No es un relato que mi manto se encuentre para cocinar la ropa,
no quiero hervir las telas que cubren lo mío,
para que la cuestión poco a poco, no se te derrame,
para que no se esfume, para que no se evapore.
Serás, en tiempo y forma lo que debes ser. No más. Ni menos. Un hermano.
Eso es todo.
Él no permitirá que tu paso rompa condiciones, ni que la palma de tu mano desvíe tu curso.
Cerrará los ojos, gritará tu nombre, dará su opinión. Te va a amar.
Como nadie te ha amado nunca.
Podrías permitirme enamorarme de la idea aunque más no sea.
Algún que otro incrédulo de por ahí, dirá... ¿Sí total...?
Cada día tu paciencia me mejora, lo puedo sentir,
no es tan sólo una apariencia,
empieza desgastando las relaciones, para renovarlas,
trabaja con tus cosas, y él las deja nuevas,
es tan íntimo,
es tan privado,
que hay momentos que te sentís loco,
mirás que todo entorno a vos sigue en el tiempo,
y vos, vivís un éter, estás así,
cómo "flashando"...
Pero es más profundo el curso, es más complejo comprender los resultados,
no sólo se trata de parir los verbos, anuncia una demanda en cada predicado.
Estrofa tras estrofa, palabra tras palabras,
el mundo se te anuncia,
trabaja sobre el alma,
y el alma y la poesía,
y el alma y la apariencia,
y el alma y los dolores,
y el alma y la demencia,
y el silencio.
De pronto, todo se encoge,
la creación te celebra.
¡Santo!
Y hace, suavemente y sin forzar que te apartes.
Porque querés creer y no podés.
Porque querés entender para creer. Y me pasa.
Pero.
Es él.
Viene porque lo buscaste, llega porque lo has llamado.
Te está diciendo que nada hizo tan completo como a vos.
Que en nada puso tanto amor como en ahora.
Y el calor, suave distancia que se guarda de la temperatura.
Anuncia una trompeta.
¡Ea! Vienen los otros jóvenes, los que quieren estar sanos.
Los que quieren ser libres, los que buscan ser santos.
Y al salir, cuando se comprende lo verdaderamente histórico de todo esto,
cuando es un complejo amor el que se te relata,
cuando no se trata de entender el libro,
sino que la milonga ocurre en la vida santa.
Errar es toda la repugnancia que conozco.
Ya no puedo mentirle a mi corazón,
porque anuncia un amanecer,
con un sol tan abrazador y cercano.
Que mañana seremos nuevos hombres,
porque mañana seremos, en su tiempo, hermanos.
domingo, 31 de julio de 2011
sábado, 30 de julio de 2011
Uno
Uno debe de tener un proyecto. Uno debe tener una meta.
Uno debe saber lo que quiere. Uno debe conocer dicha ambición.
Uno.
Uno no hace las cosas para uno.
Uno.
Uno tiene un temor bárbaro de que lo agarren entre dos, o tres, o más,
uno solo que camina, uno que llora.
Uno, solamente, uno dió algo a cambio de algo tuyo,
uno, sólo uno. Dos, ocho, sesentaycuatro no, no, esos no. Uno fue. Hubo y hay uno.
Uno, uno pidió por vos, uno, uno luchó y uno lucha.
Uno sangró. Uno fue humillado.
Uno.
No más que uno. Uno. Uno que conoció el amor, uno que lo conoce, lo concede.
Uno sabe que el amor no es un lugar, sin embargo lo busca en los lugares,
uno cree que si la casa es linda, amará a la casa, y la casa lo amará a uno,
pero la casa no es uno, sino, que es el resultado la casa de lo que uno hace. No más. Uno.
Uno escribe. Uno pinta.
Uno canta.
Uno sueña, uno se estropea.
Uno se equivoca.
Uno llora.
Uno.
Uno.
Uno mira al techo.
Uno.
Uno.
Uno cierra los ojos fuertes, piensa en una oración,
dice, "si existís hacé esto o aquello", pensando que uno, da directivas verbales a la creación.
Uno es tan estúpido que a veces cuando habla de eso,
cree embolsar en uno la razón. Uno. Uno.
Uno debería permitir que transcurra el tiempo.
Uno debería meter los pies en el río.
El cuerpo en el río.
La lepra se irá en el río.
No es la lepra de ocho, ni de treinta y siete. La lepra es de uno.
Uno sólo a veces manda un igual, uno a veces necesita explicarnos,
cómo es esto o aquello de nosotros.
Uno se sienta a escuchar. Uno se propone aprender.
Uno piensa... ¿Para que volvernos más sabios si sabemos que uno tiene los días contados,
porque que no sepamos cuándo, no significa que no transcurre la arena del reloj...?
Puntos suspensivos para uno...
En fin.
Uno.
Es duro. Uno. Sólo uno.
Uno salió de un lugar para irse a otro.
Uno salió de donde importaban cientos y miles,
para afirmar a uno.
Está en los planes ser uno.
Lo más hermoso es ser uno mismo.
La vida se pierde por ser uno mismo.
La vida es hermosa. Y a veces no es de uno.
Uno, mira el sol, todo resulta fantástico.
Puede ver el sol detrás de tamaños nubarrones invernales.
Uno tiene imaginación. Mucha.
Uno crea con una costilla a Dos,
y uno es concebido a través de la arcilla.
Uno recibe cosquillas de Dios.
Uno percibe caricias...
Uno.
Uno debería agradecer que el mayor y el anular disparen,
amor que se trastorna en palabras.
Celebrar todos aquellos unos ajenos, alegrarse,
porque uno conoció a ocho, doce a noventa y siete.
Sorprenderse.
¡Oh. Qué bueno eres! Uno. ¡Uno eres tan amable!
De uno es la gloria después de todo...
Uno busca en el cielo del sol, la presencia cenital de la luna,
uno busca amor claro, porque la rima es fácil para uno,
y es obvio, uno necesita a una.
Como prioridad, en la lista de tareas. Subrayo, me rasuro, escribo.
Uno, dos puntos, "Uno debe de tener un proyecto. Uno debe tener una meta.
Uno debe saber lo que quiere. Uno debe conocer dicha ambición."
Uno debe saber lo que quiere. Uno debe conocer dicha ambición.
Uno.
Uno no hace las cosas para uno.
Uno.
Uno tiene un temor bárbaro de que lo agarren entre dos, o tres, o más,
uno solo que camina, uno que llora.
Uno, solamente, uno dió algo a cambio de algo tuyo,
uno, sólo uno. Dos, ocho, sesentaycuatro no, no, esos no. Uno fue. Hubo y hay uno.
Uno, uno pidió por vos, uno, uno luchó y uno lucha.
Uno sangró. Uno fue humillado.
Uno.
No más que uno. Uno. Uno que conoció el amor, uno que lo conoce, lo concede.
Uno sabe que el amor no es un lugar, sin embargo lo busca en los lugares,
uno cree que si la casa es linda, amará a la casa, y la casa lo amará a uno,
pero la casa no es uno, sino, que es el resultado la casa de lo que uno hace. No más. Uno.
Uno escribe. Uno pinta.
Uno canta.
Uno sueña, uno se estropea.
Uno se equivoca.
Uno llora.
Uno.
Uno.
Uno mira al techo.
Uno.
Uno.
Uno cierra los ojos fuertes, piensa en una oración,
dice, "si existís hacé esto o aquello", pensando que uno, da directivas verbales a la creación.
Uno es tan estúpido que a veces cuando habla de eso,
cree embolsar en uno la razón. Uno. Uno.
Uno debería permitir que transcurra el tiempo.
Uno debería meter los pies en el río.
El cuerpo en el río.
La lepra se irá en el río.
No es la lepra de ocho, ni de treinta y siete. La lepra es de uno.
Uno sólo a veces manda un igual, uno a veces necesita explicarnos,
cómo es esto o aquello de nosotros.
Uno se sienta a escuchar. Uno se propone aprender.
Uno piensa... ¿Para que volvernos más sabios si sabemos que uno tiene los días contados,
porque que no sepamos cuándo, no significa que no transcurre la arena del reloj...?
Puntos suspensivos para uno...
En fin.
Uno.
Es duro. Uno. Sólo uno.
Uno salió de un lugar para irse a otro.
Uno salió de donde importaban cientos y miles,
para afirmar a uno.
Está en los planes ser uno.
Lo más hermoso es ser uno mismo.
La vida se pierde por ser uno mismo.
La vida es hermosa. Y a veces no es de uno.
Uno, mira el sol, todo resulta fantástico.
Puede ver el sol detrás de tamaños nubarrones invernales.
Uno tiene imaginación. Mucha.
Uno crea con una costilla a Dos,
y uno es concebido a través de la arcilla.
Uno recibe cosquillas de Dios.
Uno percibe caricias...
Uno.
Uno debería agradecer que el mayor y el anular disparen,
amor que se trastorna en palabras.
Celebrar todos aquellos unos ajenos, alegrarse,
porque uno conoció a ocho, doce a noventa y siete.
Sorprenderse.
¡Oh. Qué bueno eres! Uno. ¡Uno eres tan amable!
De uno es la gloria después de todo...
Uno busca en el cielo del sol, la presencia cenital de la luna,
uno busca amor claro, porque la rima es fácil para uno,
y es obvio, uno necesita a una.
Como prioridad, en la lista de tareas. Subrayo, me rasuro, escribo.
Uno, dos puntos, "Uno debe de tener un proyecto. Uno debe tener una meta.
Uno debe saber lo que quiere. Uno debe conocer dicha ambición."
viernes, 29 de julio de 2011
531 - Terminal Pompeya La Perla Libertad
Qué fríos los zapatos con medias de vestir, qué lindo es el reflejo,
mi mirada viene en la cuneta de la avenida, y la gente se estampa contra el vidrio,
ellos no me miran,
yo escondido en esa imágen,
solamente los observo.
Miro el detalle de sus nucas complicadas,
sus cabezas traen tormentas económicas,
tristezas, alegrías, precios, pagos, deudas, canciones,
algunos, los más enajenados, duermen, y la tos,
me obliga a mirarlos.
¿Sabrán que de ese viaje nacería esto?
¿Habré ido sentado al lado de un hombre feliz?
Qué contagio espiritual me dió este material para que lo vuelva prosa,
ellos sabrían que yo los iba a inmortalizar anonimamente,
que ellos se volverían poesía,
aún con sus fealdades, serán bellos de este modo para siempre...
¿Podrán entender que mañana, o un día, se van a encontrar con alguien que los detalló,
así, con cuidado, con su ropa cuidadosa,
con su crema para manos,
o con su rimmel?
O si solamente me dieran un beso. O si se facilitase el todo.
Si ellos pudieren ser congéneres habitacionales,
y la libertad augure, su misión de amparo.
Si la felicidad fuese el puente.
Sabrían que tengo un elemento,
uno, al menos, que me vuelve distinto,
cuando quiero igualarlos...
Renuevo lindo eres, suave, cálido,
sonrisa que a mí mismo viene,
que descansa en Pablo.
Renuevo, de pasión agradecida,
sentado, mirando sus nuncas,
acariciando sus siempres,
observándoles, con este silencio hablado,
el corazón desde la nuca.
Y una fuerza me propone que dispare,
porque gime la salva que el mortero pronto eleva,
son fracciones de pasión apasionada entre las alas,
ya no me interesa, pronto estaré lejos, ya será la selva,
aunque bajo,
descendiendo impronta,
y estoy en esta esquina natural y de barro,
preparo el café lento,
desayuno lerdo,
pienso en tantas cosas,
me acomodo el carro.
Arriba, que me voy, al frente los caballos,
detrás la historia hermosa,
más lejos los fracasos,
sus nucas, tan preciosas,
el timbre,
y un me bajo.
mi mirada viene en la cuneta de la avenida, y la gente se estampa contra el vidrio,
ellos no me miran,
yo escondido en esa imágen,
solamente los observo.
Miro el detalle de sus nucas complicadas,
sus cabezas traen tormentas económicas,
tristezas, alegrías, precios, pagos, deudas, canciones,
algunos, los más enajenados, duermen, y la tos,
me obliga a mirarlos.
¿Sabrán que de ese viaje nacería esto?
¿Habré ido sentado al lado de un hombre feliz?
Qué contagio espiritual me dió este material para que lo vuelva prosa,
ellos sabrían que yo los iba a inmortalizar anonimamente,
que ellos se volverían poesía,
aún con sus fealdades, serán bellos de este modo para siempre...
¿Podrán entender que mañana, o un día, se van a encontrar con alguien que los detalló,
así, con cuidado, con su ropa cuidadosa,
con su crema para manos,
o con su rimmel?
O si solamente me dieran un beso. O si se facilitase el todo.
Si ellos pudieren ser congéneres habitacionales,
y la libertad augure, su misión de amparo.
Si la felicidad fuese el puente.
Sabrían que tengo un elemento,
uno, al menos, que me vuelve distinto,
cuando quiero igualarlos...
Renuevo lindo eres, suave, cálido,
sonrisa que a mí mismo viene,
que descansa en Pablo.
Renuevo, de pasión agradecida,
sentado, mirando sus nuncas,
acariciando sus siempres,
observándoles, con este silencio hablado,
el corazón desde la nuca.
Y una fuerza me propone que dispare,
porque gime la salva que el mortero pronto eleva,
son fracciones de pasión apasionada entre las alas,
ya no me interesa, pronto estaré lejos, ya será la selva,
aunque bajo,
descendiendo impronta,
y estoy en esta esquina natural y de barro,
preparo el café lento,
desayuno lerdo,
pienso en tantas cosas,
me acomodo el carro.
Arriba, que me voy, al frente los caballos,
detrás la historia hermosa,
más lejos los fracasos,
sus nucas, tan preciosas,
el timbre,
y un me bajo.
jueves, 28 de julio de 2011
Romper el vaso
El día de la ausencia, las mil generaciones,
este loco momento de la renuncia,
lo encontré todo golpeado, casi moribundo,
ahí en un rinconcito escondido de la infancia,
sufría mi amor propio, con su orgullo y su soberbia...
Esta canción que no quiere una guitarra,
los embalses, las nociones, las conciencias...
La información del menudo. El dolor. Precioso.
Entonces, casi al borde de la verdad,
la hermosura, se encargó de levantarla, la piedad,
el olor a plástico quemado, la basura,
el humo que se va.
Mostrándote la peor cara del abandono,
el humo se retira de forma indiferente,
como saciado de dejar la muerte monóxida dónde pisa.
Te decía,
mi amor propio,
contrario a mi alegría,
dispuesto a acribillarme,
sediento de venganza,
certero, detestable.
Renuncia.
La he encontrado en algún hueco de mis sueños.
Ha sido desaprobado por mi espíritu. Ya no puede torcerme el brazo.
Ya no puede encasillarme.
Qué linda es la libertad, que siempre está como nueva.
Siempre que uno encuentre sin orgullo una verdad,
es como la canción clara, la que pide ayuda, la que ama a la guitarra,
la que es como el agua fresca, la del caudal vivo,
el misterio mismo. Sin promociones forzadas,
totalmente de milagro.
Qué linda es la sorpresa, la que no se entiende,
qué linda la palabra que nieva en medio del Ecuador,
qué hermosa es la presencia de Dios en mi vida.
Mi Dios de robocop, mi Dios de aguamarina,
mi Dios de formas locas, mi Dios que no asesina.
Aborto es detestable, aborto es insolencia,
aborto es cobardía,
aborto es impotencia,
la vida es un regalo, seguro alguien la quiere,
es tonto sorprendernos, odiando a las mujeres...
[es una cosa que vino del exterior de mi mismo]
Si permitiese aún caer el velo de mis ojos,
dónde más puedo no ver que me transforma este regalo...
Es todo lo que quiero, es absoluto,
es una charla virtual con Claudio,
es un secreto que publica y toca la trompeta de mi corazón, con Anahí y Germán,
es un abrazo de Carla, es un beso de Joaquín,
es un mensaje de Facebook,
es un momento social, que imprime,
como preparando revolucionarios,
momentos de novedades de cambio.
Bienvenido a mi vida Jesús,
es la amistad con Juan, es el enojo de Daniel.
Es la mirada de Sofía, es el recuerdo de Belén,
es el nombre de los nombres,
que impacta como de un flechazo,
para mostrarme, que todo este amor,
y toda esta vida que recibo,
es ajena, es amor, y es de regalo.
El alfararero decidió romper mis ojos,
decidió despues romper, romper el vaso.
este loco momento de la renuncia,
lo encontré todo golpeado, casi moribundo,
ahí en un rinconcito escondido de la infancia,
sufría mi amor propio, con su orgullo y su soberbia...
Esta canción que no quiere una guitarra,
los embalses, las nociones, las conciencias...
La información del menudo. El dolor. Precioso.
Entonces, casi al borde de la verdad,
la hermosura, se encargó de levantarla, la piedad,
el olor a plástico quemado, la basura,
el humo que se va.
Mostrándote la peor cara del abandono,
el humo se retira de forma indiferente,
como saciado de dejar la muerte monóxida dónde pisa.
Te decía,
mi amor propio,
contrario a mi alegría,
dispuesto a acribillarme,
sediento de venganza,
certero, detestable.
Renuncia.
La he encontrado en algún hueco de mis sueños.
Ha sido desaprobado por mi espíritu. Ya no puede torcerme el brazo.
Ya no puede encasillarme.
Qué linda es la libertad, que siempre está como nueva.
Siempre que uno encuentre sin orgullo una verdad,
es como la canción clara, la que pide ayuda, la que ama a la guitarra,
la que es como el agua fresca, la del caudal vivo,
el misterio mismo. Sin promociones forzadas,
totalmente de milagro.
Qué linda es la sorpresa, la que no se entiende,
qué linda la palabra que nieva en medio del Ecuador,
qué hermosa es la presencia de Dios en mi vida.
Mi Dios de robocop, mi Dios de aguamarina,
mi Dios de formas locas, mi Dios que no asesina.
Aborto es detestable, aborto es insolencia,
aborto es cobardía,
aborto es impotencia,
la vida es un regalo, seguro alguien la quiere,
es tonto sorprendernos, odiando a las mujeres...
[es una cosa que vino del exterior de mi mismo]
Si permitiese aún caer el velo de mis ojos,
dónde más puedo no ver que me transforma este regalo...
Es todo lo que quiero, es absoluto,
es una charla virtual con Claudio,
es un secreto que publica y toca la trompeta de mi corazón, con Anahí y Germán,
es un abrazo de Carla, es un beso de Joaquín,
es un mensaje de Facebook,
es un momento social, que imprime,
como preparando revolucionarios,
momentos de novedades de cambio.
Bienvenido a mi vida Jesús,
es la amistad con Juan, es el enojo de Daniel.
Es la mirada de Sofía, es el recuerdo de Belén,
es el nombre de los nombres,
que impacta como de un flechazo,
para mostrarme, que todo este amor,
y toda esta vida que recibo,
es ajena, es amor, y es de regalo.
El alfararero decidió romper mis ojos,
decidió despues romper, romper el vaso.
miércoles, 27 de julio de 2011
Soy feliz
Soy feliz, no porque tenga la vida que deseo,
sino porque encontré un agua inagotable y compañera,
soy feliz, claro, porque tengo un gran amigo,
y ese es más motivo que otro tanto, y que todo lo demás.
Soy feliz ahora, porque mi corazón aprendió de sacrificios,
porque mi corazón es agua profunda, porque aún le añada, nada.
Soy feliz claro, porque me abrazo al calor inexplorable,
porque liberé mi sílaba y desenredé las palabras.
Es mucho, claro, es todo lo que pasa.
Soy feliz, porque soy libre, porque encontré la noche,
porque solté la mañana,
porque anduve en el descanso de la vida sin pantalla,
porque la primera primavera se demora,
[... porque la ausencia de la mano,
porque la mano,
mano,
débil tempestad de ausencia...]
feliz entonces, por tu boca clara,
por abrirme los ojos, porque es nuevo lo que siento,
y es más firme, y es más mío, y es ahora,
contemplar la soledad que me separa.
Es la liberación lo que trabaja denunciando tu rincón precioso.
No es mi cuerpo como la carne que no vale dos monedas,
sino el envase que de las almas, en canciones novedosas,
en sensaciones, sílaba tras sílaba, abrazo tras abrazo,
la oración. En situación verdadera.
La libertad. Es.
Ahora.
Levántate, sé feliz, amigo Lázaro. Levántate y anda.
Que no es solamente un momento de compasión,
sino que mientras vos te pudrías, era Dios en persona el que no te abandonaba,
para que cuando llegue la hora, el desconcierto enjugue lágrimas,
y la operación, se lleve a cabo, aunque sea incierta, o resulte extraña.
Soy feliz. Porque la promesa está de pie, porque la bandera está intacta.
Porque es cierto que me equivoqué.
Pero no hay mano que odie, ni intención que no repara.
La libertad está en el secreto de la recepción del regalo.
