Tiene las manos chiquitas, sencillas y preciosas,
es rubio, usa una nariz que necesita caricias y besos,
y es amable, es de corazón tranquilo. Es hermoso.
Nosotros sufríamos mucho cuando aparecieron,
y se empeñaron en hacernos cada mueca,
y fueron acariciando padres, hasta que nos eligieron.
Hubo un día justo y bueno, que trajo a un pequeño,
al más sensible y hermoso, al más enamorado y bueno.
Y es tanto lo todo que me dá, que es sencillo describirlo.
Es cierto.
A veces me miente un poco porque me imita,
yo le digo; "te voy a matar", él me dice: "son mías las moneditas",
en cualquier caso es más bueno, y aún más que yo,
es lindo ver cuando iluminan.
Tuvimos hijos y ellos se hicieron hermanos,
y me honran, porque son tan simples, que vuelan a cada paso.
Y los amo, y en plural, es los amamos.
Porque son el futuro y están vivos,
y en la vida significan el regalo,
y practican cada día el socialismo,
compartiendo sin chamuyo y sin descaro,
son tan simples en cualquier filosofía,
que nosotros deberíamos copiarlos.
Y son buenos, porque allí en la infancia lejos,
van trenzando el poder y el desacato,
y si rompen que lo rompan y lo arreglen,
que soy grande y no he podido arreglarlo.
Y uno de ellos hoy está cumpliendo años,
y va al cine, a ensuciarse y ensuciarnos.
Y va al mundo como un líder deja estela,
y es sensible, porque es bueno y es la huella...
No hay comentarios:
Publicar un comentario