lunes, 11 de julio de 2011

Sin Título 0004

Negrura del solar de la manzana, estupidez que recae sobre mis hombros, desgarrando toda mi mentalidad humana. Ser igual que los demás han sido, siendo, distinto, queriendo. Odio.

No puedo escribir en verso porque el enemigo se sienta sobre lo que pienso,
no puedo desmaterializarme, correrme, santo cielo, fugarme.
Soy PROTESTANTE. LUTERANO. CRISTIANO. OLVIDATE.
Vengo de dónde vos venís, aunque parece que de dónde vos saliste, te olvidaste...

Es un esquinero multicolor, propicio para el fasito dominguero y el picado entre amigos,
pero no. Eso es pecado. Eso está mal. Eso es del diablo.

Basta, escribamos algo luminoso, hablemos de los clavos que traspasan las manos,
hablemos de la condena de un joven por pensar, hablás de mí, hablás de Esteban,
hablá de la muerte primera, hablá del amanecer segundo, habla. Dale. Hablá. Hablá turro.

Dónde están? Si estos también te van a dejar solo. Estos no son. Estos tampoco.
Se les nota en la alegría de su esencia. Quieren ser felices ellos, por eso no ven que la felicidad es comunitaria.
Habrá que morirse. Apenas, o del todo. Entonces. Otras cosas.
Orando. Siempre Orando o lo que es peor, oracionando. Casi pongo una u entre o y o.

Hoy denuncia de los tigres las aberraciones de la noche.
Un joven desde un garage llegó al mundo, otro desde una habitación. Será que vieron que había capacidad en las manos.
De qué visión me hablan. Dios mío. Cuán mediocre es el humano. Santo Cielo.

Veo las migas con las que se conforman. El fango dónde se revuelcan. Y no corro la vista de Dios.
Por eso intento crecer.
Pero, si crecer es pisarte la cabeza?
Si uno oraciona para un lado, y otro para otro. Si hago notas para mí. Solamente para no olvidarme.
Solamente para entender que además,
soy PERONISTA, MURGUERO. Date cuenta de que te vas a tener que ir Akenatón.

Si a la noche me duele la muela y a la mañana me duele la dignidad.
Qué bien que cocina tu madre. Qué lindo te quedó el pelo.
Qué lejos estamos. Mi Dios. Qué lejos. Nací para este momento.
Hasta que me adelanto. Y por eso me pierdo. Si me sigo a mi mismo. Me pierdo.

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