Por íntimo que suene entonces,
porque suena. Porque truena.
Porque soy feliz.
Y vale la pena contarlo.
Tengo un corazón despierto,
de amatista, de topacio,
de ónice que limpia.
La libertad.
La sordera.
Todo eso.
sino porque encontré un agua inagotable y compañera,
soy feliz, claro, porque tengo un gran amigo,
y ese es más motivo que otro tanto, y que todo lo demás.
Soy feliz ahora, porque mi corazón aprendió de sacrificios,
porque mi corazón es agua profunda, porque aún le añada, nada.
Soy feliz claro, porque me abrazo al calor inexplorable,
porque liberé mi sílaba y desenredé las palabras.
Es mucho, claro, es todo lo que pasa.
Soy feliz, porque soy libre, porque encontré la noche,
porque solté la mañana,
porque anduve en el descanso de la vida sin pantalla,
porque la primera primavera se demora,
[... porque la ausencia de la mano,
porque la mano,
mano,
débil tempestad de ausencia...]
feliz entonces, por tu boca clara,
por abrirme los ojos, porque es nuevo lo que siento,
y es más firme, y es más mío, y es ahora,
contemplar la soledad que me separa.
Es la liberación lo que trabaja denunciando tu rincón precioso.
No es mi cuerpo como la carne que no vale dos monedas,
sino el envase que de las almas, en canciones novedosas,
en sensaciones, sílaba tras sílaba, abrazo tras abrazo,
la oración. En situación verdadera.
La libertad. Es.
Ahora.
Levántate, sé feliz, amigo Lázaro. Levántate y anda.
Que no es solamente un momento de compasión,
sino que mientras vos te pudrías, era Dios en persona el que no te abandonaba,
para que cuando llegue la hora, el desconcierto enjugue lágrimas,
y la operación, se lleve a cabo, aunque sea incierta, o resulte extraña.
Soy feliz. Porque la promesa está de pie, porque la bandera está intacta.
Porque es cierto que me equivoqué.
Pero no hay mano que odie, ni intención que no repara.
La libertad está en el secreto de la recepción del regalo.
Por íntimo que suene entonces,
porque suena. Porque truena.
Porque soy feliz.
Y vale la pena contarlo.
Tengo un corazón despierto,
de amatista, de topacio,
de ónice que limpia.
La libertad.
La sordera.
Todo eso.
viernes, 15 de julio de 2011
A ella que no sé.
Has anunciado tu posición de roca, tu pared de cromo,
vengo a desengarzar los ganchos, a sobar los plomos.
De metal, bronce cálido, suena un esta vez a susurro.
Se cae. Es dulce y suave.
Es tu historia antecedente, su rincón al corazón tuyo.
Tiene las manos del arco iris, no está en Quito su correlación,
tiene las piernas de los siete colores, como el Cerro, que crece como acné del territorio,
¿qué te importó de Purmamarca?,
si a los Andes, no has dejado ni un regalo,
porque de toda tu piel el pedregullo mustío me recalca,
que al pasar saque una foto de memoria,
una foto que convenza,
de calidad probatoria.
Pero su pelo, ¡Oh, su cabello de olas frías!,
demandando que todos los arroyos, y los ríos, y los mares suenen suyos,
que al torcerse se me viene un suave infarto,
una torre de caída, la embajada,
junio nueve, marzo cuatro,
que cansancio.
Pero tan hermosa es, que ni puedo descifrar su ubicación,
no la encuentro en mi pasado, no la sé de mi presente,
hoy está dándole forma a mi futuro,
no es como yo, ni parecida, es ella.
Ella.
Sola y suave. Como un dos, ella.
Y no tiene un prejuicio, no tiene una herradura,
no sabe de victorias maquinadas, no conoce del amor, ni yo tampoco,
porque al sufrir, no ha sido el amor lo que nos ha tocado,
sino una tersa forma dulce de la muerte,
y todavía,
todavía busco vida,
hay esperanza,
no es tan difícil, no puede serlo aún.
Y es la crisis, la reforma, la sonrisa,
es la mueca que me hacés cuando te hago,
es haber lanzado solo por el mundo,
esta forma de buscarte, este llamado...
Pero no sos vos,
y ya no quiero cosas parecidas,
quiero que su verbo sea el encastre divino,
y la flor su perfume como al nardo,
y el talento de cuestiones entendidas,
y que entienda cada vez que digo algo,
que conozca cada parte de mi mismo,
y yo ella, por ahorrarme los reclamos,
que me amen de la forma que me sirva,
y que le sirva de la forma en que yo amo...
vengo a desengarzar los ganchos, a sobar los plomos.
De metal, bronce cálido, suena un esta vez a susurro.
Se cae. Es dulce y suave.
Es tu historia antecedente, su rincón al corazón tuyo.
Tiene las manos del arco iris, no está en Quito su correlación,
tiene las piernas de los siete colores, como el Cerro, que crece como acné del territorio,
¿qué te importó de Purmamarca?,
si a los Andes, no has dejado ni un regalo,
porque de toda tu piel el pedregullo mustío me recalca,
que al pasar saque una foto de memoria,
una foto que convenza,
de calidad probatoria.
Pero su pelo, ¡Oh, su cabello de olas frías!,
demandando que todos los arroyos, y los ríos, y los mares suenen suyos,
que al torcerse se me viene un suave infarto,
una torre de caída, la embajada,
junio nueve, marzo cuatro,
que cansancio.
Pero tan hermosa es, que ni puedo descifrar su ubicación,
no la encuentro en mi pasado, no la sé de mi presente,
hoy está dándole forma a mi futuro,
no es como yo, ni parecida, es ella.
Ella.
Sola y suave. Como un dos, ella.
Y no tiene un prejuicio, no tiene una herradura,
no sabe de victorias maquinadas, no conoce del amor, ni yo tampoco,
porque al sufrir, no ha sido el amor lo que nos ha tocado,
sino una tersa forma dulce de la muerte,
y todavía,
todavía busco vida,
hay esperanza,
no es tan difícil, no puede serlo aún.
Y es la crisis, la reforma, la sonrisa,
es la mueca que me hacés cuando te hago,
es haber lanzado solo por el mundo,
esta forma de buscarte, este llamado...
Pero no sos vos,
y ya no quiero cosas parecidas,
quiero que su verbo sea el encastre divino,
y la flor su perfume como al nardo,
y el talento de cuestiones entendidas,
y que entienda cada vez que digo algo,
que conozca cada parte de mi mismo,
y yo ella, por ahorrarme los reclamos,
que me amen de la forma que me sirva,
y que le sirva de la forma en que yo amo...
Sorpresa de Bienvenida
No le tengas miedo a mi caparazón de avena,
no me des la mano,
no prendas la luz.-
No pidas canciones de café con crema,
no soples al viento,
muy pocas palabras vienen hacia el Sur.
Quieren comprenderse, quieren deleitarse,
piden la poesía del andar y ver,
vuelan como hojas,
cielos otoñales,
vive Mar del Plata, antes, hoy y ayer...
Voy al comedor de la librería, saco un libro viejo, dejo el gamulán,
bocas que no tienen dientes de princesa,
ondas que no saben donde quedarán...
Quiero tu sonrisa, quiero tu mirada, quiero tu lectura, tu respiración.
Quiero las canciones, quiero las palabras, voy a tu promesa,
miro el corazón...
Cuando me desplumo se me va lo gallo,
no soy un completo,
medio miedo y vés,
pongo los acentos, comas a raudales,
vibro en los australes,
tiene amanecer...
Pinto de colores de una bienvenida,
fácil o suicida, rico al caminar,
ando por la noche sin la despedida,
miro en los bolsillos,
nada más
que dar.
Tengo una caricia de niño con beso,
traje un chocolate, causé sensación,
renuncié a la pasma de cargar con restos,
porque del arresto, me he zafado y voy...
Voy a las prisiones,
humo, Catamarca, quiebra el insolente, Misiones, y allá,
hago lo que quiero con cada palabra,
no es todo lo mucho,
no es tanto el quizás.
Caminemos libres, pisaremos hojas,
rotas plazas rojas nadarán con pan,
hoy que he trabajado, sin sudar he visto,
todo lo que es Cristo, cuando lo dejás.
Y me dió un abrazo, me pidió simpleza,
me dijo que esperé a que llegues vos,
porque la impaciencia causa el desacato,
lustro los zapatos, con la cara al sol...
Cambio de propuesta, Rusia está completa,
Vasili Kandinsky contra Superman,
gracias por prestarme estos diez minutos,
donde ví del brillo que hay en tu amistad...
no me des la mano,
no prendas la luz.-
No pidas canciones de café con crema,
no soples al viento,
muy pocas palabras vienen hacia el Sur.
Quieren comprenderse, quieren deleitarse,
piden la poesía del andar y ver,
vuelan como hojas,
cielos otoñales,
vive Mar del Plata, antes, hoy y ayer...
Voy al comedor de la librería, saco un libro viejo, dejo el gamulán,
bocas que no tienen dientes de princesa,
ondas que no saben donde quedarán...
Quiero tu sonrisa, quiero tu mirada, quiero tu lectura, tu respiración.
Quiero las canciones, quiero las palabras, voy a tu promesa,
miro el corazón...
Cuando me desplumo se me va lo gallo,
no soy un completo,
medio miedo y vés,
pongo los acentos, comas a raudales,
vibro en los australes,
tiene amanecer...
Pinto de colores de una bienvenida,
fácil o suicida, rico al caminar,
ando por la noche sin la despedida,
miro en los bolsillos,
nada más
que dar.
Tengo una caricia de niño con beso,
traje un chocolate, causé sensación,
renuncié a la pasma de cargar con restos,
porque del arresto, me he zafado y voy...
Voy a las prisiones,
humo, Catamarca, quiebra el insolente, Misiones, y allá,
hago lo que quiero con cada palabra,
no es todo lo mucho,
no es tanto el quizás.
Caminemos libres, pisaremos hojas,
rotas plazas rojas nadarán con pan,
hoy que he trabajado, sin sudar he visto,
todo lo que es Cristo, cuando lo dejás.
Y me dió un abrazo, me pidió simpleza,
me dijo que esperé a que llegues vos,
porque la impaciencia causa el desacato,
lustro los zapatos, con la cara al sol...
Cambio de propuesta, Rusia está completa,
Vasili Kandinsky contra Superman,
gracias por prestarme estos diez minutos,
donde ví del brillo que hay en tu amistad...
jueves, 14 de julio de 2011
Mate para la libertad - Un mat pour la liberté
Es metálico, su madera ha tomado gusto.
Sin hervirse; claro, sale el agua,
tiene garantías de calidad, tiene una calidez mórbida,
está quieto y cuando quiero, me besa, y yo a él, y él explota.
Voy a caminar de a poco, porque estoy descalzo,
llevo una infancia a su lado.
Desde la derecha, desde la izquierda,
desde dónde lo miremos.
Hubo una sintésis, en amistades formadas con él, formateadas así,
hubo largas horas de aprendizaje, otras de trabajo,
desilusiones, éxitos archivados, de jaques más o menos mates.
Se arrincona en el rincón Sur de la mesa, es un enlace,
y la palabra se vuelve densa, quizás perversa.
podría ser una más bien soleada.
Pero el negativismo de la fortaleza, me ha ganado.
¿Se entiende lo que digo,
es sólo pasajero esto que hago?
No lo sé. Quién hablará.
Todos opinan y duermen,
el vuelve a mi boca, yo a la de él.
Apuesto por una vida de significancia,
para que si es que existe tal sabiduria, me la den,
solamente para no sufrir, que es muy distante al sólo pasarla bien.
Pero él está ahí.
Y no le importa qué tenemos o tenés.
Él está ahí, hablando por la boca del burro,
diciendo lo que quiere y entonces,
él, que permanece, está ahí.
Acariciando las bestias dormidas,
sujetando la utopía de volverme adulto,
para que siempre calle.
Interseccionados.
En distintas maneras de besarlo.
Y no puedo dejar de sostener su mano,
porque si lo suelto cae.
Pero quiero guardar el secreto de su cadera boba,
de sus piernas aladas, de su imaginación, su historia,
y agradecerle a ustedes sanos contribuyentes.
Convencerme que lo he preparado para mí,
que lo he creado para mí,
(siempre con la ilusa idea de dártelo)
y devolver el ego estético,
en un extraño depósito de conformismo.
y eso.
Hoy es 14 de Julio.
Gracias Francia por todo lo que hiciste!
Aujourd'hui c'est le 14 juillet.
Merci la France par tout celui que tu as fait!
Sin hervirse; claro, sale el agua,
tiene garantías de calidad, tiene una calidez mórbida,
está quieto y cuando quiero, me besa, y yo a él, y él explota.
Voy a caminar de a poco, porque estoy descalzo,
llevo una infancia a su lado.
Desde la derecha, desde la izquierda,
desde dónde lo miremos.
Hubo una sintésis, en amistades formadas con él, formateadas así,
hubo largas horas de aprendizaje, otras de trabajo,
desilusiones, éxitos archivados, de jaques más o menos mates.
Se arrincona en el rincón Sur de la mesa, es un enlace,
y la palabra se vuelve densa, quizás perversa.
podría ser una más bien soleada.
Pero el negativismo de la fortaleza, me ha ganado.
¿Se entiende lo que digo,
es sólo pasajero esto que hago?
No lo sé. Quién hablará.
Todos opinan y duermen,
el vuelve a mi boca, yo a la de él.
Apuesto por una vida de significancia,
para que si es que existe tal sabiduria, me la den,
solamente para no sufrir, que es muy distante al sólo pasarla bien.
Pero él está ahí.
Y no le importa qué tenemos o tenés.
Él está ahí, hablando por la boca del burro,
diciendo lo que quiere y entonces,
él, que permanece, está ahí.
Acariciando las bestias dormidas,
sujetando la utopía de volverme adulto,
para que siempre calle.
Interseccionados.
En distintas maneras de besarlo.
Y no puedo dejar de sostener su mano,
porque si lo suelto cae.
Pero quiero guardar el secreto de su cadera boba,
de sus piernas aladas, de su imaginación, su historia,
y agradecerle a ustedes sanos contribuyentes.
Convencerme que lo he preparado para mí,
que lo he creado para mí,
(siempre con la ilusa idea de dártelo)
y devolver el ego estético,
en un extraño depósito de conformismo.
y eso.
Hoy es 14 de Julio.
Gracias Francia por todo lo que hiciste!
Aujourd'hui c'est le 14 juillet.
Merci la France par tout celui que tu as fait!
miércoles, 13 de julio de 2011
Sonrisa hacia la izquierda.
Te has caído dentro de los lugares en donde los permisos son la opción,
al lado mío nunca te gustó esperar, nunca quisiste alzar la mano,
quizás no era tan importante la opinión.
Te llamaba la atención mi espalda, a mi me gustaba tu cadera,
tan pretérito lo que te cuento, que un verso y otro; se guardan y se archivan,
se seleccionan, se detestan, se miran.
Al tiempo se ponen sepia como si la memoria tuviere ojos,
y estos una gelatina ámbar...
Saben todavía que al uno le falta el dos, saben claro, que es poesía,
que nada quiere escapar. Aquí, ya no tengo preguntas de verano,
ya no puedo preguntarle a la señorita.
A ella ya no le importa que yo levante la mano.
Entre sus piernas quedó mi delicada manera de leerle Dolina,
se fue bailando en una balanza perfecta, suspendida como las bailarinas de Degas,
sumergidas en mi mente, silenciadas, en tintineos.
¿Estaba enamorado?, se piensa como piensa el hombre,
no me gusta decirle tarde, prefiero decirle luego,
se asombró de oir lo dicho,
diga. ¿De verdad?
Arreciada mi costa, he puesto las maderas por sobre los postigos,
me guardo en soledad, sentado o mudo, y busco donde sabe ella,
que se ríe sutilmente hacia la izquierda,
dónde la busco a ella, por qué y ella lo sabe.
Y claro. Después de la tormenta, pondremos cable y otra lona,
daremos más apoyo a los cimientos,
y dado que la noche me convence,
es propicio, que la invite a dormir sueños.
Sin contactos. Claro.
Es una chispa de bronca la que me pegó en el ojo,
aturdiendo las más disparatadas formulaciones...
Pero ella me corrió las manos de la herida,
como quitando un envoltorio emocionada,
y me dió tanto amor de un solo golpe,
que está sano lo que ayer que sangraba en llagas...
Y el final es claro abierto como el cielo,
tiene estrellas,
sensaciones
y la luna,
ruido a olas, viento austral, rocas dispersas,
intenciones, emociones, y familias,
y si acaso, acostándote; me abrumas,
tiene plumas de zorzal,
y voz plomiza,
porque todo el mundo cambia y se me tuerce,
al fijarme que mi diestra es tu sonrisa.
De Degás
al lado mío nunca te gustó esperar, nunca quisiste alzar la mano,
quizás no era tan importante la opinión.
Te llamaba la atención mi espalda, a mi me gustaba tu cadera,
tan pretérito lo que te cuento, que un verso y otro; se guardan y se archivan,
se seleccionan, se detestan, se miran.
Al tiempo se ponen sepia como si la memoria tuviere ojos,
y estos una gelatina ámbar...
Saben todavía que al uno le falta el dos, saben claro, que es poesía,
que nada quiere escapar. Aquí, ya no tengo preguntas de verano,
ya no puedo preguntarle a la señorita.
A ella ya no le importa que yo levante la mano.
Entre sus piernas quedó mi delicada manera de leerle Dolina,
se fue bailando en una balanza perfecta, suspendida como las bailarinas de Degas,
sumergidas en mi mente, silenciadas, en tintineos.
¿Estaba enamorado?, se piensa como piensa el hombre,
no me gusta decirle tarde, prefiero decirle luego,
se asombró de oir lo dicho,
diga. ¿De verdad?
Arreciada mi costa, he puesto las maderas por sobre los postigos,
me guardo en soledad, sentado o mudo, y busco donde sabe ella,
que se ríe sutilmente hacia la izquierda,
dónde la busco a ella, por qué y ella lo sabe.
Y claro. Después de la tormenta, pondremos cable y otra lona,
daremos más apoyo a los cimientos,
y dado que la noche me convence,
es propicio, que la invite a dormir sueños.
Sin contactos. Claro.
Es una chispa de bronca la que me pegó en el ojo,
aturdiendo las más disparatadas formulaciones...
Pero ella me corrió las manos de la herida,
como quitando un envoltorio emocionada,
y me dió tanto amor de un solo golpe,
que está sano lo que ayer que sangraba en llagas...
Y el final es claro abierto como el cielo,
tiene estrellas,
sensaciones
y la luna,
ruido a olas, viento austral, rocas dispersas,
intenciones, emociones, y familias,
y si acaso, acostándote; me abrumas,
tiene plumas de zorzal,
y voz plomiza,
porque todo el mundo cambia y se me tuerce,
al fijarme que mi diestra es tu sonrisa.
De Degás
martes, 12 de julio de 2011
Mezcla
Es de mañana de nuevo, hay olor a conquistas,
es raro pensar que esto ya ha sido escrito,
me someto al descontrol, un poco, permanezco despierto,
me encuentro muy lejano de aquello que he dormido.
Me recompuse con la palabra mezcla, me sedujo la canción que generó la dicción.
Una y otra vez, repito; mezcla, de nuevo, mezcla. No puede repetirse más. Oí.
Es la piel que se contrajo buscando un dueño, una solución pasmosa,
es una mano que recorrió el todo generando el enfásis,
es una sección que no quiere permitir ser descubierta.
Es la antesala del miedo, es el amor, y después el extásis.
Desde la cama, cuando la cama es uno. Hasta la cama si es dos.
Hasta la aurora, fugitivo de todo imaginario.
Violento, descansado, sometido, descangallado.
Fluido como el tango, podrido como el queso azul,
añejado, distinguido, de etiqueta.
Y claro una mente humana,
detrás una conciencia dividida.
De repente un túnel, Sábato renegando en trámites que lo aquejan y lo alejan,
permanece la resistencia, los volúmenes altos de televisores encendidos,
y yo me estaré quedando sordo creo, porque no te escucho,
vos me hablás y me hablás, movés la boca cerca mío,
y yo,
yo no te escucho.
Pero no te sientas mal,
no es mala conducta,
es una forma de combatir al mundo.
Yo no te escucho.
Exploto desde acá, combato desde acá,
las explosiones que nacen en mi corazón,
cuando Dios golpea el metal de estas teclas,
cuando decide crear esto que se crea adentro mío,
y largarlo así, parirlo así. Visceral.
Con sangre, con sudor, con lágrimas.
Conquistador.
Soberbio.
Altivo.
Para morir. Sale a morir.
Porque para permanecer hay que morir.
Una dignidad que ni apenas conocés,
porque tu construcción es siempre la de caer bien.
Y de esa manera genuflexa, nadie es martir,
ningún potencial se libera.
