lunes, 11 de julio de 2011

Para los Pastores sabios.

Dicen que tengo las alas gigantes, y por eso me cuesta remontar el vuelo,
dicen que traigo en las plumas sorpresas de luces, canciones y sueños.
Pero esto no es mío señora, y por eso la honro. Agradeciendo.

Agradezco a Usted su paciencia luminosa, su amor, su hebreo, su estilo y todo,
su maternidad, su vida, y entonces, agradezco su secreto y oración.
Y su compañero, como si fuera un mimbre, teje y entreteje porque cuando me da palabra,
sea hace agua de un río que lavó en mi vida. Y le doy gracias. Y le regalo, una oración.
Las abrazo con ternura a las despedidas.

Me voy a la calle donde encuentre al mundo, para derribar gigantes, para probar el fruto,
me voy al desapego de su estela cúspide, de su arista hermosa,
dónde todo lo que recibo es bueno, porque es celeste, y no brillo con luz propia.
Me voy a darle la Gloria a Él. Reconociéndole, de esta manera, su poesía.

Me voy a iluminar sensibles, a despertar dormidos, a golpear puertas, a sacudir almohadones,
a inquietar facultades, a discutir políticas,
me voy a ver si me acompaña con una palabra,
y entre tanto de lo lejos, sea Usted muy bendecida.
Es la madre de una Iglesia y sabe.
Me honra con una lágrima, porque nacen mil sonrisas.

Soy un poquito callejero, me gusta el rocanrol, y no lo puedo evitar señora.
No sé si le habla a Usted esta palabra, o a la idea que mi imaginación desprende.
Cuánto hará por mí su idea, que hasta un fuego que explota en mi corazón se enciende.
Cuidarme claro. Tendré cuidado. Tocaré muy suave, la Palabra es Vida.

Y acomodaré los caballos, le prometo, con amor o fuerza, de beso y de palo,
memorizarme las partes, volver a mirarlos.
Surcaré las clases donde en mi memoria, la idea surgida, me verá abrazarlos.
Cargaré mi carga, cambiaré la formas, seguiré la lucha, me verán luchando.

Y yo usted la encuentro, porque el trauma es raro, es bello y íntimo,
es en lo privado. Entra y explosivo, te traspasa a Santo!
La saludo. Con un: "Luche. No le afloje. Ni un poquito."
Que si la vemos luchar a Usted tendremos todos más ganas de seguir luchando.

Y me quedo con un parte en la que San Marcos nos cuenta;
4.8; "Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno"

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