contra familias sin escudos,
hubo guerras de pobres libertarios contra ricos cogotudos,
hubo dos bandos.
Hubo cinco bandos.
Hubo desbandes. Y multitud de estandartes.

Hubo divisiones.
Tajos profundos, que si lo pienso, son el escudo que nunca alzó Jesucristo.
Pudiendo levantar un arma, levantó su cruz. Y la siguió.

Pero la sangre, el coágulo humano de su lastimadura,
no fue precisamente su armadura...

Entonces... ¿Cómo entiendo cómo funciona Su cobertura?

Su escudo es una fe superadora.
Su escudo es uno de los pocos amores que nunca empeora.
Lo usa un musulmán y funciona,
busca un ateo, y este escudo también reacciona,
una guerra de vientos, y el escudo, de memoria,
te cubre, te abraza, te cuida, te enamora.

Es escudo, es familia, es historia.
Es amiga. Es amigo. Es tu bronca.


Su escudo es de un amor que venció al mundo,
su escudo dejó callado a Einstein, inspiró a Newton,
habló de noche con los admiradores de las estrellas,
cuidó a la madre joven que murió de hambre,
besó al niño guerrillero mutilado de Nigeria,
cubrió a los asesinos, perdonó a los inocentes,
esta mañana se hizo un hueco,
y a mí y a Vico nos golpeó la puerta...


Uso la palabra viento,
la palabra médula,
la palabra usaste.
Usaste la palabra escudo
delante de un niño movedizo que corre
brincando entre los montes
buscando significados.

La palabra escudo,
como yo la uso,
no tiene significado.




Es escudo, es familia, es historia.
Es amiga. Es amigo. Es tu bronca.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Te veo en la plaza - Glosa Gambeta


Patricio Marcos Piro es Comunista del Amor e hincha Lanús,
es poeta, es gordito, es gracioso, es un hermano,
sabe fútbol, sabe tango, sabe historia, sabe política, sabe amar.
Esa sabiduría última es la que lo vuelve siempre a lo primero.
Distinto de los que predican de bronca, lo que se llama de amor...
Para Marcos un escudo de honra, de poesía y de murga. Siempre en vivo.



Te veo en la plaza.
En la esquina donde alumbra la esperanza.
En el rincón del corazón
donde habitan todos los sonidos
que me contaron los viejos.


Te veo en la plaza. 
Para ponerle una caricia al dolor.
Para encontrarme con los cansados del camino, 
con los obstinados laburantes
de la alegría eterna.


Voy con mi danza chueca,
con mi renga vida. 
Afónico de cantos. 
ronco de sueños.
Silbando bajito la simple melodía
de los que le ponen el pecho a las malas
y van tiñendo de celeste y rojo
los anhelos de justicia entre las chapas 
y los pasillos de la 21.


Te veo en la plaza.
Voy bajando por Iriarte.
Jugando mí ultimo mango
Al juego de no perder,
ni ganar, ni empatar. 
El juego pibe de solo jugar.


Una fresca en lo de Mary
Para brindar por los amigos
y que la fiesta termine
con el sol de la mañana. 
En la “Flor” una caña
apura los poemas de febrero,
la impronta futbolera
y esta prosa berreta
con pupitre en la calle.


Te veo en la plaza.
Los guachos están de temprano
Pateando el foball y bailando en patas. 
Si no hay parches ellos danzan igual.
Desde el almacén lo más grandes atrasamos 
todo esperando vaya uno a saber por que.
Falta poco para la fiesta.


Esta Darío alentando los bombos en silencio. 
Desde la luna Ismael  aguanta el estandarte
en cualquier corso.
Se armo la fila!!!
En el ensayo los brazos en alto arañan el cielo, 
molestan a los santos a la hora de la siesta.
Y el diablo sabe que a la noche alguno se le va escapar.


Te veo en la plaza. 
Mas ruido mas utopía,
Ya no hay mas envase para el alma
en mi cuerpo.
Aca se juntaron todas mis quimeras.


Te veo en la plaza. 
Te veo en Barracas,
Para salir con Gambeteando…
en carnaval.