Lo viejo debe morir. Nacer lo nuevo.
Así darle paso y curso a la mañana.
Asumir que uno lo único que quiere es la poesía,
y desear que no se entienda a simple vista,
sino que al repetir,
como la palabra; mezcla,
vaya apareciendo escurridiza la consigna.
No mejorará jamás aquello que no ha empeorado.
...
"La vida de los hombres se centraba en valores espirituales hoy casi en desuso, como la dignidad, el desinterés, el estoicismo del ser humano frente a la diversidad. Estos grandes valores espirituales, como la honestidad, el honor, el gusto por las cosas bien hechas, el respeto por los demás, no eran algo excepcional, se los hallaba en la mayoría de las personas." Ernesto Sábato - La Resistencia.
Paul Signac - Saint-Tropez
es raro pensar que esto ya ha sido escrito,
me someto al descontrol, un poco, permanezco despierto,
me encuentro muy lejano de aquello que he dormido.
Me recompuse con la palabra mezcla, me sedujo la canción que generó la dicción.
Una y otra vez, repito; mezcla, de nuevo, mezcla. No puede repetirse más. Oí.
Es la piel que se contrajo buscando un dueño, una solución pasmosa,
es una mano que recorrió el todo generando el enfásis,
es una sección que no quiere permitir ser descubierta.
Es la antesala del miedo, es el amor, y después el extásis.
Desde la cama, cuando la cama es uno. Hasta la cama si es dos.
Hasta la aurora, fugitivo de todo imaginario.
Violento, descansado, sometido, descangallado.
Fluido como el tango, podrido como el queso azul,
añejado, distinguido, de etiqueta.
Y claro una mente humana,
detrás una conciencia dividida.
De repente un túnel, Sábato renegando en trámites que lo aquejan y lo alejan,
permanece la resistencia, los volúmenes altos de televisores encendidos,
y yo me estaré quedando sordo creo, porque no te escucho,
vos me hablás y me hablás, movés la boca cerca mío,
y yo,
yo no te escucho.
Pero no te sientas mal,
no es mala conducta,
es una forma de combatir al mundo.
Yo no te escucho.
Exploto desde acá, combato desde acá,
las explosiones que nacen en mi corazón,
cuando Dios golpea el metal de estas teclas,
cuando decide crear esto que se crea adentro mío,
y largarlo así, parirlo así. Visceral.
Con sangre, con sudor, con lágrimas.
Conquistador.
Soberbio.
Altivo.
Para morir. Sale a morir.
Porque para permanecer hay que morir.
Una dignidad que ni apenas conocés,
porque tu construcción es siempre la de caer bien.
Y de esa manera genuflexa, nadie es martir,
ningún potencial se libera.
Lo viejo debe morir. Nacer lo nuevo.
Así darle paso y curso a la mañana.
Asumir que uno lo único que quiere es la poesía,
y desear que no se entienda a simple vista,
sino que al repetir,
como la palabra; mezcla,
vaya apareciendo escurridiza la consigna.
No mejorará jamás aquello que no ha empeorado.
...
"La vida de los hombres se centraba en valores espirituales hoy casi en desuso, como la dignidad, el desinterés, el estoicismo del ser humano frente a la diversidad. Estos grandes valores espirituales, como la honestidad, el honor, el gusto por las cosas bien hechas, el respeto por los demás, no eran algo excepcional, se los hallaba en la mayoría de las personas." Ernesto Sábato - La Resistencia.
Paul Signac - Saint-Tropez
Los Ases del Carnaval
Te la hago corta, chiflame, traje en mano, manga corta, esperando el colectivo,
es sábado, o mejor dicho madrugada, fin del corso, estrellas del firmamento, nacidas para el domingo,
tengo el tiempo, voy de viaje, por la aureola que destrababa tu luna de febrero,
me quedé guardado, sin equivocarme, en esto de la murga, realmente yo vi al murguero...
Estaba escondido entre abrazos fugaces, que fueron alimento para el corazón herido,
canciones de carcajadas, versos alegres, noches de desaparecidos, y muchas y no una, mañanas tristes,
pero conozco las mañas, y tengo tinta todavía, en mis cartuchos,
no soy todo lo que hablo, aún escribo, pienso en vos, y no te escucho.
Late el bombo que mi glándula murguera sigue viva, tengo sangre en la memoria,
tengo lluvia, tengo calle, y fui una esquina.
Pero me quise contar el cuento que llegó después.
Y todo eso, con su gloria y con su magia, fue a la ruina...
Soy responsable de las canciones satelitales, y nunca de la voz de caramelo,
soy aquel que puso la mano sobre los naipes, y dibujo una bandera para todos,
y sé murga, quizá mucho, quizá poco.
Será momento de despedirte mi querida,
salar redonda ésta eterna herida, y no irme sin decirte que,
en tus platos, bronce vil que sangró al dedo,
y en tu pulso, mal canción acompañada y a lo bestia,
hice historia en algún lugar de la memoria,
y ahora, que todos los celulares se quedaron en silencio,
me iré para extrañarte, colgado, en la hazaña oscura de,
sentirme dueño, de tu letra, de tu voz y tu estandarte...
Y nunca pudo ser en otro lado, pronto llegará otro febrero estival,
y probablemente, en la escuela, la memoria de alguno traerá a un Guille,
que seguramente sabe, ¿De qué se tratan Los Ases del Carnaval...?
es sábado, o mejor dicho madrugada, fin del corso, estrellas del firmamento, nacidas para el domingo,
tengo el tiempo, voy de viaje, por la aureola que destrababa tu luna de febrero,
me quedé guardado, sin equivocarme, en esto de la murga, realmente yo vi al murguero...
Estaba escondido entre abrazos fugaces, que fueron alimento para el corazón herido,
canciones de carcajadas, versos alegres, noches de desaparecidos, y muchas y no una, mañanas tristes,
pero conozco las mañas, y tengo tinta todavía, en mis cartuchos,
no soy todo lo que hablo, aún escribo, pienso en vos, y no te escucho.
Late el bombo que mi glándula murguera sigue viva, tengo sangre en la memoria,
tengo lluvia, tengo calle, y fui una esquina.
Pero me quise contar el cuento que llegó después.
Y todo eso, con su gloria y con su magia, fue a la ruina...
Soy responsable de las canciones satelitales, y nunca de la voz de caramelo,
soy aquel que puso la mano sobre los naipes, y dibujo una bandera para todos,
y sé murga, quizá mucho, quizá poco.
Será momento de despedirte mi querida,
salar redonda ésta eterna herida, y no irme sin decirte que,
en tus platos, bronce vil que sangró al dedo,
y en tu pulso, mal canción acompañada y a lo bestia,
hice historia en algún lugar de la memoria,
y ahora, que todos los celulares se quedaron en silencio,
me iré para extrañarte, colgado, en la hazaña oscura de,
sentirme dueño, de tu letra, de tu voz y tu estandarte...
Y nunca pudo ser en otro lado, pronto llegará otro febrero estival,
y probablemente, en la escuela, la memoria de alguno traerá a un Guille,
que seguramente sabe, ¿De qué se tratan Los Ases del Carnaval...?
Terceras veces II (Trilogía de la tragedia)
Podría despertarme y pedirle agua a la agonía de la sed que es tuya,
queriendo, por ejemplo que emergas de por entre donde no veo,
para que ver, se aproxime a los milagros, por tanto, los milagros,
que existen, vienen a confirmar esta mañana que yo creo.
Pero en qué creo, en las manos tibias, en las espaldas sudorosas,
en el amor combinado como obsequio de un pasado que nos vino,
a entre otras cosas, confirmar que no hay pucho que el destino no se fume,
que lo que debe ser será, como si no pudiesemos eludir lo designado.
Quiero contarte por ejemplo, que esto no es un soneto, ni una cuarteta,
ni apenas un decálogo de buenos días con besos para vos, para el café,
[mal que me pese me cuesta asumir que no te podés despertar conmigo...]
con la experiencia sútil de quien no vuelca una gota de agua demás,
porque no le falta nada, pero en Dios, no derrochar.
Porque volcás la mano suave hacia la dirección, porque doy vueltas sobre tus manos,
como si estuviese superando un monte claro, cortado por ríos serpenteantes,
[¿vos viste detenerse a un cóndor por los aires, para elegir el objetivo...?]
de un valle que la mano de Dios habrá pintado como nuevo,
para confirmarte, que hasta donde se ha perdido todo, igual yo creo.
Para ayudarte, no a alivianarte las cargas, porque no seré mientras me toque buey de nadie,
sí, con las maletas que el olvidarnos deje en formas de palabras que lastimen, como sentidos,
parecidos a emociones, tan parecido es. Tan parecido.
Que creer es un delito de ambición, cuando uno no ha certificado aún que se ha vivido.
Entonces, tu mano, se vuelve a posar, y la noche y la mañana siguiente se ha vuelto prosa,
el invierno, con el infierno inclusivo de las almas, se ha vuelto una magnífica y fantástica primavera.
Posada así suave y tierna, y sin nervios, y sin problemas, y sin calumnias, sin verso,
como el aura celestial que me invadía, mientras todo lo que sé se ha tornado en mariposas.
Llegá justo el día que tengas que matarme todos los pájaros, no tardes,
porque la muerte va a invadir el valle, tarde o temprano. Ese día no te tardes.
Porque voy a seguir creyendo hasta la última gota de lluvia, hasta la última nube,
porque en tus manos de luna, y en tus ojos, y en la boca,
[aunque bien podría haber elegido otro barrio*]
Hasta en las amígdalas tengo ganas de verte, hasta en los juglares del tiempo,
hasta en el paravalancha, hasta en la biblioteca, hasta en el camino,
hasta en la playa, hasta en las estructuras, que no quiero intervenir, ni ser dominio,
hasta en los estertores, llegá temprano, no tardes, porque no he venido a vender nada que no tengo,
porque todo y nada en este sinfín de volver a creer me da lo mismo...
Porque no te quiero ver con cara de punto final, pero hasta el más grande Sabina,
teme a las balas de juguete que nos matan, y puede congelarse en los puntos suspensivos,
porque encontré en tu cintura el canal que me hizo escribir todo esto,
pero no demores, sos fantástica. Porque mientras vos tardas, yo todavía te creo.
Y si uno cree y espera.
Suceda lo que suceda,
Dios nos va a confirmar,
que no sólo es que exista,
o no exista mi problema,
sino que cumpla con acción,
el verbo ingrato, y todavía no me bañé,
ni saqué el fato,
que supone trasquilarme después tuyo,
cuando ni toda la cabeza te alcanza,
para entender que estuve siempre,
tan sencillo como un vidrio,
que transparente y por delante no vistes.
Y claro. Mucho menos que Dios, pero que estuvo.
Quiero dormir para que tu voz me confirme que existo la mañana siguiente.
Me partiste la cabeza. Así nomás. Toda rota.
Toda.
Terceras veces.
Agosto agotado 2010
queriendo, por ejemplo que emergas de por entre donde no veo,
para que ver, se aproxime a los milagros, por tanto, los milagros,
que existen, vienen a confirmar esta mañana que yo creo.
Pero en qué creo, en las manos tibias, en las espaldas sudorosas,
en el amor combinado como obsequio de un pasado que nos vino,
a entre otras cosas, confirmar que no hay pucho que el destino no se fume,
que lo que debe ser será, como si no pudiesemos eludir lo designado.
Quiero contarte por ejemplo, que esto no es un soneto, ni una cuarteta,
ni apenas un decálogo de buenos días con besos para vos, para el café,
[mal que me pese me cuesta asumir que no te podés despertar conmigo...]
con la experiencia sútil de quien no vuelca una gota de agua demás,
porque no le falta nada, pero en Dios, no derrochar.
Porque volcás la mano suave hacia la dirección, porque doy vueltas sobre tus manos,
como si estuviese superando un monte claro, cortado por ríos serpenteantes,
[¿vos viste detenerse a un cóndor por los aires, para elegir el objetivo...?]
de un valle que la mano de Dios habrá pintado como nuevo,
para confirmarte, que hasta donde se ha perdido todo, igual yo creo.
Para ayudarte, no a alivianarte las cargas, porque no seré mientras me toque buey de nadie,
sí, con las maletas que el olvidarnos deje en formas de palabras que lastimen, como sentidos,
parecidos a emociones, tan parecido es. Tan parecido.
Que creer es un delito de ambición, cuando uno no ha certificado aún que se ha vivido.
Entonces, tu mano, se vuelve a posar, y la noche y la mañana siguiente se ha vuelto prosa,
el invierno, con el infierno inclusivo de las almas, se ha vuelto una magnífica y fantástica primavera.
Posada así suave y tierna, y sin nervios, y sin problemas, y sin calumnias, sin verso,
como el aura celestial que me invadía, mientras todo lo que sé se ha tornado en mariposas.
Llegá justo el día que tengas que matarme todos los pájaros, no tardes,
porque la muerte va a invadir el valle, tarde o temprano. Ese día no te tardes.
Porque voy a seguir creyendo hasta la última gota de lluvia, hasta la última nube,
porque en tus manos de luna, y en tus ojos, y en la boca,
[aunque bien podría haber elegido otro barrio*]
Hasta en las amígdalas tengo ganas de verte, hasta en los juglares del tiempo,
hasta en el paravalancha, hasta en la biblioteca, hasta en el camino,
hasta en la playa, hasta en las estructuras, que no quiero intervenir, ni ser dominio,
hasta en los estertores, llegá temprano, no tardes, porque no he venido a vender nada que no tengo,
porque todo y nada en este sinfín de volver a creer me da lo mismo...
Porque no te quiero ver con cara de punto final, pero hasta el más grande Sabina,
teme a las balas de juguete que nos matan, y puede congelarse en los puntos suspensivos,
porque encontré en tu cintura el canal que me hizo escribir todo esto,
pero no demores, sos fantástica. Porque mientras vos tardas, yo todavía te creo.
Y si uno cree y espera.
Suceda lo que suceda,
Dios nos va a confirmar,
que no sólo es que exista,
o no exista mi problema,
sino que cumpla con acción,
el verbo ingrato, y todavía no me bañé,
ni saqué el fato,
que supone trasquilarme después tuyo,
cuando ni toda la cabeza te alcanza,
para entender que estuve siempre,
tan sencillo como un vidrio,
que transparente y por delante no vistes.
Y claro. Mucho menos que Dios, pero que estuvo.
Quiero dormir para que tu voz me confirme que existo la mañana siguiente.
Me partiste la cabeza. Así nomás. Toda rota.
Toda.
Terceras veces.
Agosto agotado 2010
Terceras veces (Trilogía de la tragedia)
Tememe porque el corazón, cuando se nos cae del pecho, carece de los que nos recorran,
está la acción, pensando qué hacer. Hay un amigo dispuesto a sostenernos,
porque mañana encontraremos más actividad, y en cuanto a la actividad seremos bestias.
No insistas, no porque lo haya dicho el I Ching, no porque creamos en un libro que nos diluya,
no porque nos solucione las cuestiones de las que venimos en fé a conversarnos, por eso.
No importa si te comés un garrón. Hay una palma de mi mano, que el napalm no elimina,
es más violento que aquella tierra de violencia, prometida.
Resulta que de los golpes, desde la niñez, desde la inconciencia, desde las obstrucciones,
desde donde venimos a contemplar este acantilado por donde la imaginación,
por donde las calles de la primera vez, de la primera cita, devolver a conocernos,
me hizo temblar. Timbrando. Con la sensación del aullido permanente. En revoluciones.
Las marchas no funcionan, mi concepción del color, sin que sea evidente retornamos a la sombra,
hoy de domingo, en gotas finas y cortantes, y penetrados a las cuestiones de las que no se hablan,
dónde...? Dios...? Dónde.
Dó quedó desde fa hasta la última nota de notas de escalas, en nuevas luces,
entre otras cosas desde la mano hasta el codo, desde el codo hasta el hombro, ahí se colma.
Espero con la quietud del cemento, con la resistencia del concreto que gris aniquila lo quiero,
no salen flores de las paredes, por más grandes y lindas que sean las arquitecturas del microcentro,
no obstante, bebí rocío, de pístilos que si encontré por los etcéteras de tu cuerpo.
Blanco. Con algunas marcas, no es de piedra ni madera, donde el espíritu santo hizo su templo.
Miro frugal el acero, observo el brillo generado por la luz mortecina, por la interrupción.
Quieren tocar nuevamente mis manos su percusión, y darte como respuesta golpes de parches,
en cuero sin sentir que las manos sangran, descamisado, desperezado. Contento.
Quiero despertarme. Pero no porque me mantenga dormida esta semana, ni este año. Ni tus segundos.
Es tarde, las horas se van perdiendo vanas, la vacuidad de las manecillas se filtran.
En el ambiente, como si fueses de oxígeno, empiezo nuevamente a respirarte. Vuelvo a verte.
Y entonces, los miedos que tenías comienzan a disiparse, mi mirada a aparecerse,
porque volveré a la tierra de donde mis cenizas fueron fénix.
[Matar canallas con su cañón de futuro...? Quién podrá superarte...?]
Bueno... Bueno.
También tendré que hablar de Benjamín, de que la vida se hizo más vida.
Porque nos están dando buenos motivos para vivirla. Porque los simpáticos padres.
Porque los hijos que vienen, los tuyos, los míos, los de ellos, entenderán tarde todo esto.
La lectura llegará con lápices de mina carbónica, esperando resolver con manos libres,
las canciones que los padres no pudimos, ni supimos, escribirles.
Porque un día nos perdimos. Sin morirnos. Hacía la terraza.
Con el bombín a cuestas como piedras.
Para descansarnos en lechos de mar, de arena, para sorprendernos una noche,
mirando tibiamente las luces estelares de las sierras.
Quién pudiese corazón, sorprenderte con el mundo entre las manos,
páramos, dunas, desiertos enteros de soledad para todos. Desiertos habitados,
porque la gente nos habita sin transgredirnos, porque estamos vivos, entonces,
ni la poesía, ni la gloria, ni este ciclo, se ha confirmado como vocación, en subversivos.
Terceras veces.
Agosto agotado del 2010
está la acción, pensando qué hacer. Hay un amigo dispuesto a sostenernos,
porque mañana encontraremos más actividad, y en cuanto a la actividad seremos bestias.
No insistas, no porque lo haya dicho el I Ching, no porque creamos en un libro que nos diluya,
no porque nos solucione las cuestiones de las que venimos en fé a conversarnos, por eso.
No importa si te comés un garrón. Hay una palma de mi mano, que el napalm no elimina,
es más violento que aquella tierra de violencia, prometida.
Resulta que de los golpes, desde la niñez, desde la inconciencia, desde las obstrucciones,
desde donde venimos a contemplar este acantilado por donde la imaginación,
por donde las calles de la primera vez, de la primera cita, devolver a conocernos,
me hizo temblar. Timbrando. Con la sensación del aullido permanente. En revoluciones.
Las marchas no funcionan, mi concepción del color, sin que sea evidente retornamos a la sombra,
hoy de domingo, en gotas finas y cortantes, y penetrados a las cuestiones de las que no se hablan,
dónde...? Dios...? Dónde.
Dó quedó desde fa hasta la última nota de notas de escalas, en nuevas luces,
entre otras cosas desde la mano hasta el codo, desde el codo hasta el hombro, ahí se colma.
Espero con la quietud del cemento, con la resistencia del concreto que gris aniquila lo quiero,
no salen flores de las paredes, por más grandes y lindas que sean las arquitecturas del microcentro,
no obstante, bebí rocío, de pístilos que si encontré por los etcéteras de tu cuerpo.
Blanco. Con algunas marcas, no es de piedra ni madera, donde el espíritu santo hizo su templo.
Miro frugal el acero, observo el brillo generado por la luz mortecina, por la interrupción.
Quieren tocar nuevamente mis manos su percusión, y darte como respuesta golpes de parches,
en cuero sin sentir que las manos sangran, descamisado, desperezado. Contento.
Quiero despertarme. Pero no porque me mantenga dormida esta semana, ni este año. Ni tus segundos.
Es tarde, las horas se van perdiendo vanas, la vacuidad de las manecillas se filtran.
En el ambiente, como si fueses de oxígeno, empiezo nuevamente a respirarte. Vuelvo a verte.
Y entonces, los miedos que tenías comienzan a disiparse, mi mirada a aparecerse,
porque volveré a la tierra de donde mis cenizas fueron fénix.
[Matar canallas con su cañón de futuro...? Quién podrá superarte...?]
Bueno... Bueno.
También tendré que hablar de Benjamín, de que la vida se hizo más vida.
Porque nos están dando buenos motivos para vivirla. Porque los simpáticos padres.
Porque los hijos que vienen, los tuyos, los míos, los de ellos, entenderán tarde todo esto.
La lectura llegará con lápices de mina carbónica, esperando resolver con manos libres,
las canciones que los padres no pudimos, ni supimos, escribirles.
