aprendí que unir palabras era bueno,
supe consumir horas de viento,
y al mar dedicarle un verso,
un beso a la canción,
un verbo al carrusel, fruncido el ceño.
Una oración al cansancio,
un nuevo documento de identidad para mis sueños;
Y tuve mucha luz al comprender,
que fue porque pisaron los brotes del pasto,
que años atrás por el ancho del campo,
un profeta descubrió todo un camino.
Quiero atravesar toda Samaria,
con multitud de vendas, de aceites y de vino.
La distorsión es luminosa,
el agua es contra el vidrio.
Vé, y haz tu lo mismo.
Pasaron cuatro hojas del tiempo en que maduro,
así construyo el día, bendigo mi futurom
lo que aparentaba a tiempo,
es poco de saberte y no buscarte.
¿Sabrás que para escribir tu nombre
preciso mucho más que estar seguro?
¿Sabrás que soy cobarde o soy un torpe,
que a veces aunque crea, igual lo dudo?
¿Creerás que de esta duda armé a la fe,
que de una nube se empaparon tus vestidos?
¿Creerás que me preocupa el agradarte,
porque te pensé hasta el punto en pensar en lo que digo?
Espero que te resulte esta promesa,
lo pienso mientras paso por tu casa
es bueno comprender por qué es de noche,
se aproxima el futuro, la semana pasa.
Machado, Rainer Rilke o Garcilazo,
Neruda, Benedetti o Pizarnik,
Walt Whitman con la prosa sobrequilla,
y verte desde siempre y hasta aquí.
Tus pies de lona fugaz, tu risa clara,
control que estorba, así te visitaba;
dispuesto a someterme,
te cuento cómo se ve desde esta noche,
de lluvia no brutal,
en donde otra vez, Jesús nos ama.
Con Él hablando de regeneración,
como suplanto la memoria de si fuera yo,
[...por otro,]
quizás profesionalizo todo,
un poco más cerca de vos.
Digno de alabar, Él es Santo,
cuando nos rodea con Su amor inmerecido
¿qué hermoso no?
Sobre la verdad y el hombre. Reconciliado.
Tengo por secreto un almohadón,
también un caramelo media hora,
me asusta comprender lo que pasó,
sucede que están probando nuestras obras...
Me encantaría hablarle de la Cruz a Luca Prodan.