Patricio Marcos Piro
GAMBETEANDO EL EMPEDRADO


El Corazón (sociedad anónima)

Tu corazón estaba ahí, detenido en el tiempo,
mientras se lavaba la ropa los fines de semana,
y besabas con ignorancia a esporádicas compañías.


Mi corazón estuvo en la pintura despintada
de un paisaje agreste de desierto florecido,
mi corazón de hielo. Valioso corazón de finas plumas,
siempre en riesgo, como almohadón mojado.
Siempre a merced del viento.


Y viene el viento desde el sur, como impulsado por la friolera,
viento que surca el Río Gallegos, el Negro, el de la ruta vaciada,
el viento del sur con olor a preso,
el de los trabajadores, trabajados en Trelew, el que no acaricia nada,
el que no tiene otra prosa posible. Y te enfría, te gasta


te acurruca como arrinconado,


te estupefacta,


te sube.


Y viene con tu corazón arrastrando también nubes polivalentes,
sobando lomos en lomadas de humo nuevo,
como arrastrando porque no pueden caminar tanto en el cielo sin apoyo.


Te sube.
Podrías, pero, ¿subirías conmigo?.
¿Querrías?


Gentilmente considerarte, considerándome sin frutos,
para aprender a ser solamente una persona que juzga.
Sin la paciencia, en apariencia, necesaria, para considerar,
que la cosecha no traerá aparejada nuevas frutas.


Y viene mi corazón desde el hueco de Su mano inmensa.
Sostenido por la grandeza de mi Amado, del Todopoderoso,
llevando en mi cuello la toalla fresca del peso de gloria,
levantando la mirada hallada sin tinieblas,
ayudando a los que no ven para abrir sus ojos


mostrando cómo se pilotea navegando en la retina,
andando las calzadas deshabitadas para habitar,
empezando a soñar de nuevo,
recuperando la categoría perdida.


Mi corazón. Su renuevo.
Mi corazón. Su descanso.
Mi corazón. Su refrigerio.


En todo.
En las cosas elementales.
En las cuestiones simples, y en las dificultades.
En los días soleados de mí vida,
y en los días negros de las tempestades.


En el Cerro de la Rosas, en Las Leñas, o en algún calabozo.
En la multitud, en la ausencia.
En la libertad. Siempre ahora condición en libertad.



Mi corazón estuvo en la pintura despintada
de un paisaje agreste de desierto florecido,
mi corazón de hielo. Valioso corazón de finas plumas,
siempre en riesgo. Siempre a merced del viento.


¿Cómo podría vivir sin poder escribir esto que escribo...?
¿Cómo podría vivir sin las prioridades en Él...?


¿Cómo podría yo hacer si mi corazón fuese el papel...?

¿Cómo podría vivir sino me escribiera Él...?


Me preguntan por canciones de reposo.
Me consultan por motivos deshonrosos,
me estoy volviendo un pequeño que llora asustado,
te quiero, te extraño, te pienso, te amo.


Cualquiera rima.
Cualquier rima es cualquiera.
Mejor que mi corazón se guarde.
Y que tu corazón se pierda.



Gentilmente considerarte, considerándome sin frutos,
para aprender a ser solamente una persona que juzga.
Sin la paciencia, en apariencia, necesaria, para considerar,
que la cosecha no traerá aparejada nuevas frutas.











lunes, 28 de mayo de 2012

Glesca - Glasgow


Glesca, que no se deja ver entre los ríos serpentinos,
que crece como una mancha en el pulmón del Reino Unido.
El vapor, agua fraternal que emerge,
sube al punto de conocer el manantial de noción.
Yo sé de las canciones que los gaiteros te dieron,
estudié tu tiempo de "Royal Burgh".
Lujo victoriano que se hace tierra sobre el bronce añejo.


No sé qué hacer si se pone primero San Mungo,
el Clyde soltando barcos de madera metal
invadiendo los canales y los pasos,


por la catedral, sobre el arroyo Molendinar,
dando la cruz a la Revolución Industrial del mas allá.


Pero estudiantes, siempre, desde los siglos anteriores,
investigándose, pariendo en el oeste una Ciudad Mercante,
con los balcones anunciando ventanales,
y una biblioteca con un millón trescientas mil oportunidades,
la diagonal cuidadosa, que te surca
Glasgow,
dónde quedó el parámetro de Escocia.