Porque un día nos perdimos. Sin morirnos. Hacía la terraza.
Con el bombín a cuestas como piedras.
Para descansarnos en lechos de mar, de arena, para sorprendernos una noche,
mirando tibiamente las luces estelares de las sierras.
Quién pudiese corazón, sorprenderte con el mundo entre las manos,
páramos, dunas, desiertos enteros de soledad para todos. Desiertos habitados,
porque la gente nos habita sin transgredirnos, porque estamos vivos, entonces,
ni la poesía, ni la gloria, ni este ciclo, se ha confirmado como vocación, en subversivos.
Terceras veces.
Agosto agotado del 2010
Mañana de armarse un tango
Pará, que fumarse uno te va a sacar el aliento,
me mezclaste el sentimiento, con tanadas cosas tuyas,
y una luna me chamuya, ya no importa que te llame,
es tarde para que largues, se esconde el abatimiento,
me estrangulo el copamiento, me dejo lona y basura...
Tengo tiempo, tengo vida, tengo todo y vale otro,
me curto porque soporto, no tolero y es lo mismo,
voy a pegarme el abismo, ahí me quedaré quieto,
loco y mío, solo y paria, aturdiendo como siempre,
he pasado mil inviernos, ya pronto vendrá setiembre...
Y siempre que me rescata, la piña viene de arriba,
asumo la porquería, voy a pedirte perdón,
no me rompe el corazón, el cuore lo tengo sano,
es zurdo como el gran diego, pero no juega de mano...
Y absurdo el haber creído, que tengo costado bueno,
nunca tuve mucho freno, soy como un bondi a retraso,
me comí diez mil porrazos, otros tantos me fumé,
tu cintura acaricié, sin dejar marcas ni huellas,
me perdiste en las estrellas, y una se vino a caer...
Asique si hay un después, o un llamado, o un mensaje,
es ligero mi equipaje, lo tengo en mi corazón,
poesía que me enseñó, a vivir la vida al mango,
pero se me sale un tango, y en eso te tengo a vos...
Acorrala tu memoria la milonga mal nacida,
siempre fueron más perdidas que las dichas, las ganadas,
yo no marco a las patadas, me gusta el juego elegante,
soy un vicioso de antes, con códigos al sentir,
y si te ayudo a venir, escuchá que ya termina,
te abrazo con esta rima, tu hombro volvió a ser mío,
ya pronto volverá el frío, y en eso me tengo yo...
me mezclaste el sentimiento, con tanadas cosas tuyas,
y una luna me chamuya, ya no importa que te llame,
es tarde para que largues, se esconde el abatimiento,
me estrangulo el copamiento, me dejo lona y basura...
Tengo tiempo, tengo vida, tengo todo y vale otro,
me curto porque soporto, no tolero y es lo mismo,
voy a pegarme el abismo, ahí me quedaré quieto,
loco y mío, solo y paria, aturdiendo como siempre,
he pasado mil inviernos, ya pronto vendrá setiembre...
Y siempre que me rescata, la piña viene de arriba,
asumo la porquería, voy a pedirte perdón,
no me rompe el corazón, el cuore lo tengo sano,
es zurdo como el gran diego, pero no juega de mano...
Y absurdo el haber creído, que tengo costado bueno,
nunca tuve mucho freno, soy como un bondi a retraso,
me comí diez mil porrazos, otros tantos me fumé,
tu cintura acaricié, sin dejar marcas ni huellas,
me perdiste en las estrellas, y una se vino a caer...
Asique si hay un después, o un llamado, o un mensaje,
es ligero mi equipaje, lo tengo en mi corazón,
poesía que me enseñó, a vivir la vida al mango,
pero se me sale un tango, y en eso te tengo a vos...
Acorrala tu memoria la milonga mal nacida,
siempre fueron más perdidas que las dichas, las ganadas,
yo no marco a las patadas, me gusta el juego elegante,
soy un vicioso de antes, con códigos al sentir,
y si te ayudo a venir, escuchá que ya termina,
te abrazo con esta rima, tu hombro volvió a ser mío,
ya pronto volverá el frío, y en eso me tengo yo...
lunes, 11 de julio de 2011
Fundación _todoloquetengoo_
Prefiero no llegar tocando tu piel, ni ahora, al menos un cuarto de besos,
prefiero no querer explicar por qué hago así, o asá, dejarte en la duda,
irme, solamente, desmaterializarme.
Mi personalidad. Mi adentro. Mi escudo. Mi todo.
Mi yo. Y entonces, el resultado salpica rasguños, uñas clavadas entre mi corazón y mi conciencia,
quiero irme de acá.
Quiero cambiar de estado. Quiero cambiar de vida.
Quiero cambiar de dolor. Quiero cambiar de heridas.
Me gustaría dolerme de las cosas que te duelen,
y las carencias mías dejarlas secar al sol.
Quiero que me mate tu boca, quiero romper mi dolor.
Vengadores de descensos en amor, leñadores de rama caída,
suspenso en las nubes, solamente sueños.
Palabras comunes,
predicas.
Tibiezas que de la poesía llamará al mundo,
para que en Holanda se discuta la vaquería, que Heidelberg,
que aquí o que allá.
Silencios.
Que lindo es este nuevo blog. Voy a cuidarlo a fin de no perderlo.
Hoy me traje una adolescencia, a algunas canciones que sin ella parecieran mudas,
y entonces, tengo unos cuantos motivos para caminar derecho,
porque yendo al motivo inicial, siempre me convocan,
los honores de haberme pasado de mudo, a mucho, por los hechos.
Pregonando mi nuevo lugar en el mundo,
porque simplemente es la poesía,
porque simplemente,
es todo lo que tengo.
Por eso cree lo que cree, por eso creo.
prefiero no querer explicar por qué hago así, o asá, dejarte en la duda,
irme, solamente, desmaterializarme.
Mi personalidad. Mi adentro. Mi escudo. Mi todo.
Mi yo. Y entonces, el resultado salpica rasguños, uñas clavadas entre mi corazón y mi conciencia,
quiero irme de acá.
Quiero cambiar de estado. Quiero cambiar de vida.
Quiero cambiar de dolor. Quiero cambiar de heridas.
Me gustaría dolerme de las cosas que te duelen,
y las carencias mías dejarlas secar al sol.
Quiero que me mate tu boca, quiero romper mi dolor.
Vengadores de descensos en amor, leñadores de rama caída,
suspenso en las nubes, solamente sueños.
Palabras comunes,
predicas.
Tibiezas que de la poesía llamará al mundo,
para que en Holanda se discuta la vaquería, que Heidelberg,
que aquí o que allá.
Silencios.
Que lindo es este nuevo blog. Voy a cuidarlo a fin de no perderlo.
Hoy me traje una adolescencia, a algunas canciones que sin ella parecieran mudas,
y entonces, tengo unos cuantos motivos para caminar derecho,
porque yendo al motivo inicial, siempre me convocan,
los honores de haberme pasado de mudo, a mucho, por los hechos.
Pregonando mi nuevo lugar en el mundo,
porque simplemente es la poesía,
porque simplemente,
es todo lo que tengo.
Por eso cree lo que cree, por eso creo.
Sin Título 0005
Estaba este mediodía, mirando la pantallita,
haciendo tantas cositas, me perdí quince minutos,
con algo que yo disfruto, tanto y mucho, la poesía...
Me acordé del gran Darío, perdido lagarto verde,
me acordé y si no se pierde la palabra por el tiempo,
significa que el invierno, por más que venga y aceche,
no me va arruinar la leche, ni de un lado ni del otro.
Me sigo sintiendo el hombro, del mundo que traigo encima,
vengo a buscar una rima, la traigo aquí en la mirada,
mientras no supimos nada, anduvimos cuesta arriba...
Me mentís porque es tu forma de pasarme de costado,
me mentís porque el carajo, te parece un gran disgusto,
y es muy poco tanto insulto, para un grande descarado.
Vengo y voy con algodón porque anduve en la tiniebla,
mi pasado se lamenta del tiempo que está perdido,
pero supe que al caido se le puede dar la mano,
perdonar, es levantarlo, y reponerle la vida,
por eso es que en la poesía, me acuerdo del gran Darío,
ese loco amigo mío, que junto a José Martí,
tienen letras para mí, atesorando la aurora,
y a veces el mundo canta, cuando por dentro se llora...
Fumate la bendición...
Que te va a pegar re piola!
haciendo tantas cositas, me perdí quince minutos,
con algo que yo disfruto, tanto y mucho, la poesía...
Me acordé del gran Darío, perdido lagarto verde,
me acordé y si no se pierde la palabra por el tiempo,
significa que el invierno, por más que venga y aceche,
no me va arruinar la leche, ni de un lado ni del otro.
Me sigo sintiendo el hombro, del mundo que traigo encima,
vengo a buscar una rima, la traigo aquí en la mirada,
mientras no supimos nada, anduvimos cuesta arriba...
Me mentís porque es tu forma de pasarme de costado,
me mentís porque el carajo, te parece un gran disgusto,
y es muy poco tanto insulto, para un grande descarado.
Vengo y voy con algodón porque anduve en la tiniebla,
mi pasado se lamenta del tiempo que está perdido,
pero supe que al caido se le puede dar la mano,
perdonar, es levantarlo, y reponerle la vida,
por eso es que en la poesía, me acuerdo del gran Darío,
ese loco amigo mío, que junto a José Martí,
tienen letras para mí, atesorando la aurora,
y a veces el mundo canta, cuando por dentro se llora...
Fumate la bendición...
Que te va a pegar re piola!
Entonces qué...?
Grito sordo, de repente rompen filas, miro entre aturdido y violento, entre la noche y el día,
estoy amparado por la fugacidad de las cosas que pienso mientras llevo a un hijo al colegio,
entre las mañanas con olor a mar, con oraciones de palabras y palabras muy pesadas,
que nacieron de mi pecho, que no sé de dónde vienen y no sé a dónde se van...
Me atraviesa la cultura, y sobreviene el desánimo, quién mira entonces que de verdad funciona,
quién pone la mano sobre su propia viga, y por qué me someto a cosquillear con mi paja,
quitá tus manos sucias de mi ojo. No me obligues a llamar a mi amigo.
Soy de la época de la idea rota, del pensamiento pobre, de la conducta resistente,
del insulto flaco, de la prostitución débil, he llegado arrastrando, aún no me paré.
Aún miro el globo desde el piso, aún miro a los de mi condición mentirse, observarse por sobre los hombros...
Y claro, si no tuvieran los hombros por los cuales sobre mirarse, realmente estarían a otra altura,
pero a quién le importa la nieve en este otoño, a quién le dará igual, vencer otra locura.
No todo es del demonio, no todo lo es. Hay cosas, muchas cosas, que son tuyas.
De lo malo, en los pórticos sellados, no quedó filtro posible a esa pared, festejé desde temprano conocerla,
hoy he escrito todo esto, y también pensé en usted. Voy, porque Whitman se asustó cuando aún hierve la tetera.
No soy de su costumbre, nos ignoramos, cuestiones del idioma, diferencias de tamaños, no renunciaré,
tampoco me interesa tener su billetera.
Compre tickets de primera fila para el teatro, y eso me demostrará que lo que necesita es mostrarse y no ver,
compre un auto, y eso me hará ver que se pierde de más de un alma que camina errante, perdida,
he visto en la simpleza del niño la riqueza de la tierra, sé lo que no tuve, sé que soy un poco más de otro planeta.
Qué buena resulta la elevación cultural, qué distinguido te vuelve, que soberbia, cuánto momento de dedo meñique,
cuánta solución de implacable purpurina. Todo verso. Casi todo, pero todo, todo es verso.
Me quedo con tu caricia de mano débil, de madre rota, con tu abrazo vencido gimiendo el "no puedo más",
con tu insulto, con tu carga, con tu odio, con tu reacción, con tu insolencia, damelas a mí. Dame cada cosa.
Y yo las llevaré por tí. Yo sí quiero que me duela porque doy, parece muchas veces que a vos no.
Vos tenés cuatro pesos con setenta y sos Monroe. Vos valés un numero sin letras y sos Trump.
Vos creés que Dios tiene reservados asientos sector VIP, vos sentís que sos, y no te ves ni vos.
Vos no soñás un sueño propio, estás condenado a vivir de la visión ajena.
Vos no te hacés cargo de nada, te veo como a una rata, ausentes, palabras rehmas...
estoy amparado por la fugacidad de las cosas que pienso mientras llevo a un hijo al colegio,
entre las mañanas con olor a mar, con oraciones de palabras y palabras muy pesadas,
que nacieron de mi pecho, que no sé de dónde vienen y no sé a dónde se van...
Me atraviesa la cultura, y sobreviene el desánimo, quién mira entonces que de verdad funciona,
quién pone la mano sobre su propia viga, y por qué me someto a cosquillear con mi paja,
quitá tus manos sucias de mi ojo. No me obligues a llamar a mi amigo.
Soy de la época de la idea rota, del pensamiento pobre, de la conducta resistente,
del insulto flaco, de la prostitución débil, he llegado arrastrando, aún no me paré.
Aún miro el globo desde el piso, aún miro a los de mi condición mentirse, observarse por sobre los hombros...
Y claro, si no tuvieran los hombros por los cuales sobre mirarse, realmente estarían a otra altura,
pero a quién le importa la nieve en este otoño, a quién le dará igual, vencer otra locura.
No todo es del demonio, no todo lo es. Hay cosas, muchas cosas, que son tuyas.
De lo malo, en los pórticos sellados, no quedó filtro posible a esa pared, festejé desde temprano conocerla,
hoy he escrito todo esto, y también pensé en usted. Voy, porque Whitman se asustó cuando aún hierve la tetera.
No soy de su costumbre, nos ignoramos, cuestiones del idioma, diferencias de tamaños, no renunciaré,
tampoco me interesa tener su billetera.
Compre tickets de primera fila para el teatro, y eso me demostrará que lo que necesita es mostrarse y no ver,
compre un auto, y eso me hará ver que se pierde de más de un alma que camina errante, perdida,
he visto en la simpleza del niño la riqueza de la tierra, sé lo que no tuve, sé que soy un poco más de otro planeta.
Qué buena resulta la elevación cultural, qué distinguido te vuelve, que soberbia, cuánto momento de dedo meñique,
cuánta solución de implacable purpurina. Todo verso. Casi todo, pero todo, todo es verso.
Me quedo con tu caricia de mano débil, de madre rota, con tu abrazo vencido gimiendo el "no puedo más",
con tu insulto, con tu carga, con tu odio, con tu reacción, con tu insolencia, damelas a mí. Dame cada cosa.
Y yo las llevaré por tí. Yo sí quiero que me duela porque doy, parece muchas veces que a vos no.
Vos tenés cuatro pesos con setenta y sos Monroe. Vos valés un numero sin letras y sos Trump.
Vos creés que Dios tiene reservados asientos sector VIP, vos sentís que sos, y no te ves ni vos.
Vos no soñás un sueño propio, estás condenado a vivir de la visión ajena.
Vos no te hacés cargo de nada, te veo como a una rata, ausentes, palabras rehmas...
El murguero trasnochado
Va un homenaje nuevo
Al murguero trasnochado
Que soñó estando despierto
Los versos de su canción
Aquel que puso el color
En los trajes y estandartes
Que le puso ritmo al baile
Y a su desfile pasión
Yo creo en ese Señor
Que partió ya hace algún tiempo
Buscando tapar agujeros
Para cuidar la salud
Que dejo un sabor amargo
De miedos y de abandonos
En los que fueron primero
y los que quedaron aun
Sin embargo en la hermosura
De esta murga el primer día
Rescata la travesura del murguero trasnochado
Que al guiño de plato y parche
Salta y gira sin parar
En la mente, los recuerdos,
Dentro mío dentro tuyo
Al fin y al cabo de todos
Como ya ha escrito una vez
Una vez de aquella esquina
Al verla pasar de lejos
Brillando en su corazón
Más quisiera agradecerle
Por cada puesta de sol
En que a la murga hizo verso
Por querer llegar primero
Por querer ser el mejor
Por llevar a lo más alto
Nuestra indudable pasión.
Por esperar los febreros
De apliques con mostacillas
Para lucir en un corso
Solo un corso en carnaval.
Lo despido así nomás
Como a Usted se que le gusta
Y NO Olvido que su escuela
Será TINTA PERMANENTE
Su nombre siempre presente
En los Ases del carnaval.
Al murguero trasnochado
Que soñó estando despierto
Los versos de su canción
Aquel que puso el color
En los trajes y estandartes
Que le puso ritmo al baile
Y a su desfile pasión
Yo creo en ese Señor
Que partió ya hace algún tiempo
Buscando tapar agujeros
Para cuidar la salud
Que dejo un sabor amargo
De miedos y de abandonos
En los que fueron primero
y los que quedaron aun
Sin embargo en la hermosura
De esta murga el primer día
Rescata la travesura del murguero trasnochado
Que al guiño de plato y parche
Salta y gira sin parar
En la mente, los recuerdos,
Dentro mío dentro tuyo
Al fin y al cabo de todos
Como ya ha escrito una vez
Una vez de aquella esquina
Al verla pasar de lejos
Brillando en su corazón
Más quisiera agradecerle
Por cada puesta de sol
En que a la murga hizo verso
Por querer llegar primero
Por querer ser el mejor
Por llevar a lo más alto
Nuestra indudable pasión.
Por esperar los febreros
De apliques con mostacillas
Para lucir en un corso
Solo un corso en carnaval.
Lo despido así nomás
Como a Usted se que le gusta
Y NO Olvido que su escuela
Será TINTA PERMANENTE
Su nombre siempre presente
En los Ases del carnaval.
A los pies del árbol el perro
Vuelta de vista y pronto, antemano del cordón, tiembla fragil la bestia.
Ya no es el cachorro cuidado y suave, y entonces todo se olvidó de él.
Mi vista pasa y repara, pero entonces, yo también.
Veo sufrido y de rosca, como atrincherado el perro, como pidiendo piedad,
mi mente se va a la infancia, el amor baja al infierno, y entonces pienso en un arma.
¿Por qué mi cabeza quiere eliminar de ese modo el sufrimiento?
Por qué subiendo de este modo, un gusto ácido eligiría disparar al animal,
pensando acabar el sufrimiento con la muerte del perro.
¿Quién reparará en él? ¿Qué hay de arte en retratar su estampa no jubilosa?
Pienso en poesía oportunista de frases que riman estúpidamente unas con otras,
es martes a la mañana y ya sé, no querés pensar en que la muerte se levantó contigo,
en que el enemigo acecha tras tus pasos, en que tu odio sin Dios, exige cobertura.
Pienso en tanta gente ahora, que me aburro de buscar el dolor, para que tu cabeza pequeña,
mate conmigo ese perro, y que huérfanos corramos hacia la buena nueva.
Claro necesitás o preferís otro mensaje. Nadie quiere escuchar de lo podrido.
Por eso lo podrido sigue ahí.
Cierto personaje hablaba del rechazo al reproche, de lo esquivo de la exhortación,
pero qué es sino. Si no te gusta. Andate.
Y que todo reproduzca idiotas.
Pero vos me eliminás. Perro, me eliminás.
Y traigo la muerte dentro en un perro que más que cansado no se ordena en un camino,
y no quiere desaparecerse en el temblar del frío de una noche a la deriva,
y pienso en cómo conocí el calor, y qué insensible te vuelve el hecho de cocinarte. ¿No?
Pero qué vas a hacer, si no tenés cómo remediarlo. ¿Vas a ir a matarlo, Oh Señor?
Pensá en quitarle la vida, de a palos. Uno tras otro. Imaginate. Ver salir pequeños abandonos,
amontonados entonces en algo ya muerto hace mucho.
Luego crucé la calle, y como una afrenta veloz, un pobre, o mejor, uno más pobre que yo,
... suspiremos...
(que lindo saberse así de afortunado)
... en eso llega la paz...
en condiciones similares a las del perro, con un vaso de Gancia, me preguntó la hora.
Estaba sentado en República del Líbano y Libertad. Hace minutos.
Contado así no parece tan grave.
Qué lindo ser un poeta. Y que todo sea usado para el Arte.
Pensás en por qué Dios te muestra de esta manera la creación.
Todo se guarda en la renuncia al mundo y en la vida de oración.
Al ver a ese muchacho, desperdiciado, enajenado. Pensé en un arma...
Pero era muy temprano. Y es feo ser sensible en ayunas.
"Habrá guadaña, cuando del rebaño
tu cabeza se quiera asomar
así se juega
siempre con trampa
y el que se juega, jugado está.
No hay más tiempo que el que te queda
ésa es toda tu oportunidad
no quieras que otros
sangren tu herida
tu propio siendo, quiere ser ya..."
La Renga.
Ministrado por el enemigo, aún, puedo vivir todos los días perfectamente equivocado.
La diferencia está en reconocerlo. Y pensar en explicarlo.