Por qué los poetas laureados no surcan la Diagonal de tu bandera,
marca de anunciado mediodía,
código celeste blanco, anunciado de guerra.
Tu célebre teatro, tu dulce y clara orquesta,
tu anuncio desbocado del claro del poeta.
Mejor, aleé Glasgow,
los célticos,
los probos,
los vagos literales.


Anuncio a conceptuales, un día no muy lejos,
veré por los espejos el manejo a la derecha,
tus boyas prisioneras del puerto libre y todo,
y en topper brisa o moros,
con altura preferida de mocasín ligero,


hará pie en lo mejor de tu galantería.


Un día en los noventas eras la capital de la cultura europea;


Astuto gentilicio, tu patria azul así no se negocia,
es tiempo de soltar este deseo,
toma de mí mano Motherwell,
anuncio en tu país Scotland
yo tengo un anhelo. Conoceré Escocia.


(Los sueños aquí ahora se cumplen)


"Pero estudiantes, siempre, desde los siglos anteriores,investigándose, pariendo en el oeste una Ciudad Mercante..."

4000 Visitas!

¡4000 visitas!
Un asteroide de 4000 habitantes.
Muchos habitantes.
Muchos principitos.
Muchas princesitas.

domingo, 27 de mayo de 2012

Unidad es uno solo

Lujo viejo tu vientre de gamo y espumas de humo en el bosque, así eres,
tu lugar es poco, tu corazón poco, animal de piel con poco valor.


Enloquezco viendo la indiferencia del joven
duele el dolor ajeno y el superado y distante,
pensante en cosas vanas,
se seduce a sí mismo.
Yo caminante, caminante,
poesía cinco mil, canción diez mil ocho,
universidades.
Grandes y gélidas,
Universalidades.


Potencia que clama en mí a un fuego que tú no tienes,
no porque no estés ahí,
sino porque se encargó el imperio de someterte,
casi desde la cuna,
esclavizando tu espíritu que en San Lorenzo murió por su Libertad,
que estuvo atado en el Faro, o embolsado en la Base,
porque te dieron un vale gratuito de un país que estás perdiendo,
y festejás escarapelado una victoria ajena,
te abrazás a la consigna,
te crees abanderado.
Militás gritando muerte,
vivís para cualquier lado.


Pensás con tu adolescencia rebelde, con tu mirada finita,
con tu canción de imberbe joven con aros,
con tu voz de cancioneta repertoriada,
creyendo que ese altar es tu tarima,
muy imbécil de tu parte,
no olvides hijo que cada vez que des así,
se sortea otro lote de Argentina.


Pero tus venas son túnel vacío,
parece el túnel que mata princesas
tus ojos la mirada de una serpiente cascabel,
la miseria que propone tu rebelión,
ajena, sensualmente bien parecida,
que aborrece lo bueno,
lo puro,
lo digno,
que mancha,
que arruga.


Que vende, tranza, alquila, coacciona,
corrompe y pudre.
Pero te llegó la hora.
Tu imperio duró hasta hoy.
Me harté.


Tengo asco.
Te tengo asco.
Le tenemos asco.


Porque amamos lo otro.
En voz alta
amo lo bello, lo digno,
lo puro, lo entero,
lo íntegro, lo sagrado,
lo imposible.
Lo que estamos haciendo es imposible.
Pero lo estamos haciendo. Entre todos.


Estamos uniendo jóvenes.
Uno solo en unión.
Armando una sola cuerda de muchos hilos
cuerda que ahorca el daño de la indiferencia,
que sujeta en la obediencia al pensamiento,
que cambia y transforma el mundo por el Reino,
el primero, segundo o tercero,
al movimiento. Diseño anterior.


Diseño.


Sobre la charla de jóvenes.
El altar no era un escenario.















Siete caprichosos.

Si algo faltaba para aislarse un poco más, era taparte los oídos,
era ocupar el silencio de tu alma con la ingratitud depredada de tu naturaleza de vacío,
icono, porque te gustó bailar, pero ya nadie sigue tus pasos,
como si buscaras ser anónimo, y resultaras ser ultra violento.


Estabas herido, ayer allá te sanaste.


Pero a unos mil seiscientos kilómetros se levantan gastados,
o no se levantan, porque hubo fiesta en la calle,
en una extraña sincronía,
entre la voluntad de los hombres,
y la solicitud del premio de los cielos.


Se parte el pan con la mano, la ropa húmeda, 
estalló el grito de un bombo diciendo,
alguien se inclina orando,
no vuelvan a discutirlo, miren lo soplan todas las gargantas,
es la historia de la Crisol que está pidiendo,
un momento,
un tibio rincón conocido entre un tango y un cuarteto.
Agradecido.
Siempre.


Pude conocer a la dama de negro,
no es mi realidad, pero de Murga es mi mejor recuerdo.


Se parte el pan, y hay muchos compañeros.
Por eso la tinta de almizcle y caramelo se prepara,
y en siete años más repito, los Caprichosos no se comparan.
(Con los brazos levantados.)


Explotó luminoso en el cielo de mi memoria,
pero no hubo heridos.
Hubo divertidos, hubo emocionados,
hubo conmovidos.
Hubo aparecidos. Y desaparecidos.


Anduvieron los duendes burlones de los conventillos,
los fantasmas del barrio de Flores que mandó de Dolina,
estuvo el aplique brillante, el plato lustroso,
el hielo, la jarra, el chiflido, los focos, la noche, la luna,
mi canción, tu pulso reo, y los amigos más firmes que ví.
Siempre un desubicado suelta el humo. Yo no ya.


Estuve dando vueltas de memoria por ahí,
haciendo otras cosas, ¿crecí, o no crecí?.


Dicen que el paso de nuestras vidas nos lleva a la eternidad,
que aquello que hagamos ahora afecta o mejora nuestra libertad,
y qué hermosa, con cuidado semántico de usual es mi adjetivo,
sí sé que es hermosa es porque la tuve, sé lo que digo,
sí sé que es hermosa es porque la tuve, y sé porque vivo.


En otro canal de historia, en otro canal caminé con la generación de ahora,
no hacen Murga, es cierto, ellos no me verán bailar, y no caminan todavía todos juntos,
hay que ir y volver por la calle para seguirse los pasos,
me duele el corazón y desespera saber que si no vamos todos juntos,
caminamos con destino hacia el fracaso.


Pero ustedes que me conocen saben de lo que hablo.
Ustedes saben que un viajero cambia el curso del ocaso,
ustedes saben que un siervo con corazón de león propone el cambio.
Ustedes son siervos y leones. Ustedes son Caprichosos,
no se conforman con un no, no se conforman, van por todo.


Feliz año nuevo.
Feliz año.
Feliz.


Antes enfatizaba gritando.
Ahora enfatizo y repito.


Feliz.
Feliz año.
Feliz año nuevo.


Es más sencillo.
Es como mi sonrisa cuando pienso,
que me pongo junto al Gordo y el Gonza,
un bombo lustrado con platillo.
Y Tincho me marca con la viola el estribo.


Arriba las manos.
De mis entrañas salieron sueños de ese color.
Son míos también. Aunque ya no los conozco.


(...¿Van a decir que está mal?
¿Me van a decir soberbio?...)


Felices siete años caprichosos. Sigan creyendo.


Las muchas aguas no podrán apagar el amor,
ni lo ahogarán los ríos.
Cnt 8.7

El de la foto soy yo. YO SOY EL QUE SOY!














viernes, 25 de mayo de 2012

Golden. Sumo y sigo.

Hemos sido continuados por nuestro futuro,
honrados en el presente, dando vehículo a la hermandad de la tierra.
El fuego sobradamente prendido, quemó el momento de hoy,
el desborde emocional que me provocó ver tus ojos brillantes,
impactando en el brillo generacional de los que te rodeamos,
celestes, enormes, hermosos, familiares y del cielo,
como dándole el cierre a la templanza de un fulgurante acero.