No sea cosa de que porque entiendo un poco más,
le de a la muerte toda una vida de ventaja.
Ya no es el cachorro cuidado y suave, y entonces todo se olvidó de él.
Mi vista pasa y repara, pero entonces, yo también.
Veo sufrido y de rosca, como atrincherado el perro, como pidiendo piedad,
mi mente se va a la infancia, el amor baja al infierno, y entonces pienso en un arma.
¿Por qué mi cabeza quiere eliminar de ese modo el sufrimiento?
Por qué subiendo de este modo, un gusto ácido eligiría disparar al animal,
pensando acabar el sufrimiento con la muerte del perro.
¿Quién reparará en él? ¿Qué hay de arte en retratar su estampa no jubilosa?
Pienso en poesía oportunista de frases que riman estúpidamente unas con otras,
es martes a la mañana y ya sé, no querés pensar en que la muerte se levantó contigo,
en que el enemigo acecha tras tus pasos, en que tu odio sin Dios, exige cobertura.
Pienso en tanta gente ahora, que me aburro de buscar el dolor, para que tu cabeza pequeña,
mate conmigo ese perro, y que huérfanos corramos hacia la buena nueva.
Claro necesitás o preferís otro mensaje. Nadie quiere escuchar de lo podrido.
Por eso lo podrido sigue ahí.
Cierto personaje hablaba del rechazo al reproche, de lo esquivo de la exhortación,
pero qué es sino. Si no te gusta. Andate.
Y que todo reproduzca idiotas.
Pero vos me eliminás. Perro, me eliminás.
Y traigo la muerte dentro en un perro que más que cansado no se ordena en un camino,
y no quiere desaparecerse en el temblar del frío de una noche a la deriva,
y pienso en cómo conocí el calor, y qué insensible te vuelve el hecho de cocinarte. ¿No?
Pero qué vas a hacer, si no tenés cómo remediarlo. ¿Vas a ir a matarlo, Oh Señor?
Pensá en quitarle la vida, de a palos. Uno tras otro. Imaginate. Ver salir pequeños abandonos,
amontonados entonces en algo ya muerto hace mucho.
Luego crucé la calle, y como una afrenta veloz, un pobre, o mejor, uno más pobre que yo,
... suspiremos...
(que lindo saberse así de afortunado)
... en eso llega la paz...
en condiciones similares a las del perro, con un vaso de Gancia, me preguntó la hora.
Estaba sentado en República del Líbano y Libertad. Hace minutos.
Contado así no parece tan grave.
Qué lindo ser un poeta. Y que todo sea usado para el Arte.
Pensás en por qué Dios te muestra de esta manera la creación.
Todo se guarda en la renuncia al mundo y en la vida de oración.
Al ver a ese muchacho, desperdiciado, enajenado. Pensé en un arma...
Pero era muy temprano. Y es feo ser sensible en ayunas.
"Habrá guadaña, cuando del rebaño
tu cabeza se quiera asomar
así se juega
siempre con trampa
y el que se juega, jugado está.
No hay más tiempo que el que te queda
ésa es toda tu oportunidad
no quieras que otros
sangren tu herida
tu propio siendo, quiere ser ya..."
La Renga.
Ministrado por el enemigo, aún, puedo vivir todos los días perfectamente equivocado.
La diferencia está en reconocerlo. Y pensar en explicarlo.
No sea cosa de que porque entiendo un poco más,
le de a la muerte toda una vida de ventaja.
Decepciones
Aún decepcionado, aún triste. Aún con dolor y aún, en sensaciones que aúnan,
pariendo la tierra en un grito, voy entre celestes, entre ocres, entre otros tantos,
que al canto todavía la oda se suma al pecho de la caricia, y todo, en Arnaud desaparece,
pero a quién?
A quién le escribo, si la decepción lo llena todo, perturbando más que una, aún la mañana y llora.
Vos como un fantasma, vos como una máquina de pedirle a los demás.
Vos sin ni un poco de talento, vos sin un pincel, vos sin un color que te distinga,
te molesta cuando digo la verdad, pero es verdad, y si hay una verdad, hay una lucha.
Explotando. Estás explotando, inutilmente. Sólo porque te querés un poco. Porque te la aguantás. O eso crees.
Decepción.
Que absurda decepción. Qué soledad. Qué escarnio. Que locura.
Hablan de todo. Discuten de todo. Son reacios a la sabiduría, pero no saben.
Nada saben. No saben ni del tiempo, ni de la furia que propone esta semana, tu razón de ser es una locura. Tu presente otro fantasma. Tu futuro la ignominia, y tu pasado es mediocre.
Y yo me miro desde afuera. Cosa que te moleste más.
Vas a la muerte como vamos todos.
Vas al pasado. Y volvés despellejado. Destruido.
Tarde de sábado. Morirte no es la opción.
Y la poesía, es un absurdo. Absurdos.
Cuán espiritual puede ser esta razón.
Todo.
Todo es espiritual. Todo es invisible.
Aún en la letra.
Al medio una palabra. Te está gritando la pantalla.
Quiere salir.
Golpear. Impactar. Discutir. Planificar. Y eso.
Con un empuje bárbaro.
Con unas razones enormes.
Con una dignidad que cabe en pelo.
Con un caracol que se distrae.
Con un pasado aberrante.
Con una sed asesina.
Con unos corajes desfallecidos.
Cansados.
Aún con la misma letra.
Quería irme pero el entorno se quedó a vivir.
Y el movimiento me arruinó la tarde.
Decepción, verdad.
Aún decepcionante!
pariendo la tierra en un grito, voy entre celestes, entre ocres, entre otros tantos,
que al canto todavía la oda se suma al pecho de la caricia, y todo, en Arnaud desaparece,
pero a quién?
A quién le escribo, si la decepción lo llena todo, perturbando más que una, aún la mañana y llora.
Vos como un fantasma, vos como una máquina de pedirle a los demás.
Vos sin ni un poco de talento, vos sin un pincel, vos sin un color que te distinga,
te molesta cuando digo la verdad, pero es verdad, y si hay una verdad, hay una lucha.
Explotando. Estás explotando, inutilmente. Sólo porque te querés un poco. Porque te la aguantás. O eso crees.
Decepción.
Que absurda decepción. Qué soledad. Qué escarnio. Que locura.
Hablan de todo. Discuten de todo. Son reacios a la sabiduría, pero no saben.
Nada saben. No saben ni del tiempo, ni de la furia que propone esta semana, tu razón de ser es una locura. Tu presente otro fantasma. Tu futuro la ignominia, y tu pasado es mediocre.
Y yo me miro desde afuera. Cosa que te moleste más.
Vas a la muerte como vamos todos.
Vas al pasado. Y volvés despellejado. Destruido.
Tarde de sábado. Morirte no es la opción.
Y la poesía, es un absurdo. Absurdos.
Cuán espiritual puede ser esta razón.
Todo.
Todo es espiritual. Todo es invisible.
Aún en la letra.
Al medio una palabra. Te está gritando la pantalla.
Quiere salir.
Golpear. Impactar. Discutir. Planificar. Y eso.
Con un empuje bárbaro.
Con unas razones enormes.
Con una dignidad que cabe en pelo.
Con un caracol que se distrae.
Con un pasado aberrante.
Con una sed asesina.
Con unos corajes desfallecidos.
Cansados.
Aún con la misma letra.
Quería irme pero el entorno se quedó a vivir.
Y el movimiento me arruinó la tarde.
Decepción, verdad.
Aún decepcionante!
Sin Título 0004
Negrura del solar de la manzana, estupidez que recae sobre mis hombros, desgarrando toda mi mentalidad humana. Ser igual que los demás han sido, siendo, distinto, queriendo. Odio.
No puedo escribir en verso porque el enemigo se sienta sobre lo que pienso,
no puedo desmaterializarme, correrme, santo cielo, fugarme.
Soy PROTESTANTE. LUTERANO. CRISTIANO. OLVIDATE.
Vengo de dónde vos venís, aunque parece que de dónde vos saliste, te olvidaste...
Es un esquinero multicolor, propicio para el fasito dominguero y el picado entre amigos,
pero no. Eso es pecado. Eso está mal. Eso es del diablo.
Basta, escribamos algo luminoso, hablemos de los clavos que traspasan las manos,
hablemos de la condena de un joven por pensar, hablás de mí, hablás de Esteban,
hablá de la muerte primera, hablá del amanecer segundo, habla. Dale. Hablá. Hablá turro.
Dónde están? Si estos también te van a dejar solo. Estos no son. Estos tampoco.
Se les nota en la alegría de su esencia. Quieren ser felices ellos, por eso no ven que la felicidad es comunitaria.
Habrá que morirse. Apenas, o del todo. Entonces. Otras cosas.
Orando. Siempre Orando o lo que es peor, oracionando. Casi pongo una u entre o y o.
Hoy denuncia de los tigres las aberraciones de la noche.
Un joven desde un garage llegó al mundo, otro desde una habitación. Será que vieron que había capacidad en las manos.
De qué visión me hablan. Dios mío. Cuán mediocre es el humano. Santo Cielo.
Veo las migas con las que se conforman. El fango dónde se revuelcan. Y no corro la vista de Dios.
Por eso intento crecer.
Pero, si crecer es pisarte la cabeza?
Si uno oraciona para un lado, y otro para otro. Si hago notas para mí. Solamente para no olvidarme.
Solamente para entender que además,
soy PERONISTA, MURGUERO. Date cuenta de que te vas a tener que ir Akenatón.
Si a la noche me duele la muela y a la mañana me duele la dignidad.
Qué bien que cocina tu madre. Qué lindo te quedó el pelo.
Qué lejos estamos. Mi Dios. Qué lejos. Nací para este momento.
Hasta que me adelanto. Y por eso me pierdo. Si me sigo a mi mismo. Me pierdo.
No puedo escribir en verso porque el enemigo se sienta sobre lo que pienso,
no puedo desmaterializarme, correrme, santo cielo, fugarme.
Soy PROTESTANTE. LUTERANO. CRISTIANO. OLVIDATE.
Vengo de dónde vos venís, aunque parece que de dónde vos saliste, te olvidaste...
Es un esquinero multicolor, propicio para el fasito dominguero y el picado entre amigos,
pero no. Eso es pecado. Eso está mal. Eso es del diablo.
Basta, escribamos algo luminoso, hablemos de los clavos que traspasan las manos,
hablemos de la condena de un joven por pensar, hablás de mí, hablás de Esteban,
hablá de la muerte primera, hablá del amanecer segundo, habla. Dale. Hablá. Hablá turro.
Dónde están? Si estos también te van a dejar solo. Estos no son. Estos tampoco.
Se les nota en la alegría de su esencia. Quieren ser felices ellos, por eso no ven que la felicidad es comunitaria.
Habrá que morirse. Apenas, o del todo. Entonces. Otras cosas.
Orando. Siempre Orando o lo que es peor, oracionando. Casi pongo una u entre o y o.
Hoy denuncia de los tigres las aberraciones de la noche.
Un joven desde un garage llegó al mundo, otro desde una habitación. Será que vieron que había capacidad en las manos.
De qué visión me hablan. Dios mío. Cuán mediocre es el humano. Santo Cielo.
Veo las migas con las que se conforman. El fango dónde se revuelcan. Y no corro la vista de Dios.
Por eso intento crecer.
Pero, si crecer es pisarte la cabeza?
Si uno oraciona para un lado, y otro para otro. Si hago notas para mí. Solamente para no olvidarme.
Solamente para entender que además,
soy PERONISTA, MURGUERO. Date cuenta de que te vas a tener que ir Akenatón.
Si a la noche me duele la muela y a la mañana me duele la dignidad.
Qué bien que cocina tu madre. Qué lindo te quedó el pelo.
Qué lejos estamos. Mi Dios. Qué lejos. Nací para este momento.
Hasta que me adelanto. Y por eso me pierdo. Si me sigo a mi mismo. Me pierdo.
Sin Título 0003
Tramo por tu beso al agua, que canta como un decisivo final de labios,
un corte por donde viajan las luces que nutren la mirada que se posa en tus ojos,
y Dios, con todo lo que significa esa palabra para mí, se asoma cuando me mirás.
Simplemente, como pidiéndome que me quede quieto, que no empiece con algo,
que tiene una fecha, que no es esta, pero que sabemos que existe, que indefectiblemente viene,
a rescatar tus sonrisas, para ponerlas todas en el mismo rincón. No para la subida.
Vengo a tu ondulación de fugacidades, a tu mano que está fría hasta la mía,
a tu boca que era muda hasta la mía, a tu promesa, porque fui sorprendido ahora, y la idiotez,
insiste en dejarme perplejo.
Puede ser negro, el cielo aún, el corazón, un espejo.
Es creativo, es creador, es exclusivo, sabés que esto nació entre tus lágrimas,
entre las gotas de sudor, entre el barro, en los barrios sola, en la calle sola. En la adultez.
En la lastimadura. En el error.
En esto, que a cada paso, nos convence que somos un poco más perfectos, cada día.
Me dolía el pasado, me parecía que la infección no iba a sanarse, creí que había un imposible.
Qué iluso! Mirá que me iba a quedar en el cordón.
Esperé toda mi vida la esencia de mi color. Y llegaste vos. Con una paleta de chocolate a explicarme,
que era en vano hablarlo sólo.
Que nadie me iba a entender. Pero que estabas dispuesta a escucharme.
Y canté a tu lado, y me reí a tu lado, y me quise dormir. Pero mientras tanto.
Mientras tanto anidan en otros árboles, pájaros que no son de ramas propias.
Asique. A desplumar. A desalambrar. A desestructurar.
Vamos compañera. Vamos amiga.
Caminemos. Un poco más. Un paso más.
La garantía es que sabés quién sos.
La seguridad es que no existís en el mundo.
Lo mejor es que es solamente mío.
Y la solución es que no te quiero compartir.
un corte por donde viajan las luces que nutren la mirada que se posa en tus ojos,
y Dios, con todo lo que significa esa palabra para mí, se asoma cuando me mirás.
Simplemente, como pidiéndome que me quede quieto, que no empiece con algo,
que tiene una fecha, que no es esta, pero que sabemos que existe, que indefectiblemente viene,
a rescatar tus sonrisas, para ponerlas todas en el mismo rincón. No para la subida.
Vengo a tu ondulación de fugacidades, a tu mano que está fría hasta la mía,
a tu boca que era muda hasta la mía, a tu promesa, porque fui sorprendido ahora, y la idiotez,
insiste en dejarme perplejo.
Puede ser negro, el cielo aún, el corazón, un espejo.
Es creativo, es creador, es exclusivo, sabés que esto nació entre tus lágrimas,
entre las gotas de sudor, entre el barro, en los barrios sola, en la calle sola. En la adultez.
En la lastimadura. En el error.
En esto, que a cada paso, nos convence que somos un poco más perfectos, cada día.
Me dolía el pasado, me parecía que la infección no iba a sanarse, creí que había un imposible.
Qué iluso! Mirá que me iba a quedar en el cordón.
Esperé toda mi vida la esencia de mi color. Y llegaste vos. Con una paleta de chocolate a explicarme,
que era en vano hablarlo sólo.
Que nadie me iba a entender. Pero que estabas dispuesta a escucharme.
Y canté a tu lado, y me reí a tu lado, y me quise dormir. Pero mientras tanto.
Mientras tanto anidan en otros árboles, pájaros que no son de ramas propias.
Asique. A desplumar. A desalambrar. A desestructurar.
Vamos compañera. Vamos amiga.
Caminemos. Un poco más. Un paso más.
La garantía es que sabés quién sos.
La seguridad es que no existís en el mundo.
Lo mejor es que es solamente mío.
Y la solución es que no te quiero compartir.
Sin Título 0002
En sintonía conmigo mismo arranco a toda voz,
escribo de mañana, porque es cuando baja el pandero.
Veníamos de soluciones y líneas tripledecímetras,
con silencios garantidos, y cumpleaños.
Heme aquí, celebro y curva tu intención de gorras, soplo de nuevo la luz que preparaba.
Donde vuelo a humo, soy perdido, voy absurdo como entifada al misterio.
No señor, quedate quieto que es mentira que estás muerto. Dale. Levantáte.
No ves que está gris, pero es de día.
Oh Señor! Aún Hölderlin, mentiras propagadas como flamas, ausencias construidas en tu pelo.
No puede dañarme esta tristeza, ni hacerme cumplidor una falacia, resulta alentador ser andariego, la estrofa, la inconducta y la palabra.
Admiro al hombre grande y contenido, que en risa me tolera hasta formarme, y absurda la pregunta que propongo, se impone, decidido a reformarme.
Mi mente está vacía esta mañana, me armé como un desierto de avenidas,
pasó con su impecable clase nueva, furtivo, sin soberbia ni arrogancia.
Es un escudo de honra al ojo claro, que Germán me propuso cuando andaba,
la letra en disonancia con el verbo, lo duro de la vida desbarandada.
Poesía que en Usted supe encontrarle, la vuelta a una noche de video,
momento al despedirse quebrantables, más supo darme la caricia Juan Manuel.
Entonces, un hombre de ropa indisoluble, viene darme como ejemplo o profecía,
estudio desde un puente, Raya mía.
Razón por la cual vengo a decirte, que vienen los valientes de camisa,
a andar por el mundo evangelizando, y proponer un Gobierno de Alegría.
Doy la buena nueva. Boca ya no alegra multitudes. Flagrantes resultados.
Resultados a razón resultadista. Ya no es presidente el presidente,
la renuncia es la gambeta, de que querer hacer deportes estadistas.
Fracaso ruín.
Escribo sobre todo. Las letras sobre todo.
Puedo continuar como desborde.
Puedo acelerar al precipicio. Pero pensás que la realidad es un juego,
(Yo denuncio mi mirada absurda, pero cómo los cereales, con Carriego)
porque elegí ser así y no a tu modo.
Mas vale no me leas. Mejor que esté escondido.
No sea que lo encuentrés y despierto,
no pueda calmarte el dolor,
de lo que no has vivido.
Peinado para atrás y con su mano,
me dijo serio, como sentencia de monigote;
"Tu vida será así, no queda otra,"
yo dije recibo. Hundido en oración, hasta el cogote.
escribo de mañana, porque es cuando baja el pandero.
Veníamos de soluciones y líneas tripledecímetras,
con silencios garantidos, y cumpleaños.
Heme aquí, celebro y curva tu intención de gorras, soplo de nuevo la luz que preparaba.
Donde vuelo a humo, soy perdido, voy absurdo como entifada al misterio.
No señor, quedate quieto que es mentira que estás muerto. Dale. Levantáte.
No ves que está gris, pero es de día.
Oh Señor! Aún Hölderlin, mentiras propagadas como flamas, ausencias construidas en tu pelo.
No puede dañarme esta tristeza, ni hacerme cumplidor una falacia, resulta alentador ser andariego, la estrofa, la inconducta y la palabra.
Admiro al hombre grande y contenido, que en risa me tolera hasta formarme, y absurda la pregunta que propongo, se impone, decidido a reformarme.
Mi mente está vacía esta mañana, me armé como un desierto de avenidas,
pasó con su impecable clase nueva, furtivo, sin soberbia ni arrogancia.
Es un escudo de honra al ojo claro, que Germán me propuso cuando andaba,
la letra en disonancia con el verbo, lo duro de la vida desbarandada.
Poesía que en Usted supe encontrarle, la vuelta a una noche de video,
momento al despedirse quebrantables, más supo darme la caricia Juan Manuel.
Entonces, un hombre de ropa indisoluble, viene darme como ejemplo o profecía,
estudio desde un puente, Raya mía.
Razón por la cual vengo a decirte, que vienen los valientes de camisa,
a andar por el mundo evangelizando, y proponer un Gobierno de Alegría.
Doy la buena nueva. Boca ya no alegra multitudes. Flagrantes resultados.
Resultados a razón resultadista. Ya no es presidente el presidente,
la renuncia es la gambeta, de que querer hacer deportes estadistas.
Fracaso ruín.
Escribo sobre todo. Las letras sobre todo.
Puedo continuar como desborde.
Puedo acelerar al precipicio. Pero pensás que la realidad es un juego,
(Yo denuncio mi mirada absurda, pero cómo los cereales, con Carriego)
porque elegí ser así y no a tu modo.
Mas vale no me leas. Mejor que esté escondido.
No sea que lo encuentrés y despierto,
no pueda calmarte el dolor,
de lo que no has vivido.
Peinado para atrás y con su mano,
me dijo serio, como sentencia de monigote;
"Tu vida será así, no queda otra,"
yo dije recibo. Hundido en oración, hasta el cogote.
Pascua! Pase.
Así ha dicho Jehová el Señor: Depón la tiara, quita la corona; esto no será más así; sea exaltado lo bajo, y humillado lo alto.
Cuando el principal de Babilonia consultó adivinación, la decisión ya había sido tomada mucho antes por Dios. Y aún así, lo dejó mirar el hígado.