De una herramienta que transforma más lugares,
en la forja,
pum, pum, pum,
en el tren,
pum, pum, pum,
en el camino,
porque viaja, como pueden sólo los hombres del Invisible.
Como estiman sólo los auténticos. Los heroicos, hermanando.


Y vos sencillo. Viejo. 
Con tus hijos biológicos, sencillos, hermanos,
tíos, nietos, tribal manera de entender, 
que esta tienda de tierra nos queda chica,
porque crecemos saludablemente para atender a los próximos.


Para amar con nuestra vida a nuestro Dios, porque Él nos puso,
como diseñados perfectos los unos con los otros,
para realizar en acción nuestra oración de vida.
Eternamente Padre.


Para soltarte la eternidad en los lomos,
no para hoy,
para que vivas para siempre,
dentro del mañana generoso de hoy,
ayer,
como presente:


sencillamente,
con mi alegría de corazón,
con mi pequeñez enorme.
Con mi locura,
con mi adopción,
y sin un por qué humano.


Y verte, disfrutando de tu familia y amigos,
gigante y hermoso Golden,
dorado, brillante, real.
Siempre con tu chaleco,
siempre dispuesto a ir al agua,
porque vos sabés muy bien:


"nunca se sabe dónde salvaremos otra vida".



Para amar con nuestra vida a nuestro Dios, porque Él nos puso,
como diseñados perfectos los unos con los otros,
para realizar en acción nuestra oración de vida.
Eternamente Padre.


Tu nariz olfateando el peligroso camino de regreso,
el brindis de Jeremías, de Guillermo.
Tu nariz delicadeza,
la realidad de guerra de mañana,
de dentro de un ratito nomás.
De volver a clamar los arrebatos de nuestra historia como siempre prolongada,
recordándote.
Esa gente que te rodeaba hoy, y mucha tanto otra,
te elige.
No por lo que vos sos. Sino por lo quién amó y ama tu Alma.
Tu alma preciosa, entera y brillante.
Como tus ojos de hombre que sabe a dónde va.


Como tus ojos que son el balcón del hogar;
(donde Jesús, en persona, habita con los suyos.)


Multitud de días para mi amigo,
increíble y bello momento de parrilla,
y de ritmo popular con mi familia.


Reconciliado con el invisible.
Sumo y sigo.


Sumo y sigo.
Sacerdote. Honrándose cada día.-



Para amar con nuestra vida a nuestro Dios, porque Él nos puso,
como diseñados perfectos los unos con los otros,
para realizar en acción nuestra oración de vida.
Eternamente Padre.


No puedo dejar de pensar en la maravillosa Gracia
que reúne a los hombres en derredor del fuego,
y que saca a los hombres del fuego,
y los pone en los lugares de fuego.

Gracias.
Gracias.
Derrame de honra.

Para amar con nuestra vida a nuestro Dios, porque Él nos puso,
como diseñados perfectos los unos con los otros,
para realizar en acción nuestra oración de vida.
Eternamente Padre. 




















Avance

Retrocede la tristeza delante de la alegría,
el odio huye delante del amor,
la guerra cesa si te muestro de la paz,
las balas, todas ellas,
se frenan si la poesía no te erra,
todo camino se endereza en Sus manos.


Te puedo dar mi vida, envueltos de una canción,
mandarte mi corazón sometido a tus designios,
tomar sonrisas de niños, hacer arte callejero,
justificar a mil malos, por un sentimiento bueno.



Retrocede la tristeza delante de la alegría,
el odio huye delante del amor,
la guerra cesa si te muestro de la paz,
las balas, todas ellas,
se frenan si la poesía no te erra,
todo camino se endereza en Sus manos.


Tu eres mi fortaleza.
Mi escudo.
Mi pan.
Y todo.


Todo. Avanza maravilloso.



jueves, 24 de mayo de 2012

Seriedad.

Hoy no tengo ganas de reírme.
Hoy me miré hacía adentro.
Me sentí como estúpido.


Mirar dentro no es lo mismo que hacia atrás.
Ustedes comprenderán.
Saben hacia dónde miro cuando miro,
o de qué escribo cuando escribo.


Jesús no es un rebelde, es un soñador,
Jesús es un soñador sabio, es distinto,
los rebeldes mataron los sueños, 
Jesús es la esperanza de los sueños que cumplimos.
(Aunque prefiero los tuyos que los míos.)


Saben en qué gradiente se me cuecen los ladrillos,
como se anudan cintura tras cintura,
las enredaderas que dibujan tus dedos de amor.
Que no pueden ser míos porque anidaron,
en otros vericuetos de momento. Por ahora.
Y para siempre.


Hoy no tengo que serte cordial,
ni entender que mi compasión admire tu sacrificio.
Hoy entendí que lo que yo elegí es desgastar.


Desgastarme hasta no poder ni sonreír,
y callarme atendiendo todo lo que me rodea,
pero no a mí, quedar a lo último.
Negando a mi hijo, a mi madre.
Valiéndole de mi amor a los desconocidos,
ignorando a los primeros, sirviendo a los últimos.



Jesús no es un rebelde, es un soñador,
Jesús es un soñador sabio, es distinto,
los rebeldes mataron los sueños, 
Jesús es los sueños cumplidos.




Hoy no tengo ganas de reírme.
Hoy me miré hacía adentro.


Cuando pasó mi única Victoria,
así se levantó Jesucristo.



Y volcar mis emociones en un bol de plástico,
afrancesando mescolanzas,
que nadie querrá comer porque estoy solo.
Por el olor que emiten, por como saben.
Quizás porque es necesario permanecer solo. (?)

Pero si saben.

Si conocen.
Si entienden la voluntad.
Serán sabiduría de mañana.


Esta muerte de hoy. Agradeciendo tu aparición.
Será mi vida fantástica o brutal de la semana,


Eterna sophia de mi corazón errático.
Federico García. Lorca. Ahorca.


Horcas.
Niebla,
bruma.


Tempestad de un hombre,
que con calma,
sube a la cubierta a discutirle al cielo.


Tranquilizando mi interior.
Porque a mí adentro.



Hoy no tengo ganas de reírme.
Hoy me miré hacía adentro.
Me sentí como estúpido.



miércoles, 23 de mayo de 2012

Robinsoe Crusoe (Fragmento textual)

Mi compañero, que antes me había ayudado a fortale­cer mi decisión y que era hijo del capitán, estaba menos de­cidido que yo. La primera vez que me habló, que no fue has ta pasados tres o cuatro días de nuestro desembarco en Yarmouth, puesto que en el pueblo nos separaron en distin­tos alojamientos; como decía, la primera vez que me vio, me pareció notar un cambio en su tono. Con un aspecto melancólico y un movimiento de cabeza me preguntó cómo estaba, le dijo a su padre quién era yo y le explicó que había hecho este viaje a modo de prueba para luego embarcarme en un viaje más largo. Su padre se volvió hacia mí con un gesto de preocupación:

-Muchacho -me dijo-, no debes volver a embarcar­te nunca más. Debes tomar esto como una señal clara e irrefutable de que no podrás ser marinero.

-Pero señor -le dije-, ¿acaso no pensáis volver al mar?

-Mi caso es diferente -dijo él-, esta es mi vocación y, por lo tanto, mi deber. Mas, si tú has hecho este viaje como prueba, habrás visto que el cielo te ha dado muestras suficientes de lo que te espera si insistes. Tal vez esto nos haya pasado por tu culpa, como pasó con Jonás en el barco que lo llevaba a Tarsis. Pero dime, por favor, ¿quién eres y por qué te has embarcado?

(Se refiere al libro de Jonás 1, 1-16. En este episodio, Dios le ordenó a Jonás que fuera a Nínive para anunciar su destrucción. Desobedeciendo el mandato de Dios, Jonás se embarcó para Tarsis y se levantó una terrible tempestad que solo cesó cuando arrojó a Jonás al agua.)

Entonces, le relaté parte de mi historia, al final de la cual, estalló en un extraño ataque de cólera y dijo:

-¿Qué habré hecho yo para que semejante infeliz se montara en mi barco? No pondría un pie en el mismo barco que tú otra vez ni por mil libras esterlinas.