Es exaltado lo bajo y humillado lo alto. Siempre parece tener el mismo parecer en la conducta.
Prefiero mi identidad declarada que tu máscara muda, con bozal de mentira relatada.
La libertad de la que hablo no es finita, tiene olor a victoria desangrada, a caída heroíca tras los muros, a silencio de alegría consagrada.
Pero el viernes, Ezequiel a relatarme que otro cuento se escribía en esta puerta, Jeremías ha salido a concretarles, la palabra que ha nacido no está muerta.
Soy violento, es cierto.
Quisiera un evangelio de combate, que la mística frugal con lo que viven,
la oración de pis infante derramadas, la careta de anti cristo destrozada,
y un portal que rige áspero en el vado. Moises prendó pez, y está cruzando.
Es poesía angelical y para Cristo. Es poesía inteligente para pascua.
Dio su vida por mi mate y mi teclado, ¿dio la vida por mi pelo y mi falacia?.
Estoy quebrado de pisos conseguidos, de cielos que serán para el de al lado.
Yo no quiero irme contigo y tu valija, más pesada que los pesos más pesados.
Garcilazo de la Vega se llamaba aquel joven español de muerte pronta,
que tradujo al Castellano la poesía, del soneto, de la oda, y de la prosa.
¿Más que imagen Ecce Homo aparecido, en la entrega del Maestro a la Romana,
si de pronto, se analiza su caida, como ciencia, dura y fría sin amarla?
Quién se pone de frente a un precipicio con deseo de suicida presentable,
a pedirle a Jesucristo que lo mire, sin saber que el empujarte es el salvarse.
Es la muerte entonces todo esto. Se resume así el mensaje de la Biblia.
Es poder encerrarlos en su historia, agua fría que parece que está hervida.
El sentido de pararse ante el problema, de poner de mi dolor como consigna,
y cargar con tu desastre y con el mio y finalmente comprender, que así es la vida.
Gracias por eso. Tu redención es gratuita. Fuiste exaltado!
Cuando el principal de Babilonia consultó adivinación, la decisión ya había sido tomada mucho antes por Dios. Y aún así, lo dejó mirar el hígado.
Es exaltado lo bajo y humillado lo alto. Siempre parece tener el mismo parecer en la conducta.
Prefiero mi identidad declarada que tu máscara muda, con bozal de mentira relatada.
La libertad de la que hablo no es finita, tiene olor a victoria desangrada, a caída heroíca tras los muros, a silencio de alegría consagrada.
Pero el viernes, Ezequiel a relatarme que otro cuento se escribía en esta puerta, Jeremías ha salido a concretarles, la palabra que ha nacido no está muerta.
Soy violento, es cierto.
Quisiera un evangelio de combate, que la mística frugal con lo que viven,
la oración de pis infante derramadas, la careta de anti cristo destrozada,
y un portal que rige áspero en el vado. Moises prendó pez, y está cruzando.
Es poesía angelical y para Cristo. Es poesía inteligente para pascua.
Dio su vida por mi mate y mi teclado, ¿dio la vida por mi pelo y mi falacia?.
Estoy quebrado de pisos conseguidos, de cielos que serán para el de al lado.
Yo no quiero irme contigo y tu valija, más pesada que los pesos más pesados.
Garcilazo de la Vega se llamaba aquel joven español de muerte pronta,
que tradujo al Castellano la poesía, del soneto, de la oda, y de la prosa.
¿Más que imagen Ecce Homo aparecido, en la entrega del Maestro a la Romana,
si de pronto, se analiza su caida, como ciencia, dura y fría sin amarla?
Quién se pone de frente a un precipicio con deseo de suicida presentable,
a pedirle a Jesucristo que lo mire, sin saber que el empujarte es el salvarse.
Es la muerte entonces todo esto. Se resume así el mensaje de la Biblia.
Es poder encerrarlos en su historia, agua fría que parece que está hervida.
El sentido de pararse ante el problema, de poner de mi dolor como consigna,
y cargar con tu desastre y con el mio y finalmente comprender, que así es la vida.
Gracias por eso. Tu redención es gratuita. Fuiste exaltado!
Conversaciones
Pensé en Pao esta mañana, caminaba por Libertad viendo el tatuaje del brazo,
busqué en los pasos que dimos, en la risa, los portazos, el tiempo, temor y ahora,
una nube desde el Sur, como mandada por Dios, nos confirma el holocausto.
¿Pero y si el fin es en cuotas?
¿Sí es verdad definitiva el final de este paréntesis?
Si abrazado a la consigna solo hay fe donde esconderse.
Veo fotos de políticos tomadas de mil perfiles, periodistas de por miles,
hurgando en una verdad, desierto y calamidad, tristeza de pan y cobre,
porque el pobre sigue pobre, y yo andé por Libertad.
Y pensé en Pao, mientras Joaquín resoplaba una nube de esperanza y lujo,
porque él, con todas mis falencias como padre, es un niño feliz. Y no me equivoco.
Morada de juego es el corazón del niño.
Con el café vino Ceci o Tincho, Tati y Fede, ellos juntos,
también vino Pedro, Sole, Juli, Agus, el nene, y la habitación se llenó de amigos,
estaba Carli, Marce, Jime, Joa, todos, bah, incluso en un rincón,
Gastón no quiso soportar el argumento.
Y más atrás, al pasado, la tristeza de las dignidades mercantiles, otros,
mejores o peores, que dijeron ser una madera, y fueron vidrio,
capaces de contener todo material, pero ausentes en la capacidad de arder, no ardimos.
Y quien quiere leer el cartel. Dónde me pongo si por Libertad pienso en la Pao.
Y la poesía me encarga una caricia de jazmín, una hoja seca, o el filtro de cartón,
o solamente a la Lore, que cumpleaños. O Eli. O Juan. O todo.
Me voy a una isla más lejana, donde la mente no me reclame soledades.
Me interno en un lugar donde me dopen, así el corazón no se me va en el galope de buscarlos.
Porque grito es cierto, y cuando ellos gritan, tímido o fugaz,
suelo evitar escucharlos.
Y ahora el café. Parido de las manos de la paz. Concebido en el vientre de mis sueños.
Cabecera sur, invade a Mar del Plata una nube. Los vuelos se suspenden.
Todos en tierra menos yo. Aspirando cenizas. Allí a lo alto.
Es de madera el entorno y acarrea los gritos secos de aquel que tuvo frío,
mientras una imagen me desarma la cabeza,
un pobre gime pobreza sentado en la puerta de una iglesia.
Y me conmueve un poco, pero pienso.
Qué negocio triste el de la fotografía, si el fotógrafo no combate la pobreza.
Y qué negocio oscuro la poesía, que se esconde en los renglones de libretas.
Yo caminé la Libertad. Y ví a la Pao y su tatuaje.
Suspendí mi descenso de subidas. Detuve mi viaje.
Y por un momento apenas. Tuve motivos de risa.
busqué en los pasos que dimos, en la risa, los portazos, el tiempo, temor y ahora,
una nube desde el Sur, como mandada por Dios, nos confirma el holocausto.
¿Pero y si el fin es en cuotas?
¿Sí es verdad definitiva el final de este paréntesis?
Si abrazado a la consigna solo hay fe donde esconderse.
Veo fotos de políticos tomadas de mil perfiles, periodistas de por miles,
hurgando en una verdad, desierto y calamidad, tristeza de pan y cobre,
porque el pobre sigue pobre, y yo andé por Libertad.
Y pensé en Pao, mientras Joaquín resoplaba una nube de esperanza y lujo,
porque él, con todas mis falencias como padre, es un niño feliz. Y no me equivoco.
Morada de juego es el corazón del niño.
Con el café vino Ceci o Tincho, Tati y Fede, ellos juntos,
también vino Pedro, Sole, Juli, Agus, el nene, y la habitación se llenó de amigos,
estaba Carli, Marce, Jime, Joa, todos, bah, incluso en un rincón,
Gastón no quiso soportar el argumento.
Y más atrás, al pasado, la tristeza de las dignidades mercantiles, otros,
mejores o peores, que dijeron ser una madera, y fueron vidrio,
capaces de contener todo material, pero ausentes en la capacidad de arder, no ardimos.
Y quien quiere leer el cartel. Dónde me pongo si por Libertad pienso en la Pao.
Y la poesía me encarga una caricia de jazmín, una hoja seca, o el filtro de cartón,
o solamente a la Lore, que cumpleaños. O Eli. O Juan. O todo.
Me voy a una isla más lejana, donde la mente no me reclame soledades.
Me interno en un lugar donde me dopen, así el corazón no se me va en el galope de buscarlos.
Porque grito es cierto, y cuando ellos gritan, tímido o fugaz,
suelo evitar escucharlos.
Y ahora el café. Parido de las manos de la paz. Concebido en el vientre de mis sueños.
Cabecera sur, invade a Mar del Plata una nube. Los vuelos se suspenden.
Todos en tierra menos yo. Aspirando cenizas. Allí a lo alto.
Es de madera el entorno y acarrea los gritos secos de aquel que tuvo frío,
mientras una imagen me desarma la cabeza,
un pobre gime pobreza sentado en la puerta de una iglesia.
Y me conmueve un poco, pero pienso.
Qué negocio triste el de la fotografía, si el fotógrafo no combate la pobreza.
Y qué negocio oscuro la poesía, que se esconde en los renglones de libretas.
Yo caminé la Libertad. Y ví a la Pao y su tatuaje.
Suspendí mi descenso de subidas. Detuve mi viaje.
Y por un momento apenas. Tuve motivos de risa.
Canción de los Pastores
Está la calzada muda, dejó una nota, se fue, debe ser por el frío;
anudó en distancias cordones que la condicionaron al ser, pero nadie es lo que no quiere.
Una condición. Simple. Y toda la estructura desaparece.
Canción para el sí. Motivo de optimismo. Te amo. Te quiero. Te adoro.
El no no existe.
Se recuesta para descansar y ronca, unos resoplos parecidos a crujidos,
al grabarlo, si es que lo grabo, parece un hombre. Y no. Es mejor.
Me quedo mudo ante tanta estupidez. Pregunto mucho. Es cierto. Pero trato de disparar.
Y si al disparar una idea me viene al viento. Renuncias, y entonces, somos nuevos.
Y algo nos ocurrió. Alguien comprenderá el momento individual.
Parece más fácil convertirse de forma colectiva. Lo cierto es que de doce, quedaron tres,
y luego, todos menos uno, el único que hizo lo que tenía que hacer, se juntaron a comer.
Y sabés, al volver, tampoco creían. ¿Qué queda para mí?
Esteban, dame una mano, acomodá los caballos.
Señor, todo lo que busco es poco. De repente me reprende el espíritu mi búsqueda,
terminé el trabajo y lo entregué.
Lo único que quiero es escribir. Quizás en una letra sea tomado por él.
Aunque no sé.
Pero lo cierto es que ser feliz con él es una instancia rara y nueva.
A veces sólo quiero estar con él. Hablar con él. Jugar. Decirle. Mirá esto, aquello.
Como si fuera un padre, ¿entendés?. Casi como si fuera un padre.
Y el Padre, pone a Edgar Poe, se relame, y nos agarramos a los tirones.
Letra por letra reviento la sugerencia. Le piso la cabeza y sigo.
No pretendo agradarle al enemigo. Esto también es simpleza.
Escalábamos una pendiente, y me dio la mano, de tirón, hasta la cima.
Contemplamos la nube, el cóndor de lo alto, el horizonte.
Pero estaba con Él. Y no supe la altura, porque con él no miré para abajo.
Al caer. Tuve tiempo de sobra para preparar unos mates.
Pensar en mis hermanos. Y saludar a mis amigos. Casi no dolió el descenso.
Dios debe estar urgido de novedades por contarnos.
Es impresionante como utiliza todo, como condiciona todo.
Porque pone condiciones, que parecen obligatorias,
pero no son más que mazetazos a nuestras estructuras.
Escribo para Él, ni para mí, ni para vos.
Quién acuse a una musa de solventar inspiraciones,
bien puede visitar un analista, y tratar de este modo su falsa esgrima.
Qué linda lapicera me van a regalar cuando me vean.
Qué hermoso verano pasaré por la montaña.
Qué lejos del azul verás la noche.
Qué ausente pedestal gritará tierra.
Es como el agua alegre, su forma de arrullar en la palabra,
dime que viene otro abrazo, y traigo una sonrisa y se la entrego,
ordeño un ideal de leche fresca, y es cálido como el sol que es perezoso,
y es denso, duro y chato, y consejero, y ayuda sin mirar, codo con codo.
Qué digan lo que quieran, y lo quieren, lo quiero por la pinta abacanada,
resulta que ser libre está prohibido entonces más que Dios, abracadabras,
me abraza con pasión su nacimiento, y honro su presencia tan ausente,
que aburre con su falta de asistencia, se nota en los ojos de la gente.
No quiero como Él, su fotocopia, aprendo porque sabe y ahí lo estimo,
los honro, con las cosas que me salen, y a veces solamente, les escribo.
Asunto; Garcilazo de la Vega, prefiero al gran Hikmet, al comunista,
entiendo que no entiendas como pienso, tu izquierda la inventaron las revistas.
Lamento la chatura de la gente, y anuncio mi apartarme para abajo,
nivela quien se para de rodillas, y clama por la paz, por el amor y por trabajo.
La Dignidad de un hombre es la Perla que reluce a la luz de la Palabra.
Es un movimiento espiritual muy alto. Es lógico. Se soluciona pidiendo.
Y si pedís entender. Él, te lo va a explicar.
Llegar Alto. Es una hermosa idea a la mañana.
anudó en distancias cordones que la condicionaron al ser, pero nadie es lo que no quiere.
Una condición. Simple. Y toda la estructura desaparece.
Canción para el sí. Motivo de optimismo. Te amo. Te quiero. Te adoro.
El no no existe.
Se recuesta para descansar y ronca, unos resoplos parecidos a crujidos,
al grabarlo, si es que lo grabo, parece un hombre. Y no. Es mejor.
Me quedo mudo ante tanta estupidez. Pregunto mucho. Es cierto. Pero trato de disparar.
Y si al disparar una idea me viene al viento. Renuncias, y entonces, somos nuevos.
Y algo nos ocurrió. Alguien comprenderá el momento individual.
Parece más fácil convertirse de forma colectiva. Lo cierto es que de doce, quedaron tres,
y luego, todos menos uno, el único que hizo lo que tenía que hacer, se juntaron a comer.
Y sabés, al volver, tampoco creían. ¿Qué queda para mí?
Esteban, dame una mano, acomodá los caballos.
Señor, todo lo que busco es poco. De repente me reprende el espíritu mi búsqueda,
terminé el trabajo y lo entregué.
Lo único que quiero es escribir. Quizás en una letra sea tomado por él.
Aunque no sé.
Pero lo cierto es que ser feliz con él es una instancia rara y nueva.
A veces sólo quiero estar con él. Hablar con él. Jugar. Decirle. Mirá esto, aquello.
Como si fuera un padre, ¿entendés?. Casi como si fuera un padre.
Y el Padre, pone a Edgar Poe, se relame, y nos agarramos a los tirones.
Letra por letra reviento la sugerencia. Le piso la cabeza y sigo.
No pretendo agradarle al enemigo. Esto también es simpleza.
Escalábamos una pendiente, y me dio la mano, de tirón, hasta la cima.
Contemplamos la nube, el cóndor de lo alto, el horizonte.
Pero estaba con Él. Y no supe la altura, porque con él no miré para abajo.
Al caer. Tuve tiempo de sobra para preparar unos mates.
Pensar en mis hermanos. Y saludar a mis amigos. Casi no dolió el descenso.
Dios debe estar urgido de novedades por contarnos.
Es impresionante como utiliza todo, como condiciona todo.
Porque pone condiciones, que parecen obligatorias,
pero no son más que mazetazos a nuestras estructuras.
Escribo para Él, ni para mí, ni para vos.
Quién acuse a una musa de solventar inspiraciones,
bien puede visitar un analista, y tratar de este modo su falsa esgrima.
Qué linda lapicera me van a regalar cuando me vean.
Qué hermoso verano pasaré por la montaña.
Qué lejos del azul verás la noche.
Qué ausente pedestal gritará tierra.
Es como el agua alegre, su forma de arrullar en la palabra,
dime que viene otro abrazo, y traigo una sonrisa y se la entrego,
ordeño un ideal de leche fresca, y es cálido como el sol que es perezoso,
y es denso, duro y chato, y consejero, y ayuda sin mirar, codo con codo.
Qué digan lo que quieran, y lo quieren, lo quiero por la pinta abacanada,
resulta que ser libre está prohibido entonces más que Dios, abracadabras,
me abraza con pasión su nacimiento, y honro su presencia tan ausente,
que aburre con su falta de asistencia, se nota en los ojos de la gente.
No quiero como Él, su fotocopia, aprendo porque sabe y ahí lo estimo,
los honro, con las cosas que me salen, y a veces solamente, les escribo.
Asunto; Garcilazo de la Vega, prefiero al gran Hikmet, al comunista,
entiendo que no entiendas como pienso, tu izquierda la inventaron las revistas.
Lamento la chatura de la gente, y anuncio mi apartarme para abajo,
nivela quien se para de rodillas, y clama por la paz, por el amor y por trabajo.
La Dignidad de un hombre es la Perla que reluce a la luz de la Palabra.
Es un movimiento espiritual muy alto. Es lógico. Se soluciona pidiendo.
Y si pedís entender. Él, te lo va a explicar.
Llegar Alto. Es una hermosa idea a la mañana.
Elegía sobre la atención
Estoy escribiendo, atención. Roba tu conducta en parte. Despegando.
Hoy los autos y las partes de un volcán me dieron motivos de pensarte,
fuí a ver si recopilaba historias, pero exploté, y una palabra mía, ahora es la ceniza.
Pensé que me iban a dejar acariciar la derrota, pero ahora tengo un nudo en la cabeza,
Estoy con la corbata a la altura de los ojos, éstos están rasgados, como orientales,
entre lacrimosos y fugitivos buscando al menos un recodo, donde posar un descanso,
que por necesario, desconoce mi almohadón, que es tuyo,
precioso e íntimo como baño de La Alhambra.
Y es cierto, no conozco el mundo entero, pero vos no conocés la palabra,
y entre mi talento y tu ignorancia. Apunto algunas fichas más,
y en esta fe, la libertad no descansa, no oprime pero nunca duerme.
Y la verdad, es que no me lo imagino a Malharro en Tandil.
Aunque me resulte sencillo verlo desnudo.
Áquel que era un hombre con principios, áquel gigante y valiente,
áquel caido y distante, áquel, bigote, duro, ecuestre.
Aún ilustre vengo a darte mi esquina santificada. No querés.
Pero al final, podrá salvarte la vida, somos eternos, mi alegría.
Y me odías. O me criticás. Porque venís detrás mío.
Y yo me detuve. Y ahora todo me seduce en la Carrera.
La Gloria, no es mi asunto, aunque Instituto merece su lugar en la primera.
Pasás de largo, y en un amague, podrá volver a sorprenderte mi cadera.
Se preocupan por mí?
Más vale guarden probos su conducción derecha,
y alerten, y atencionen, en términos posibles la distancia.
Escuchen. Discutan y debatan.
Que es mentira que el poder se hace entre todos.
Si valientes, en los cielos, se arrebatan.
Pero ahora. Que me enjugo las mejillas,
y en el parto, doy posibles madrugadas,
dale al pobre, cuida al niño y a la viuda.
Y perdona, porque el Sí, te lo demanda.
Y si dicen, que Yo Soy, hablan de algo,
que no saben, ni se sabe de quién hablan.
No es tan sólo la experiencia lo que aumenta,
se transforma en lo solo y en la calma.
Y he aprendido del secreto de la historia,
de la mancha de pared, salamerías,
aparece Salomón con su pobreza,
y en lo pobre, me dará sabiduría.
Es por eso que visito tantos puertos, y en la estiba, dejo lágrimas y risas,
y si pegan las cuestiones que relato, es que pega el vivir de todo vida,
y están todos invitados a este cuento, con las puertas abiertas de este libro,
Un adios guarda algún Juan este domingo, y se abraza, y se va. Y me despido.
Hoy los autos y las partes de un volcán me dieron motivos de pensarte,
fuí a ver si recopilaba historias, pero exploté, y una palabra mía, ahora es la ceniza.
Pensé que me iban a dejar acariciar la derrota, pero ahora tengo un nudo en la cabeza,
Estoy con la corbata a la altura de los ojos, éstos están rasgados, como orientales,
entre lacrimosos y fugitivos buscando al menos un recodo, donde posar un descanso,
que por necesario, desconoce mi almohadón, que es tuyo,
precioso e íntimo como baño de La Alhambra.
Y es cierto, no conozco el mundo entero, pero vos no conocés la palabra,
y entre mi talento y tu ignorancia. Apunto algunas fichas más,
y en esta fe, la libertad no descansa, no oprime pero nunca duerme.
Y la verdad, es que no me lo imagino a Malharro en Tandil.
Aunque me resulte sencillo verlo desnudo.
Áquel que era un hombre con principios, áquel gigante y valiente,
áquel caido y distante, áquel, bigote, duro, ecuestre.
Aún ilustre vengo a darte mi esquina santificada. No querés.
Pero al final, podrá salvarte la vida, somos eternos, mi alegría.
Y me odías. O me criticás. Porque venís detrás mío.
Y yo me detuve. Y ahora todo me seduce en la Carrera.
La Gloria, no es mi asunto, aunque Instituto merece su lugar en la primera.
Pasás de largo, y en un amague, podrá volver a sorprenderte mi cadera.
Se preocupan por mí?
Más vale guarden probos su conducción derecha,
y alerten, y atencionen, en términos posibles la distancia.
Escuchen. Discutan y debatan.
Que es mentira que el poder se hace entre todos.
Si valientes, en los cielos, se arrebatan.
Pero ahora. Que me enjugo las mejillas,
y en el parto, doy posibles madrugadas,
dale al pobre, cuida al niño y a la viuda.
Y perdona, porque el Sí, te lo demanda.
Y si dicen, que Yo Soy, hablan de algo,
que no saben, ni se sabe de quién hablan.
No es tan sólo la experiencia lo que aumenta,
se transforma en lo solo y en la calma.
Y he aprendido del secreto de la historia,
de la mancha de pared, salamerías,
aparece Salomón con su pobreza,
y en lo pobre, me dará sabiduría.
Es por eso que visito tantos puertos, y en la estiba, dejo lágrimas y risas,
y si pegan las cuestiones que relato, es que pega el vivir de todo vida,
y están todos invitados a este cuento, con las puertas abiertas de este libro,
Un adios guarda algún Juan este domingo, y se abraza, y se va. Y me despido.
El nombre
Tiene un brillo peculiar, fantástico, que me permite ver su idea, nacida de repente,
el silencio de mi casa, toda ella, y sólo se escucha dormir un animal, soñar de perros.
Viene por el gemido de la parte buena, y el ronquido entonces se me vuelve una constante,
y el perro, duerme y ronca, y yo escribiendo, quién puede así ponerle nombre a lo que hace.
No obstante en mis adentros, que son adentros hondos, nace Lugones,
se escapa desde una pared de ceniza, y todo se vuelve antiguo y sepia,
como si de la novedad de la oración, viniese a construir otra familia,
todo se reduce al nombre, que parió matando muerte y así al menos lo apellida.
Hoy fue de mañana, y Zupay viajó en carrera por el tiempo, se tumbó manso,
se comío un caño, quizás un gato, negro, malo, desenredado, simple, y nunca mío,
me interrumpa en esto, pero fue abrir los ojos, saludarte y verte para siempre.
Y es el pasado es cierto, y ya ocurrió, pero nada me quedaba tan cerca esta mañana.
Fue una visitación del pasado. Una canción de paz. Un llamado.
Una cosa que me demanda el cuore,
se doblan hacia adentro los renglones,
y obtienen identidad cada vez que traduzco en comas,
puntuaciones, miradas, un rulo de pelo oscuro, que me culpa por soñar, y entonces,
todo lo demás, que es hoy y es vivo, me pone a centellear como un madero,
y Vos, de seguro al leer esto te enojás,
y en el enojo, de enojados, voy y vengo.
Pero me pasó que el tiempo te dio la razón, porque no solamente decís la verdad, o la tuya,
sino que además tenés razón. Razón y verdad. Pocas cosas son ahora tan preciadas.
Pareciera que la verdad es la forma natural de la palabra, y que ninguna hace justicia,
ni a su nombre, y se suelta el ruido absurdo del ronquido, y yo aquí. Aún pelié contra mi perro.
Y llegás vos toda especial, y toda linda,
y soñás con un lugar que no es la luna.
Y yo no estoy, ni quiero estar en donde estuve,
fugar fugaz dilapidar que dio en mi nube.
Sos genial. Todavía. Cirano. Tu gato nombre.
Tu grato nombre. Perdón.
Encerrado puedo ser libre por ahora.
el silencio de mi casa, toda ella, y sólo se escucha dormir un animal, soñar de perros.
Viene por el gemido de la parte buena, y el ronquido entonces se me vuelve una constante,
y el perro, duerme y ronca, y yo escribiendo, quién puede así ponerle nombre a lo que hace.
No obstante en mis adentros, que son adentros hondos, nace Lugones,
se escapa desde una pared de ceniza, y todo se vuelve antiguo y sepia,
como si de la novedad de la oración, viniese a construir otra familia,
todo se reduce al nombre, que parió matando muerte y así al menos lo apellida.
Hoy fue de mañana, y Zupay viajó en carrera por el tiempo, se tumbó manso,
se comío un caño, quizás un gato, negro, malo, desenredado, simple, y nunca mío,
me interrumpa en esto, pero fue abrir los ojos, saludarte y verte para siempre.
Y es el pasado es cierto, y ya ocurrió, pero nada me quedaba tan cerca esta mañana.
Fue una visitación del pasado. Una canción de paz. Un llamado.
Una cosa que me demanda el cuore,
se doblan hacia adentro los renglones,
y obtienen identidad cada vez que traduzco en comas,
puntuaciones, miradas, un rulo de pelo oscuro, que me culpa por soñar, y entonces,
todo lo demás, que es hoy y es vivo, me pone a centellear como un madero,
y Vos, de seguro al leer esto te enojás,
y en el enojo, de enojados, voy y vengo.
Pero me pasó que el tiempo te dio la razón, porque no solamente decís la verdad, o la tuya,
sino que además tenés razón. Razón y verdad. Pocas cosas son ahora tan preciadas.
Pareciera que la verdad es la forma natural de la palabra, y que ninguna hace justicia,
ni a su nombre, y se suelta el ruido absurdo del ronquido, y yo aquí. Aún pelié contra mi perro.
Y llegás vos toda especial, y toda linda,
y soñás con un lugar que no es la luna.
Y yo no estoy, ni quiero estar en donde estuve,
fugar fugaz dilapidar que dio en mi nube.
Sos genial. Todavía. Cirano. Tu gato nombre.
Tu grato nombre. Perdón.
Encerrado puedo ser libre por ahora.
Alegría de Pío. Cumpleaños.
Un sólo hombre muchos años después de la aventura. Un hombre después de la violencia.
Un hombre después del humo, de la metralla, de la cárcel y la muerte.
Una alegría, un rebelión contra un sistema, no es usado. No quiere, por suerte. No se deja.
Le dolían los dientes al Vaquerito, y pobre, era sólo un soldado.
O qué hay de áquel periodista, o del segundo, o simplemente de la madre que lloró sola,
y que gimió sola, o que en su soledad pidió y clamó por tanta vida,
pero eran ellos o nosotros, y ahí en la arista central de la consigna,
una ideología absurda, un hecho ajeno, bastará con pensar, palabras, una.
Entonces, el barquito, hacía: "Chus, chus, chus..."; y todo, o nada, o lo poco que querían,
era instalarle a un estado, un tantito así de su justicia, y qué fué lo que quedó...?
Visto desde mi silla pequeña, desde mi estatura pequeña, desde mi olfato pequeño,
desde mi tamaño de roedor, cuán gigante es, y azul, la empresa, y su conquista.
O es que todos pueden convivir una Guerrilla?, o vive el ícono? o te excita la foto, lo mató la fantasía...?
Trato de limitarme a que la soberbia no me pare de manos frente a la historia y su soberania,
y que solamente, pase como la vanidad, o como un remolino en el agua,
o triste y gacho, casi como un socialista que no sea Él, o eso, qué sé yo...
Porque es triste revisar la historia y ver que sólo hubo un hombre con esa idea,
y que el resto lo acompañó o fue valiente de cartapesta, o anhelaba desde lo íntimo...?
Con qué oscuras ambiciones son rodeados los luminosos?
Cuánta luz emanó como a destajo su mirada, su palabra y su sonrisa?
Quién sostuvo tu vida, y hasta ahora tu bandera?
Quién se bancó que los cambios se dejen convertir en esta historia?
Y quíén me hizo creer que en esta historia hay un céntimo de olor a primavera?
Pienso un poco menos que antes en vos. Ya no me parecés tan imposible.
Hay ejemplos que te motivaron, siempre habrá ejemplos mejores.
Conozco uno que desde donde lo mire aún no se ha vuelto reversible.
Susto de Alegría de Pio. Felíz Cumpleaños Fuser.
Ha sido triste verte seguido y detractado por la misma gente.
Un hombre después del humo, de la metralla, de la cárcel y la muerte.
Una alegría, un rebelión contra un sistema, no es usado. No quiere, por suerte. No se deja.
Le dolían los dientes al Vaquerito, y pobre, era sólo un soldado.
O qué hay de áquel periodista, o del segundo, o simplemente de la madre que lloró sola,
y que gimió sola, o que en su soledad pidió y clamó por tanta vida,
pero eran ellos o nosotros, y ahí en la arista central de la consigna,
una ideología absurda, un hecho ajeno, bastará con pensar, palabras, una.
Entonces, el barquito, hacía: "Chus, chus, chus..."; y todo, o nada, o lo poco que querían,
era instalarle a un estado, un tantito así de su justicia, y qué fué lo que quedó...?
Visto desde mi silla pequeña, desde mi estatura pequeña, desde mi olfato pequeño,
desde mi tamaño de roedor, cuán gigante es, y azul, la empresa, y su conquista.
O es que todos pueden convivir una Guerrilla?, o vive el ícono? o te excita la foto, lo mató la fantasía...?
Trato de limitarme a que la soberbia no me pare de manos frente a la historia y su soberania,
y que solamente, pase como la vanidad, o como un remolino en el agua,
o triste y gacho, casi como un socialista que no sea Él, o eso, qué sé yo...
Porque es triste revisar la historia y ver que sólo hubo un hombre con esa idea,
y que el resto lo acompañó o fue valiente de cartapesta, o anhelaba desde lo íntimo...?
Con qué oscuras ambiciones son rodeados los luminosos?
Cuánta luz emanó como a destajo su mirada, su palabra y su sonrisa?
Quién sostuvo tu vida, y hasta ahora tu bandera?
Quién se bancó que los cambios se dejen convertir en esta historia?
Y quíén me hizo creer que en esta historia hay un céntimo de olor a primavera?
Pienso un poco menos que antes en vos. Ya no me parecés tan imposible.
Hay ejemplos que te motivaron, siempre habrá ejemplos mejores.
Conozco uno que desde donde lo mire aún no se ha vuelto reversible.
Susto de Alegría de Pio. Felíz Cumpleaños Fuser.
Ha sido triste verte seguido y detractado por la misma gente.
Rocanrol de la decisión
Tengo una piedra preciosa y al tono del mate he pensado en Usted,
tiene las manos del ceibo, rugosas y buenas, y olor a café,
tiene en el pelo una lanza de mil rocanroles del canto estival,
tiene las noches quitadas al mundo del odio, su mundo está en paz;
Tiene las piernas con alas, los brazos son pistas, su boca es el mar,
brota del agua la vida, rubí, complemento, subir y bajar.
Hace que fluyan la risa, el canto y poesía, y vengo a cantar,
tengo su voz por decreto, y abrazo; respeto, se ha puesto a pensar.
Tengo una piedra preciosa y al tono del mate he pensado en Usted,
tiene las manos del ceibo, rugosas y buenas, y olor a café,
Muchas razones no tengo, me alcanza con una, la letra la sé,
pongo en desorden su nombre, y apoyo los dedos, los cuento y son diez.
Pasa un desfile de sombras, haciendo la historia nos fuimos; ya fue,
cuando reduzco el asunto y entonces te busco, te encuentro y me ves.
Ves por mis ojos la idea y yo por los tuyos suelo completar,
cuando te falta yo tengo; sino viceversa, lo bueno es estar,
Dios ha querido que juntos andemos un tiempo, la vida es quizás,
parte de un todo es la parte; más linda es la parte, la parte que estás...
Tengo una piedra preciosa y al tono del mate he pensado en Usted,
tiene las manos del ceibo, rugosas y buenas, y olor a café,
Suele cambiar el sentido de lo recorrido la imagen que dió,
un rocanrol por motivo y el mundo perdido, que se nos perdió,
y hacen falta cinco letras, un perro, una oreja, y el alma dispar,
¿cómo te gustan las letras, del alma a la luna, de allá para acá?
Muchos quisieran lo mío, lo mío está a salvo, y así me entendés,
suelo escribir enroscando los verbos y al tanto, su resto también...
Falta dejar que te pase, cambiar lo cambiable y hacer lo de hacer,
llueve de junio a septiembre, saldremos de viaje y habrá que volver...
Tengo una piedra preciosa y al tono del mate he pensado en Usted,
tiene las manos del ceibo, rugosas y buenas, y olor a café,
tiene las manos del ceibo, rugosas y buenas, y olor a café,
tiene en el pelo una lanza de mil rocanroles del canto estival,
tiene las noches quitadas al mundo del odio, su mundo está en paz;
Tiene las piernas con alas, los brazos son pistas, su boca es el mar,
brota del agua la vida, rubí, complemento, subir y bajar.
Hace que fluyan la risa, el canto y poesía, y vengo a cantar,
tengo su voz por decreto, y abrazo; respeto, se ha puesto a pensar.
Tengo una piedra preciosa y al tono del mate he pensado en Usted,
tiene las manos del ceibo, rugosas y buenas, y olor a café,
Muchas razones no tengo, me alcanza con una, la letra la sé,
pongo en desorden su nombre, y apoyo los dedos, los cuento y son diez.
Pasa un desfile de sombras, haciendo la historia nos fuimos; ya fue,
cuando reduzco el asunto y entonces te busco, te encuentro y me ves.
Ves por mis ojos la idea y yo por los tuyos suelo completar,
cuando te falta yo tengo; sino viceversa, lo bueno es estar,
Dios ha querido que juntos andemos un tiempo, la vida es quizás,
parte de un todo es la parte; más linda es la parte, la parte que estás...
Tengo una piedra preciosa y al tono del mate he pensado en Usted,
tiene las manos del ceibo, rugosas y buenas, y olor a café,
Suele cambiar el sentido de lo recorrido la imagen que dió,
un rocanrol por motivo y el mundo perdido, que se nos perdió,
y hacen falta cinco letras, un perro, una oreja, y el alma dispar,
¿cómo te gustan las letras, del alma a la luna, de allá para acá?
Muchos quisieran lo mío, lo mío está a salvo, y así me entendés,
suelo escribir enroscando los verbos y al tanto, su resto también...
Falta dejar que te pase, cambiar lo cambiable y hacer lo de hacer,
llueve de junio a septiembre, saldremos de viaje y habrá que volver...
Tengo una piedra preciosa y al tono del mate he pensado en Usted,
tiene las manos del ceibo, rugosas y buenas, y olor a café,
Sin Título 0001
Me duelen tanto las manos que el corazón no me quiere escribir.
Me duele tanto el corazón, que de una forma o de otra, la mano se está por morir.
No quiero una moneda de tu parte. Ni un sable, ni un sabelo. Quizás necesito amor.
Quizás distancias, quizás apegos. Y no es una carretera sencilla, es en subida, me alejo.
Elijo una vida, de una forma, no quiero premoldeados, no quiero Verso.
No quiero la idea "chata", la dilación, el cuento. Quiero una abrazo. Un trabajo.
Dignidad, amor, respeto. La gente aparece con agua, yo estoy pidiendo concretos.
Pero se ve que la sociedad mira todos los días. Se vé que mi país no cierra los ojos.
Y en el formato de la prueba, todos doctos, imprimen más calamidades.
Así, la Fe, se hace enorme, dependiendo del favor con que se precie, y todo; sabelo,
depende del mismo Dios, que aletargado, cansado, podrido, nos atiende como Padres mal dormidos.
Como empleados mal pagos, bajan miles de ángeles a resolver cíclicamente,
siempre, pero siempre, los mismos problemas espirituales.
Pero Dios está en un test, los dones son promesas y toda palabra es profética,
todo tiene autoridad, los hijos de Dios se manifiestan. Ser sectarios, eso es lo que te hace una secta.
Soy sectario? Hago acepción de personas? Discrimino?
Señor! Cuánta basura encuentro cada vez que me examino...
Toma la palabra que quieras. Empieza por ahí.
Dios te dará paz, y un Día se pondrá en juego el pasar de vida Eterna.
Me duelen las manos. Me queman. Cambié? Muté? Me transformé? Le di al Pobre?
Hice sin mirar? Usé tu nombre? Señor!
Entonces, me vuelve al corazón la idea, llega la vida. Y llega, saludable, el único héroe en este lío.
Aparece el campeón, el pelusa, y dale que te dale, está la alegría, está la fiesta.
Somos pobres. Alguien me alegra y me comparte un bombo. Y ya no quiero. No me interesa.
Ya no quiero brillar a fuerza de lentejuelas.
Irme es apenas el principio de un lugar que será el final para un montón de principios,
no me gusta la ciudad. La gente es mala. Envidian. Hablan mal. Difaman.
Todos creen que son la paz, y francamente, he pasado la vida resolviendo la palabra.
Voy a buscar un lugar. Voy a encontrar un lugar. Dónde un saludo de un calor.
Dónde se brinde como me brindé. Dónde se vea como me ví.
Y no olvidarme, nunca. De mirar a los pobres.
El principio de toda pobreza es en el espíritu.
Toda la riqueza de la tierra, hoy, no me serviría para nada.
Una Iglesia no puede ser administrada como una empresa.
Encontrarme honrando los valores. Siempre.
El principio de la sabiduría es el respeto.
El amor. Es una parte indispensable en todo esto.
Me duelen las manos, el corazón es libre, y empieza de nuevo todo esto.
Voy hacia dónde el calor me de motivos.
Bendice Señor!
Crea un lugar en la tierra que no sea concebido como el mundo.
Crea un lugar en la tierra en dónde la fé no se mida.
Y la paz, sea auténtica.
Me duele tanto el corazón, que de una forma o de otra, la mano se está por morir.
No quiero una moneda de tu parte. Ni un sable, ni un sabelo. Quizás necesito amor.
Quizás distancias, quizás apegos. Y no es una carretera sencilla, es en subida, me alejo.
Elijo una vida, de una forma, no quiero premoldeados, no quiero Verso.
No quiero la idea "chata", la dilación, el cuento. Quiero una abrazo. Un trabajo.
Dignidad, amor, respeto. La gente aparece con agua, yo estoy pidiendo concretos.
Pero se ve que la sociedad mira todos los días. Se vé que mi país no cierra los ojos.
Y en el formato de la prueba, todos doctos, imprimen más calamidades.
Así, la Fe, se hace enorme, dependiendo del favor con que se precie, y todo; sabelo,
depende del mismo Dios, que aletargado, cansado, podrido, nos atiende como Padres mal dormidos.
Como empleados mal pagos, bajan miles de ángeles a resolver cíclicamente,
siempre, pero siempre, los mismos problemas espirituales.
Pero Dios está en un test, los dones son promesas y toda palabra es profética,
todo tiene autoridad, los hijos de Dios se manifiestan. Ser sectarios, eso es lo que te hace una secta.
Soy sectario? Hago acepción de personas? Discrimino?
Señor! Cuánta basura encuentro cada vez que me examino...
Toma la palabra que quieras. Empieza por ahí.
Dios te dará paz, y un Día se pondrá en juego el pasar de vida Eterna.
Me duelen las manos. Me queman. Cambié? Muté? Me transformé? Le di al Pobre?
Hice sin mirar? Usé tu nombre? Señor!
Entonces, me vuelve al corazón la idea, llega la vida. Y llega, saludable, el único héroe en este lío.
Aparece el campeón, el pelusa, y dale que te dale, está la alegría, está la fiesta.
Somos pobres. Alguien me alegra y me comparte un bombo. Y ya no quiero. No me interesa.
Ya no quiero brillar a fuerza de lentejuelas.
Irme es apenas el principio de un lugar que será el final para un montón de principios,
no me gusta la ciudad. La gente es mala. Envidian. Hablan mal. Difaman.
Todos creen que son la paz, y francamente, he pasado la vida resolviendo la palabra.
Voy a buscar un lugar. Voy a encontrar un lugar. Dónde un saludo de un calor.
Dónde se brinde como me brindé. Dónde se vea como me ví.
Y no olvidarme, nunca. De mirar a los pobres.
El principio de toda pobreza es en el espíritu.
Toda la riqueza de la tierra, hoy, no me serviría para nada.
Una Iglesia no puede ser administrada como una empresa.
Encontrarme honrando los valores. Siempre.
El principio de la sabiduría es el respeto.
El amor. Es una parte indispensable en todo esto.
Me duelen las manos, el corazón es libre, y empieza de nuevo todo esto.