Esto fue, como pensaba, una explosión de sus emocio­nes, aún alteradas por la sensación de pérdida, que había re­basado los límites de su autoridad hacia mí. Sin embargo, lue go habló serenamente conmigo, me exhortó a que regresara junto a mi padre y no volviera a desafiar a la Providencia, ya que podía ver claramente que la mano del cielo había caído sobre mí.

-Y, muchacho dijo-, ten en cuenta lo que te estoy diciendo. Si no regresas, a donde quiera que vayas solo en­contrarás desastres y decepciones hasta que se hayan cum­plido cabalmente las palabras de tu padre.

Poco después nos separamos sin que yo pudiese con­testarle gran cosa y no volví a verlo; hacia dónde fue, no lo sé. Por mi parte, con un poco de dinero en el bolsillo, viajé a Londres por tierra y allí, lo mismo que en el transcurso del viaje, me debatí sobre el rumbo que debía tomar mi vida: si debía regresar a casa o al mar.

Respecto a volver a casa, la vergüenza me hacía recha­zar mis buenos impulsos e inmediatamente pensé que mis vecinos se reirían de mí y que me daría vergüenza presen tarme, no solo ante mis padres, sino ante el resto del mun­do. En este sentido, y desde entonces, he observado lo in­congruentes e irracionales que son los seres humanos, es­pecialmente los jóvenes, frente a la razón que debe guiarlos en estos casos; es decir, que no se avergüenzan de pecar sino de arrepentirse de su pecado; que no se avergüenzan de hacer cosas por las que, legítimamente, serían tomados por tontos, sino de retractarse, por lo que serían tomados por sabios.

Juego

Juego.
Como los nenes que no hacen caso.
Juego con todo,
con las ideas,
con el trabajo,

con las opciones,

con las letras,
las palabras.
Hábilmente encajadas.

Dejé de jugar con las personas.
Sólo porque les duele.
Después se curan.
Me pasa. Te pasa.

Juego.
Porque la necesidad está,
están las ganas,
la inquietud.

Viene tu pie a mi memoria,
se instala una imagen,
una canción.
Sigo con ganas de creer y no pensar.

Alguna distancia.

El derecho procesal,
el otro izquierdo procesado,
el pensamiento,
la pangea que vive mi cuerpo
cuando te imagino,
en la lluvia,

iluminándote,
sola, sin sol disponible,

en el río,
en el mar,
en el patio,
y sonrío.

Te borro la cara indecible,
mientras te contesto,
no te escribo,

y pienso, pienso, pienso,
pienso en la noche más fría,
te descifro.

Te analizo,
te combato.
Te aniquilo.

Te rompo en mi alma de nubes,
te asesino.

Te doy un Benedetti de sombras,
me das un hablemos bajito.
Te doy.

Te daría.
Jugaría contigo otro partido.
Prendería la play de la vida.
Compartiría mi joystick sin hilos,
mi tiempo sin horas.
Mi voz.
Lo que escribo.

Y juego.
Como si existiese motivo.
Juego.

Juego.
Como los nenes que no hacen caso.
Juego con todo,
con las ideas,
con el trabajo.


lunes, 21 de mayo de 2012

Olas que son triángulos en cuadrados.

La ola no dura nada,
se forma,
se viene,
se arquea,
se modula,
ondula,
se desgrana,
y se va.
Así son tus ojos.
Rápido rayo láser.


La ola no afecta a la piedra,
la besa,
la cubre,
la acaricia,
la agita,
la desgasta,
suponiendo,
superponiéndose.
Así son tus manos,
un electrocardiograma.


La ola abraza la costa,
la desea,
la admira,
la posee,
la conoce,
le hizo daño alguna vez.
Como vos a mí.
Como mi idea a mí.


La noche se desarma sobre la costa de mi ciudad.
Es enorme,
está llena de curvas,
como un pintura al aire libre,
como la negación,
o el silencio.
Que se dobla de rodillas exclamando.


Está llena de honra.
Como una ola.
Que dura poco.
Y me cambia la vida.


Y me bendice,
me recrea,
me inspira,
me sonroja.
Me seduce.
De nuevo.
Como una ola.


Una ola,
como una película en el cine,
como un abrazo de noche,
como esperar el momento indicado,
la palabra justa,
el momento preciso.
Como vivir en el tiempo exacto.
En el que fui creado.
Cómo hoy.
Tal vez como mañana,
en dónde el día.
Nuestra día.
Volverá a ser fantástico.


Mañana Pablo se cubrirá de acrílico, se ensuciará las manos,
Juan en tanto, hará una línea profunda entre la Biblias y lo comprendido,
Graciela tendrá su espacio de enseñanza y oración,
Germán podrá acariciar una planta dándome este extraño significado,
Micael será como una ola que viene o va embelleciendo la tierra,
Joaquín me va a amar y yo a él.




Y su risa, su tos, o su falta de conocimiento serán mi milagro escondido.


Todos seremos mejores mañana.
Cada padre amará a su hijo.
Mañana seremos olas.
Lugares comunes que no encajan.


Triángulos en cuadrados.
Círculos sobre trapecios.
Elementos.
Elementales.


Olas, que se dispersaron invadiendo el viento,
sonrisas, de amigo, en el mismo espíritu.
Porque eso es lo importante.
Imitadores.
Verdaderos.





domingo, 20 de mayo de 2012

Página 95 - Espejos Fabulosos.

Debe ser que he hecho algo, o dicho algo que se hizo, 
no sé cómo, un hecho.
Puede ser el hecho de haber estado dispuesto a aceptar,
renunciar a mi rebeldía, tonto, pero voluntariamente.


Mis ideas, en su capacidad más redentora, se hacen realidad.
La gente me disfruta, voluntariamente. Los amigos, 
verdaderos amigos,
me salvan una y otra vez de las equivocaciones del tiempo.
No soy una ballena en una montaña. No soy un propósito a incumplirse.


Estoy en el cayo septentrional luminoso de una isla paradisíaca,
está llena de exóticos regalos, adecuadamente disponibles,
así habremos de encontrarnos con Daniel Steel, con Sigmund Freud,
con Conan Doyle, con Lenin, Stalin o Trostky. Con sus mentes históricas.
Disposición que quiso ver el acomodarse de las letras.
Aún, dispuesto a dejar que la comida se enfríe. Lentamente.
Vagamente.


Pero es mi Padre. Que se ha encaprichado conmigo. Que no me deja en paz.
Es mi padre el que me desea salvaje y humilde.
Es el que me habla porque se me revientan los ojos de llanto.
Y lloro como ninguno, porque no entiendo todavía porqué me eligió.
Sé que fue por Gracia. Pero por qué. Qué me hace diferente a los demás.
¿Por qué prefiero la renuncia? ¿Qué amor hay esta cruz?


Para que un instante de su Gloria me vea cumplido en un sueño.
Haber dicho una verdad.
De parte de él.


Con la rebeldía de mi boca durante muchos años solté a la parca,
hice que la muerte venga a la tierra, abriendo portones, supe destruír mis sueños.


Hoy viví, el día de hoy.
Y por eso sé la diferencia. Hoy tuve una nueva experiencia.
No una simple.
Hoy hubo multitud de primeras personas.


Hoy se soltó la amarra que anudaba mi espalda con mis piernas.
Hoy la mula se ha vuelto real.
La historia me dice, estás listo.
Hoy sigue crecer, mañana volvés a empezar.


Y la gente ingresa a las lineas, mientras mi ojo llora desinteresado.
El aplauso de la presencia en concreto,
y no el aplauso festejo de lo que se pudo haber escuchado.


No era un hombre hoy.
Y si lo era.
Fue tan precioso lo expuesto,
que de repuesto, he dicho,
sujeta mi alma,
libera mi mente,
exige bendecir mi lapicera.


Y Joaquín selló lo que Guillermo hizo.
Miró con sus manos de uñas sucias,
que repugnan,
no sólo el líquido que armó un regalo.
Sino el amor que dispuso,
el corazón que lo encontró llorando,
en los abrazos.


No entienden que no puede interrumpirme.
Estoy escribiendo. Mamá.
No puedo responderte ahora, puedo confundirte.


Adios.
Ya no soy más sólo yo.
Este todo lo que tengo.
Adios. 


Pedí. Te van a dar.