Voy hacia dónde el calor me de motivos.
Bendice Señor!
Crea un lugar en la tierra que no sea concebido como el mundo.
Crea un lugar en la tierra en dónde la fé no se mida.
Y la paz, sea auténtica.
Aquí Viene Nazim Hikmet
Desde Aquí Viene Nazim Hikmet de Pablo Neruda
"...Errantes
encontramos
la tierra firme bajo nuestros pies,
la tierra conquistada
por héroes y poetas,
las calles de Moscú, la luna llena
floreciendo en los muros,
las muchachas
que amamos,
el amor que adoramos,
la alegría,
nuestra única secta,
la esperanza total que compartimos,
y más que todo
una lucha
de pueblos
donde son una gota y otra gota,
gotas del mar humano,
sus versos y mis versos..."
Se me vienen a la mente muchas cosas.
Estoy siguiendo un huella, encuentro un paso, y toda la noche en el pasado sufre mi amigo.
Le dejan la luz prendida, para que sufra. Para que se vea a si mismo doliente. Frugal. Impuro.
Pero qué sería del mundo sin el asco. Qué sería de la fortuna sin el momento de quiebre.
Para qué hacer una revolución si no quedará un artista que la pinte o que la cuente.
Que le escriba a la cintura hermosa de la joven que alza la mano para llamar a la voz.
Y que cante como la asamblea, que figura como lo que duele.
Qué reclaman...?
Le ponemos el nombre de revolución a la conquista, por eso nos mantenemos profundos.
Entonces todo los días conquistamos de alguna manera el mundo,
yo con mis palabras, vos con tu sonrisa,
y él, con la constancia del que tiene un interés certero.
Que le pega siempre a la misma piedra.
Eso es revolución, eso es mi canto.
Hay movimientos desde que el hombre pasó el conjunto de dos, existe y es.
Había uno que se abrazaba y otro que dolía.
Había un Pablo y un Nazim.
Había un Jesús y un Pedro.
Había una Evita y un Perón.
A nosotros nos tocó una Cristina y un Néstor.
Y quizás ella no sabe que alegría me dieron,
quizás ella no sabe de mi emoción de la ESMA,
de la sonrisa de la nona, de la bronca que volvió hermoso su movimiento.
De la Juventud despierta, participante.
Ella no sabe nuestros nombres, y nosotros sabemos el de ella.
Se equivoca es cierto. Por eso no la podemos dejar sola.
Algunos que van y vienen, los presdigitadores de las primaveras,
se sentencian a cada palabra, se cubren de grandes paladas de tierra.
Porque esperó cincuenta años, y ha llegado,
y está tan intacta como en la hora primera.
Y tiene un vacío, que huele amor y a llanto, a voz desconocida.
Y yo le escribo con mi nada de pocas cosas.
Con mi alegría compañera.
Será porque prefiero la insolencia de la patria sublevada,
al orden inmundo y solo que me propone la estúpida violencia.
Un día leí de chico, y así fue como hoy en mi corazón vive,
Pablo, Jesús, Pedro, Nazim, Perón, Evita, Néstor y Cristina.
Cada cosa en su lugar, y ordenada de pronto,
qué lindo que es haber vivido hoy lo que vivimos viviendo en la Argentina.
Feliz porque tiene Ovarios.
Feliz porque es Pueblo.
"...Errantes
encontramos
la tierra firme bajo nuestros pies,
la tierra conquistada
por héroes y poetas,
las calles de Moscú, la luna llena
floreciendo en los muros,
las muchachas
que amamos,
el amor que adoramos,
la alegría,
nuestra única secta,
la esperanza total que compartimos,
y más que todo
una lucha
de pueblos
donde son una gota y otra gota,
gotas del mar humano,
sus versos y mis versos..."
Se me vienen a la mente muchas cosas.
Estoy siguiendo un huella, encuentro un paso, y toda la noche en el pasado sufre mi amigo.
Le dejan la luz prendida, para que sufra. Para que se vea a si mismo doliente. Frugal. Impuro.
Pero qué sería del mundo sin el asco. Qué sería de la fortuna sin el momento de quiebre.
Para qué hacer una revolución si no quedará un artista que la pinte o que la cuente.
Que le escriba a la cintura hermosa de la joven que alza la mano para llamar a la voz.
Y que cante como la asamblea, que figura como lo que duele.
Qué reclaman...?
Le ponemos el nombre de revolución a la conquista, por eso nos mantenemos profundos.
Entonces todo los días conquistamos de alguna manera el mundo,
yo con mis palabras, vos con tu sonrisa,
y él, con la constancia del que tiene un interés certero.
Que le pega siempre a la misma piedra.
Eso es revolución, eso es mi canto.
Hay movimientos desde que el hombre pasó el conjunto de dos, existe y es.
Había uno que se abrazaba y otro que dolía.
Había un Pablo y un Nazim.
Había un Jesús y un Pedro.
Había una Evita y un Perón.
A nosotros nos tocó una Cristina y un Néstor.
Y quizás ella no sabe que alegría me dieron,
quizás ella no sabe de mi emoción de la ESMA,
de la sonrisa de la nona, de la bronca que volvió hermoso su movimiento.
De la Juventud despierta, participante.
Ella no sabe nuestros nombres, y nosotros sabemos el de ella.
Se equivoca es cierto. Por eso no la podemos dejar sola.
Algunos que van y vienen, los presdigitadores de las primaveras,
se sentencian a cada palabra, se cubren de grandes paladas de tierra.
Porque esperó cincuenta años, y ha llegado,
y está tan intacta como en la hora primera.
Y tiene un vacío, que huele amor y a llanto, a voz desconocida.
Y yo le escribo con mi nada de pocas cosas.
Con mi alegría compañera.
Será porque prefiero la insolencia de la patria sublevada,
al orden inmundo y solo que me propone la estúpida violencia.
Un día leí de chico, y así fue como hoy en mi corazón vive,
Pablo, Jesús, Pedro, Nazim, Perón, Evita, Néstor y Cristina.
Cada cosa en su lugar, y ordenada de pronto,
qué lindo que es haber vivido hoy lo que vivimos viviendo en la Argentina.
Feliz porque tiene Ovarios.
Feliz porque es Pueblo.
Canción para la preocupación de la Señora de Clase alta y su nube de pedo.
Canción para la preocupación de la Señora de Clase alta y su nube de pedo.
Porque es necesario a veces escribir en un idioma que todos entendamos.
Es la gran paliza, es el golpe dividido, es la canción.
Estoy escribiendo señora, no me interesa que a cada segundo,
se desplome un poco más mi potencial.
Si total, señora, como no hay para comer, el potencial,
es todo lo que me dice que puedo tener y no tengo,
y mientras Usted me habla por la tele, el presente, es todo negro.
Y no la crítico sabe, usted tiene sus por qué nosotros no tenemos como.
Acá nadie come. Acá ninguno comió. Y sabe.
Son chicos los que me duelen a veces.
Porque uno es grande, sabe lo que es la Fé,
y eso lo pone fuerte, su Cristo es Potencial,
a los nosotros los pobres, el Maestro nos fortalece.
Y sabe señora, me molesta que piense que está usted haciendo algo,
me es ingrato a los ojos mostrarme mi izquierda y derecha,
sin relación aparente la una de la otra. Existentes.
Es asqueroso y me duele, señora, uno tiene sueños, y esto lo desploma.
Pero está la intención, ¿Y usted cree que nos vamos a quedar quietos?.
Sabe señora, tengo que darle una noticia importante,
porque no es solamente nuestra condición de pobreza lo que desconoce.
(Porque que la sepa, no significa que la conozca,
cuántos saben de Dios y cuántos le conocen? Usted lo dice siempre.)
Lo que pasa, señora, es que los humildes,
hicimos un hallazgo, aprendimos a pensar sin comer.
Qué cómo hicimos? Qué por qué?
Y es fácil señora, usted se fue tan para arriba,
que todo este abajo se nos empezó a mover.
Y algunos que antes comían, hoy tienen hambre y no sed, y usted...
Suba el vidrio polarizado señora, retirese a algún país anestesia.
A alguno que no la veamos cuando festeja nuestra pobreza.
Porque si algo festeja el que tiene es que al que no, le falte,
no porque le conmueva, sino porque es en la venta de lo que falta,
que se elimina el faltante, y lo que nos mostró como amor,
entendimos, que se llama "negociable", y que nosotros señora,
así simples, blancos unos y negros otros, no somos tontos,
somos pobres, pero tontos no.
Y usted nos tomó el pelo señora.
Usted nos dijo que le creamos, y ahora, nos duele acá.
Y estamos resentidos. Y nos indigna este dolor, nos arrodilla, nos clama,
pero fundamentalmente, nos organiza y nos enciende,
a buscar por lugares señora, que antes no buscábamos,
hasta que, a alguno se le encienda la zarza, y del fuego incombustible,
nos alerte que está en nosotros el deber de ir siempre al frente,
cualquiera sea la condición, el factor sanguíneo y el equipaje.
Porque entendimos, que mientras usted tenga su té y su chocolate,
seguirá allá, con el pedigrí y el talle.
Y nosotros tendremos nuestros bombos, nuestro sudor y nuestra plaza,
asique, señora, que ya puedo decir hasta el nombre, pero no lo digo para que sea aplicable,
preocupesé. Porque si algo tiene esto de macanudo son los ejemplos.
Y en todos los ejemplos corrió sangre.
Sin la sangre no se enciende la zarza.
Sin la sangre del cordero no es libre, ni uno, ni nadie.
Bienaventuranza. Y risa para su susto.
Y sabe. Vamos por usted, a poesiazos. A cancionazos.
Y que no se enoje el del bombo. Porque puede haber bombazos.
Porque es necesario a veces escribir en un idioma que todos entendamos.
Es la gran paliza, es el golpe dividido, es la canción.
Estoy escribiendo señora, no me interesa que a cada segundo,
se desplome un poco más mi potencial.
Si total, señora, como no hay para comer, el potencial,
es todo lo que me dice que puedo tener y no tengo,
y mientras Usted me habla por la tele, el presente, es todo negro.
Y no la crítico sabe, usted tiene sus por qué nosotros no tenemos como.
Acá nadie come. Acá ninguno comió. Y sabe.
Son chicos los que me duelen a veces.
Porque uno es grande, sabe lo que es la Fé,
y eso lo pone fuerte, su Cristo es Potencial,
a los nosotros los pobres, el Maestro nos fortalece.
Y sabe señora, me molesta que piense que está usted haciendo algo,
me es ingrato a los ojos mostrarme mi izquierda y derecha,
sin relación aparente la una de la otra. Existentes.
Es asqueroso y me duele, señora, uno tiene sueños, y esto lo desploma.
Pero está la intención, ¿Y usted cree que nos vamos a quedar quietos?.
Sabe señora, tengo que darle una noticia importante,
porque no es solamente nuestra condición de pobreza lo que desconoce.
(Porque que la sepa, no significa que la conozca,
cuántos saben de Dios y cuántos le conocen? Usted lo dice siempre.)
Lo que pasa, señora, es que los humildes,
hicimos un hallazgo, aprendimos a pensar sin comer.
Qué cómo hicimos? Qué por qué?
Y es fácil señora, usted se fue tan para arriba,
que todo este abajo se nos empezó a mover.
Y algunos que antes comían, hoy tienen hambre y no sed, y usted...
Suba el vidrio polarizado señora, retirese a algún país anestesia.
A alguno que no la veamos cuando festeja nuestra pobreza.
Porque si algo festeja el que tiene es que al que no, le falte,
no porque le conmueva, sino porque es en la venta de lo que falta,
que se elimina el faltante, y lo que nos mostró como amor,
entendimos, que se llama "negociable", y que nosotros señora,
así simples, blancos unos y negros otros, no somos tontos,
somos pobres, pero tontos no.
Y usted nos tomó el pelo señora.
Usted nos dijo que le creamos, y ahora, nos duele acá.
Y estamos resentidos. Y nos indigna este dolor, nos arrodilla, nos clama,
pero fundamentalmente, nos organiza y nos enciende,
a buscar por lugares señora, que antes no buscábamos,
hasta que, a alguno se le encienda la zarza, y del fuego incombustible,
nos alerte que está en nosotros el deber de ir siempre al frente,
cualquiera sea la condición, el factor sanguíneo y el equipaje.
Porque entendimos, que mientras usted tenga su té y su chocolate,
seguirá allá, con el pedigrí y el talle.
Y nosotros tendremos nuestros bombos, nuestro sudor y nuestra plaza,
asique, señora, que ya puedo decir hasta el nombre, pero no lo digo para que sea aplicable,
preocupesé. Porque si algo tiene esto de macanudo son los ejemplos.
Y en todos los ejemplos corrió sangre.
Sin la sangre no se enciende la zarza.
Sin la sangre del cordero no es libre, ni uno, ni nadie.
Bienaventuranza. Y risa para su susto.
Y sabe. Vamos por usted, a poesiazos. A cancionazos.
Y que no se enoje el del bombo. Porque puede haber bombazos.
Finalmente
A tu hombro, de humedad posible y pelos que buscaban tímidos aparecer al contraste,
a tu nariz que contoneaba el segundo después del sexo que se mezcló en el aire,
a eso, que no ocurre, porque la conducta es lo que paga al corazón,
tu estado, fugaz y fuerte como un ala de mariposa. Multicolor. Bella. Pura. Es.
Y no hablo de lo que sé sino de lo que se espera obtener. Hablo de tu pie inmóvil sobre mi muslo,
hablo de lo que quiero hablar, hablo de esto o de aquello. Del minimalismo.
Me encuentro un poeta, lo saludo, lo recreo, lo alzo, finalmente, lo dignifico.
Él en su trinchera le dispara, el enemigo se dispersa, de ambos enemigos es el mismo.
Y entonces, canto nuevamente a tú pupila que está sujetada al rocio que descendió en tu ojo,
al color millonario de posiciones, a la canción que lo hizo tiritar de vidas a nuevas,
a esa lágrima de destrozo que vimos parir, o al parto, que te ilusionó en la rima.
Y todo, precipio de tu cadera, cayéndonos como semillas dispersadas hacia el centro. El otoño.
Si tuviera tu condición, tu familia o al menos la auténtica calidad que te soporta,
juraría en cada letra, un Urim y un Turim. Y le canto a la vida. Sé delante de qué presencia escribo.
Y no dudo que abrazás la descendencia. Pero alguien, y me refiero a Él, ya lo dijo todo.
Por mucho que escriba, nada en bueno le agregará una tilde. No quiero tampoco.
Ví un cirujano operar un cuerpo, admiré una muerte mientras se producía,
sudando y subiendo, gotas heladas de canciones, quise opinar, pero ante tanta magnitud,
mi boca se cerraba, mi boca no podía.
Qué derecho tenés de decir qué es esta operación? Quién te dijo que sabés qué es la poesía...?
Sujetados al principio de escribir, todos aprenden, por lo tanto, de una letra carcelaria,
mil prisiones de enemigos se abrirían.
Cuidado con las sectas. Cuidado con el pensamiento único.
Atentos. Nunca el enemigo se presenta como es. Habitualmente. Nunca.
Me encuentro un poeta, lo saludo. Lo leo. Me disperso. Me mantengo en el espíritu.
Y solamente, si entendí. Lo releo, y si entiendo, nada opino.
(Cuando se entiende no se opina, hallazgo.)
Certeza de las mujeres que me dieron de beber inteligencia.
Canciones para amigos abogados, para amigos rockeros.
Para chorros. Para mí. Y para los poetas.
a tu nariz que contoneaba el segundo después del sexo que se mezcló en el aire,
a eso, que no ocurre, porque la conducta es lo que paga al corazón,
tu estado, fugaz y fuerte como un ala de mariposa. Multicolor. Bella. Pura. Es.
Y no hablo de lo que sé sino de lo que se espera obtener. Hablo de tu pie inmóvil sobre mi muslo,
hablo de lo que quiero hablar, hablo de esto o de aquello. Del minimalismo.
Me encuentro un poeta, lo saludo, lo recreo, lo alzo, finalmente, lo dignifico.
Él en su trinchera le dispara, el enemigo se dispersa, de ambos enemigos es el mismo.
Y entonces, canto nuevamente a tú pupila que está sujetada al rocio que descendió en tu ojo,
al color millonario de posiciones, a la canción que lo hizo tiritar de vidas a nuevas,
a esa lágrima de destrozo que vimos parir, o al parto, que te ilusionó en la rima.
Y todo, precipio de tu cadera, cayéndonos como semillas dispersadas hacia el centro. El otoño.
Si tuviera tu condición, tu familia o al menos la auténtica calidad que te soporta,
juraría en cada letra, un Urim y un Turim. Y le canto a la vida. Sé delante de qué presencia escribo.
Y no dudo que abrazás la descendencia. Pero alguien, y me refiero a Él, ya lo dijo todo.
Por mucho que escriba, nada en bueno le agregará una tilde. No quiero tampoco.
Ví un cirujano operar un cuerpo, admiré una muerte mientras se producía,
sudando y subiendo, gotas heladas de canciones, quise opinar, pero ante tanta magnitud,
mi boca se cerraba, mi boca no podía.
Qué derecho tenés de decir qué es esta operación? Quién te dijo que sabés qué es la poesía...?
Sujetados al principio de escribir, todos aprenden, por lo tanto, de una letra carcelaria,
mil prisiones de enemigos se abrirían.
Cuidado con las sectas. Cuidado con el pensamiento único.
Atentos. Nunca el enemigo se presenta como es. Habitualmente. Nunca.
Me encuentro un poeta, lo saludo. Lo leo. Me disperso. Me mantengo en el espíritu.
Y solamente, si entendí. Lo releo, y si entiendo, nada opino.
(Cuando se entiende no se opina, hallazgo.)
Certeza de las mujeres que me dieron de beber inteligencia.
Canciones para amigos abogados, para amigos rockeros.
Para chorros. Para mí. Y para los poetas.
Comedia Plural
Tiene las manos chiquitas, sencillas y preciosas,
es rubio, usa una nariz que necesita caricias y besos,
y es amable, es de corazón tranquilo. Es hermoso.
Nosotros sufríamos mucho cuando aparecieron,
y se empeñaron en hacernos cada mueca,
y fueron acariciando padres, hasta que nos eligieron.
Hubo un día justo y bueno, que trajo a un pequeño,
al más sensible y hermoso, al más enamorado y bueno.
Y es tanto lo todo que me dá, que es sencillo describirlo.
Es cierto.
A veces me miente un poco porque me imita,
yo le digo; "te voy a matar", él me dice: "son mías las moneditas",
en cualquier caso es más bueno, y aún más que yo,
es lindo ver cuando iluminan.
Tuvimos hijos y ellos se hicieron hermanos,
y me honran, porque son tan simples, que vuelan a cada paso.
Y los amo, y en plural, es los amamos.
Porque son el futuro y están vivos,
y en la vida significan el regalo,
y practican cada día el socialismo,
compartiendo sin chamuyo y sin descaro,
son tan simples en cualquier filosofía,
que nosotros deberíamos copiarlos.
Y son buenos, porque allí en la infancia lejos,
van trenzando el poder y el desacato,
y si rompen que lo rompan y lo arreglen,
que soy grande y no he podido arreglarlo.
Y uno de ellos hoy está cumpliendo años,
y va al cine, a ensuciarse y ensuciarnos.
Y va al mundo como un líder deja estela,
y es sensible, porque es bueno y es la huella...
es rubio, usa una nariz que necesita caricias y besos,
y es amable, es de corazón tranquilo. Es hermoso.
Nosotros sufríamos mucho cuando aparecieron,
y se empeñaron en hacernos cada mueca,
y fueron acariciando padres, hasta que nos eligieron.
Hubo un día justo y bueno, que trajo a un pequeño,
al más sensible y hermoso, al más enamorado y bueno.
Y es tanto lo todo que me dá, que es sencillo describirlo.
Es cierto.
A veces me miente un poco porque me imita,
yo le digo; "te voy a matar", él me dice: "son mías las moneditas",
en cualquier caso es más bueno, y aún más que yo,
es lindo ver cuando iluminan.
Tuvimos hijos y ellos se hicieron hermanos,
y me honran, porque son tan simples, que vuelan a cada paso.
Y los amo, y en plural, es los amamos.
Porque son el futuro y están vivos,
y en la vida significan el regalo,
y practican cada día el socialismo,
compartiendo sin chamuyo y sin descaro,
son tan simples en cualquier filosofía,
que nosotros deberíamos copiarlos.
Y son buenos, porque allí en la infancia lejos,
van trenzando el poder y el desacato,
y si rompen que lo rompan y lo arreglen,
que soy grande y no he podido arreglarlo.
Y uno de ellos hoy está cumpliendo años,
y va al cine, a ensuciarse y ensuciarnos.
Y va al mundo como un líder deja estela,
y es sensible, porque es bueno y es la huella...
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